No me obligues.

Capítulo 7

Narra James

No sé dónde estoy lo único que puedo reconocer es una chica, ella está frente a mi de espaldas. Tiene un vestido largo negro, su cabello es negro y largo, su piel es blanca.
Me acerco a la chica no sé porqué pero quiero saber quién es. La chica sigue sin mirarme pero se percata de que me acerco y empieza a caminar.

-Espera- le digo y se detiene.- ¿Quien eres?.
Se pone de medio lado con la cabeza baja, lo que no me permite ver su rostro.
- No necesitas saber quién soy, solo necesitas saber que necesitas estar alejado de mí.- me dice. Su voz es tan dulce pero su tono era de tristeza.- Aléjate de mi, James. - después de decir eso se va corriendo.
- Espera no te vallas. Leila!!- le gritó.
¿Leila? ¿Por dije ese nombre?
Despierto
Maldita sea, porque siempre sueño lo mismo,¿Que diablos significa?, Y lo más importante ¿ Porque dije el nombre de Leila? ¿Será que ella es la chica del sueño?. No imposible, él sueño lo tengo desde antes de conocerla a ella.
Me levanto y veo mi teléfono son las 6:30. Entro a la ducha, después de ducharme me visto. Me pongo una camisa azul oscuro, un pantalón negro y unas tenis negras Fila. Me peino y me lavo los dientes.

Es un poco tarde, tengo que pasar por Leila a su casa para irnos al instituto.
Bajo y veo a mi madre en la cocina.

– Buenos días hijo.
– Buenos días mamá, no voy a poder desayunar se ma hace tarde.
–Pero si apenas son las 7:03
– Si lo sé mamá, pero tengo que ir por la chica que te mencioné que estoy llevando al instituto.
– ¿Te gusta esa chica?– me dice con una sonrisa cómplice.
– Mamá, solo somos amigos. Te acuerdas que te dije que es nueva y no es muy sociable.
–¿Como que si me acuerdo?, ¿Me estas diciendo que estoy vieja?– me dice en un intento de parecer sería.
–No mamá, solo es una manera de decir, sabes que no estás vieja.
– Lo se mi niño, bueno vete ya, no quiero que lleguen tarde.
– Adiós mamá– le dijo acercándome para darle un peso en la mejilla.
– Adiós hijo.
Tomo mi mochila y mis llaves. Salgo de la casa y subo en mi auto.
Veinte minutos después llegó a la casa de Leila y tocó la bocina. Un momento después la veo salir de la casa.
No puedo contener la risa al verla, ella me mira y me ve extrañada, salgo del coche y ella me ve y nota porque me estoy riendo.
Ella lleva una camisa de tirantes holgada color azul oscuro, unos pantalones negros y unas tennis negras Nike.
Me acerco a ella.
– Creo que iré a cambiarme– me dice pero me apresuró a detenerla.
–No está bien, te ves bien.
–James parecemos de esos gemelos que se visten igual.
–No tiene nada de malo, tú te ves bien así y yo me veo decente.
–Vale, está bien pero vámonos ya que se nos hace tarde.
– Como ordené la señorita.
Nos montamos en el auto en dirección al instituto.
El viaje no fue muy largo pero silencioso como de costumbre.
– Gracias por traerme.
–no hay de que es un placer poder ayudar.
– Por cierto mi abuela dejo que el auto ya esta reparado asi que ya no tendrás que molestarte en ir por mi.
– Oh eso es genial y como ya te he dicho no es una molestia.
– Bueno vamos a clase antes de que se nos haga tarde.
– Cierto ¿A que clase vas?
– Filosofía (y tú?
– Igual.
Nos dirijimos juntos a clase.
Estamos en clase de filosofía y no estoy poniendo atención al profesor por ver a Leila tan consentrada escuchando atentamente lo que el profesor esta diciendo. Se ve linda y a la ves chistosa. Ella voltea y me dice
– Pon atención que esto es importante. Hago lo que me pide y escucho.
– bueno para finalizar la clase le dejare una tarea. Quiero que lean "la máquina de follar" de Charles Bukowski.
– Yo soy mas de prácticar– grita un imbécil desde atras.
Varios estudiantes se rien y otros no nos causa nada de risa como q Leila y a mí.
– Como decía quiero que lo lean y me digan que creen que signifique para ustedes. No es necesario un ensayo con un párrafo pequeño basta lo que quiero es que expresen lo que creen que quiere decir el libro. Ya se pueden retirar.
Todos nos levantamos.

–Ahora ¿que clase llevas?
– Francés ¿Y tú?
– Igual.
Que rayos?! ayer todas nuestras clases juntos y hoy también. Bueno aunque no me quejo.

Nuestra clase de francés pasa como siempre, aburrida. Nada divertido ni emocionante.

– James vamos Arte nos espera. – aparece Ethan al lado mio.
– Si ya voy. Leila ¿Tu siguiente clase?
– Hora libre
–Ok nos vemos
Ella asiente levemente como respuesta. Y yo me voy junto a Ethan a clase.