Y tierra comerás por el resto de tus días

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De nuevo había quedado rendido en brazos del sueño

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De nuevo había quedado rendido en brazos del sueño. Cuando despertó, notó que no estaba en su departamento, la evidencia más clara era tener a Aziraphale cerca mientras lo cobijaba.

El ángel se dio cuenta que su amigo había despertado y sin decir nada se apartó para ir quién sabe dónde. Crowley aprovechó para tomar la manta y abrigarse con ella mientras veía su entorno para recopilar información.

Retrocedió un poco en sus pensamientos: ¿pudo tomar la manta? Eso significaba...se miró manos, piernas, sintió su cabello y sonrió. Por fin estaba en su forma humana.

El día comenzaba bien, y estaba a salvo porque claramente estaba en la librería de Aziraphale, los libros antiguos y el olor a cocoa eran prueba irrefutable. Aunque aún se encontraba en el sofá, en donde se quedó un rato más para recordar porque había dormido ahí.

Aziraphale se acercó de nuevo a él, con una taza de cocoa caliente y unos panecillos. Pero Crowley niega con la cabeza.

—No lo envenené. Te prometo que sabe bien.

—"Tierra comerás por el resto de tus días" ¿Recuerdas? No solo es metafórico, es literal —Se alza de hombros al decir aquello mientras recuerda las palabras dichas por "Ella" la "todapoderosa". No le interesa realmente que cada bocado le sepa a arena gracias a su maldición, podría comerlo si es solo por complacer a Aziraphale. Pero sabe que no recuerda nada desde que su amigo fue por él a su departamento y sabe entonces que eso significa que hay grandes probabilidades de que haya vuelto a tratar a Aziraphale de "esa" forma. Por lo que decidió que era momento para contarle todo.

Aziraphale aparta la mirada recordando con esas palabras la forma serpiente que Crowley tiene, y en consecuencia también recuerda sus conclusiones hechas sobre la actitud súbita de su amigo.  Por eso sonríe como si no le hubieran dicho nada, aún así se siente la incomodidad en el ambiente.

—¿Qué te parece entonces...otra manta para abrigarte? Está haciendo frío y ya sabes, teniendo un lado reptil eso no es muy favo...

Crowley sabía que Aziraphale lo estaba evadiendo, era obvio a decir verdad. Así que decidió interrumpirlo en cuanto lo vio con intenciones de irse.

—No, ángel, tenemos que hablarlo —duda un poco pero se arma de valor, tiene que ser hoy, tiene que decirle.

Comenzó por explicarle que es la primera vez que siente algo similar, prosiguió con aquella fuerza invisible en su ser que parecía obligarle a cometer aquellos actos y otros pormenores. Todo, se lo dijo todo, incluyendo varias indirectas de su amor por él y que todo era plan de su <<yo serpiente-demonio-milenaria>>.

—Eso significa...

Aziraphale piensa: <<aquí está el detonante>>.

Todos esos sentimientos escondidos han sido tantos y fuertes que su cuerpo busca la manera de liberarlos. Y luego Crowley lo confirma:

—Sí, estoy enamorado de ti —por fin soltó, después de tantos años, siglos...lo dijo, y se sentía tan liberado, aunque temía por la respuesta de su contraparte, más porque no dijo nada y su rostro parecía bastante carente de emociones.Ese rostro cambió lentamente con una sonrisa leve en compañía un par de ojos azules que le miraban apenado.

—Oh Crowley, eres completamente correspondido.

Crowley se levanta con demasiada prisa, suelta incluso la manta. ¡Al diablo si muere de frío!, hoy podría morir en paz después de escuchar aquello. Por Satán que no cabe tanta felicidad en su ser.

—Entonces podremos...

—Entonces podremos quedarnos así como hasta ahora —la gran sonrisa de Crowley se fue desvaneciendo lentamente y antes de pedir explicaciones, Aziraphale se adelanta —Nuestros bandos nos lo prohíben y lo sabes, no podemos ignorar eso simplemente, solo continuemos así.

Crowley no daba crédito a lo dicho y sin saber más que decir, solo quedó atónito.

¿Cómo es que puedes estar en las nubes y de un segundo a otro caer? Él sabía de caídas, ¿quién mejor que un demonio? Pero esto...

—Te perdono Crowley, por lo sucedido. Pero es todo.

—Sí, pero... — ¿Pero qué? Ni él sabía que iba a argumentar, quería su perdón y lo obtuvo sin pedirlo realmente ¿Por qué eso ya no era suficiente? Entonces recordó que él solo era un demonio y pensó que de cualquier manera, él no era bueno para Aziraphale —Gracias , ángel.

Disfrazó como pudo esas palabras y sonrió o hizo el intento. Debía irse de ahí, quería hacerlo, no podría soportar emocionalmente quedarse ahí.

—¿Sabes?, creo que debo ir a mi departamento.

—Crowley...antes de que te vayas —Aziraphale hizo una pausa muy larga y después continúo—Tenía la teoría pero ahora que me lo dices, es obvio que todo esto está ligado a tus emociones, es sencillo, solo libera tus emociones y no tendrás problemas.

Aziraphale le sonrió pero Crowley pareció molestarle. ¿Esto era una burla?

—Crowley has algo, puedes morir si no.

¿Qué podía morir? no importa, porque sentía que ya lo había hecho desde hace unos minutos.

¿Qué podía morir? no importa, porque sentía que ya lo había hecho desde hace unos minutos

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🍎 El castigo de la serpienteWhere stories live. Discover now