Una vida Juntos *Deacury* *Re Editada*

Reponerse

Freddie al día siguiente fue dado de alta pero ya no pudo ver a su amado pues habia terminado el horario de visitas.

Se regresó a su casa pero se sentía terriblemente solo.

La casa se escuchaba silenciosa, demasiado ordenada.

Se fue a dormir y se sentía realmente solo, sin que pudiera abrazarlo, sin escuchar su respiración calmada, sin escuchar su linda voz.

Se sentía vacío sin su amado, era su todo.

No pudo dormir bien pues no podía acostumbrarse.

—cuanta falta me haces mi vida.—

Al día siguiente se levantó realmente temprano, se vistió lo mas rápido que pudo y desayunó para salir  al hospital.

Por fin llegó y pidió informes de dónde estaba la habitación de John y fue ahí.

Cuando entró vio que aún estaba dormido y la habitación tenía su peculiar aroma único.

Se acercó totalmente embobado con la belleza de su amado que dormía y parecía bastante cansado.

Quedó cautivado como si hubiera sido la primera vez que lo hubiera visto.

Se acercó a el y sintió tristeza al ver su mano cubierta por una venda y su pierna que estaba elevada y cubierta de yeso, el quería verlo bien y sano.

Posó su mano en la mejilla del otro logrando que soltara un suspiro.

—ay mi vida, nos pasa de todo.—y vaya que si.

El otro comenzó despertar de poco a poco mientras entrecerraba los ojos pues la luz era bastante fuerte.

—amor ya estas bien.—le dijo mientras sonreía de alegría pura.

—estoy mejor porque estás aquí.—

—dame un beso.—

Freddie ni lo dudó, le dio un beso bastante romántico.

—ahora debes esperar a que te den de comer.—

—pero la comida de aquí no esta buena.—le respondió con un tierno puchero que mató de ternura a su novio.

—te extrañé mucho mi vida, realmente te extrañé, mi vida sin ti no vale nada y nadie me enseñó a vivir sin ti.—

John sonrojó con aquellas palabras y una lágrima cayó de sus ojos, era muy afortunado.

—amor...—le dijo pero se le cortó la voz, aún con tanto tiempo de novios no se acostumbraba a los halagos y las palabras bonitas, siempre se ponía sensible con eso.

—ay mi vida siempre te pones así.—le dijo mientras le acariciaba la mejilla.

—tu también eres mi amor, y tampoco se vivir sin ti, además te debo la vida.—

—no me debes la vida mi vida.—

—si te la debo, si no hubieras regresado al fuego yo no estaría aquí, si no hubieras quitado el escombro no seguiría aquí y si no me  hubieras cargado no seguiría aquí, me salvaste la vida tres veces amor y lo agradezco.—

—preferiría morir antes de que tu mueras, prefiero que tu sigas con vida.

—si tu mueres se habrá ido el sentido de mi vida.—

—prométeme algo mi vida, si yo muero antes quiero que sigas aquí, que no hagas ninguna tontería por favor.—

—pero... de acuerdo te lo prometo amor.—