Nunca creí que estas cosas podrían pasarme a mi, mi vida era perfecta hace unas semanas, hoy estoy rota, mi corazón está roto.
Tantas cosas me están pasando en este momento, esto me hizo ver la vida desde otro punto de vista.
Pero, ¿porque me hizo e...
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Lunes.
En realidad no tenía ganas de ir a la uni, creo que después de todo lo qué pasó nadie tendría ganas, pero aunque quiera no puedo faltar, eso influiría en mi carrera.
Levante a Manu que dormía tan plácidamente en mi cama.
-Manu, arriba dale- lo tantée para que abra los ojos y se despierte.
-5 minutos más- se dió la vuelta y trató de seguir durmiendo.
-Dale bobi, tenemos que ir a la uni- le dije sentándome a su lado.
-Esta bien- se levantó, tenía todo su pelo revuelto y su cara de dormido, aún así se veía tan tierno. -Buenos días princesa- me dió un beso en la frente.
-Bueno dias capitán- le sonreí y me levante de su lado con la intención de cambiarme.
Nos cambiamos y bajamos a desayunar.
-estás segura de que quieres ir a la uni?- me pregunto mientras se terminaba su tostada.
-porque no?- le pregunte con indiferencia.
-Bueno... después de lo que te pasó no creo que sea buena idea- me dijo, yo si estaba mal por lo que me había pasado, pero eso no significaba que yo tengo que faltar por esos dos, no señor.
-La verdad eso ahora no me importa- si me importaba y mucho pero no tenía que darle tanta importancia al asunto, voy a la uni no a enfrentarme a ellos.
-Esta bien, lo único que no quiero es que salgas lastimada, lo de ayer fue muy doloroso, incluso para mi...-
-Manu, me dolió mucho lo de ayer, pero no puedo estar toda la vida triste, ademas si estoy contigo no hay manera de ponerse triste- le sonreí.
Me sonrió y salimos caminando para la uni.
A juzgar por las miradas clavadas en mi, toda la uni se debe haber enterado, me sorprendió, pensé que Lucas y Rebeca estaban tan avergonzados que faltarían o algo, pero no.
Primero me encontré a Rebeca a punto de entrar en nuestra clase, estaba como si nada hubiera pasado, invicta.
Entramos a la clase.
-Hola amiguita, ¿cómo estás?- me pregunto tan cínicamente.
Yo estaba un banco delante de ella, ni me di vuelta, no le contesté, no iba a caer tan bajo.
-Awwww, mi amiga se enojo- -sabes, por lo general las cornudas no vienen a la uni- se rió
No pensaba aguantar más esto.
Me di vuelta y le conteste.
-Y por lo general las zorras como tú siempre comen de las sobras, así que no me sorprende- en ese momento sentí como me saqué un increíble peso de encima.
