Nadie como tú, Jin

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Tras las nubes grises, se adivinaba el avance del atardecer. En la zona de juegos del parque solitario, por la hora y, también, por el tiempo que anunciaba una noche fría, Jungkook y Jin se balanceaban suavemente en los columpios mientras hablaban.

Para ese momento, el café y el chocolate se habían reducido a sus últimas gotas, y los envases vacíos se apilaban en el bote de basura cercano con nieve sobre sus tapas de plástico.

—Entonces, también creciste en Corea—Jin observaba el perfil de Jungkook, quien en ese momento ya tenía la punta de la nariz colorada—¿En qué parte?

—Busan.

Jin abrió los ojos, sorprendido—¿En serio? ¡Wow! Entonces eres un tipo rudo de Busan.

Jungkook rió y negó.

—Sólo un chico de Busan. Como te dije, no era muy bueno cuando de peleas se trataba. Pero no siempre peleaba solo, muchas veces compartí los ojos morados y golpes con V.

—¿Pero sigues viviendo ahí?

—No, me mudé a Seúl, después de la universidad.

—¿Qué estudiaste?

—Arte.

—¿Y cómo carajos terminaste en Big Hit?

Jungkook hizo un pequeño relato de cómo funcionaban los "buscadores de talento de Big Hit". Lo invitaron a formar parte de la organización por su desempeño en actividades físicas y académicas. Al parecer, sin darse cuenta, había sido sometido a una selección durante sus años escolares. Participó en un programa piloto, y se dio cuenta que trabajar de esa manera, ayudando a las personas y defendiendo a aquellas que no podían hacerlo, le gustaba. Y simplemente siguió adelante, hasta convertirse en capitán. No era un trabajo fácil, pero estaba comprometido con él, además, como si el destino fuera amable con él, Vante, su amigo, también había sido elegido para el programa, y era su segundo al mando en las misiones; su mano derecha.

—Vante—repitió Jin era como la cuarta o quinta vez que salía ese nombre en la conversación. Y esa punzada que había sentido con su cuñada rondando alrededor deJungkook, regresó—. ¿Es guapo?

—¿Eh?

—¿Ese amigo tuyo, es atractivo?

—Sí—contestó Jungkook al tiempo que se encogía de hombros—¿Por qué?

—¿Salieron? Digo, sería normal, de amigos de la infancia a amantes no hay mucho trecho.

Jungkook le miró, era obvio en el ceño de Jin que algo no muy bueno se fraguaba en su mente inquieta. Y ante ello, sonrió.

—No, él es como mi hermano. Nunca nos vimos de esa manera. No te pongas celoso, Jin.

—¡¿Quién está celoso?!—Cruzó los brazos enfurruñado.

—Vante tiene una novia preciosa—continuó Jungkook, como si no lo hubiera escuchado.

—¿Ah, sí?

—Sí, y estoy seguro de que te caería bien.

Jin gruñó incrédulo. Jungkook rio por su reacción. Jin frunció el ceño molesto y se levantó del columpio, para plantarse frente al castaño. Jungkook alzó el rostro y lo miró interrogante.

—¿Cómo es?

—¿Quién?

—¡Vante! Descríbemelo.

—¿Para qué?

—Quiero saber si es más guapo que yo.

—¿Te parece que eso es posible?

Un amor para navidad [kj]Where stories live. Discover now