11

1.7K 298 36
                                    

Silencio romántico

——Quedate.

Fueron las palabras que salieron por parte del ojicarmín que abrazaba por la cintura bajo las sabanas a la chica.

Ella rió por lo bajo y se revolvió otra vez entre los brazos del rubio cenizo para luego depositar pequeños besos en su rostro.

Ya habían pasado 6 años de su declaración, su graduación ya había llegado, ella graduada como heroe de apoyo y el nada más y nada menos como el heroe numero 1, bueno, al menos eso era en su cabeza y en el corazón de la chica, puesto que en la realidad un viejo amigo llamado Izuku Midoriya fue decretado como el simbolo de la paz.

Pero esto era aceptado por la madurez que ahora sostenía su actual novio.

Era día libre para ambos e iban a aprovecharlo descansando acurrucados por la mañana.

Podrían decir que todo iba de maravilla pero no todo es de color rosa, Katsuki y su audición no iban de la mano, ese hilo que los unía poco a poco se estaba rompiendo y ahora le costaba escuchar mucho más de lo habitual.

Quizá eso suene como un problema verdaderamente serio y puede que sea así, pero cuando tienes una pareja donde sonidos no habitan y lo unico que importa es la flama del júbilo inapagable, las tragedias ya no suenan tan aterradoras.

Quizá eso suene como un problema verdaderamente serio y puede que sea así, pero cuando tienes una pareja donde sonidos no habitan y lo unico que importa es la flama del júbilo inapagable, las tragedias ya no suenan tan aterradoras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se preguntarán por el destacable problema de actitud que sostenía en la juventud el más alto, bueno, hemos de aclarar que aquello ha desaparecido poco a poco.

Obviamente su personalidad tosca y su destacable transparencia seguían en pié, pero su maduréz le ha bendecido callando un poco esa voz que gritaba continuamente en su interior.

Estar con la chica era un cambio rotundo, puesto que no había otro lugar mejor para alojar, que los brazos calidos de la azabache.

Estaban levantados haciendo sus cosas del día a día.

Katsuki cocinaba haciendo comida tanto del gusto de el, como el de su ahora novia.

Mientras la chica abría cortinas y ventanas para dejar pasar a aquella luz brillante.

Era un día precioso a las afueras y ambos estaban disfrutandolo de manera plena.

Se sentaron a comer y conversaron sobre trivialidades del trabajo, la diferencia en sus historias era grande pero eso no impedía que se divirtieran.

Se sentaron a comer y conversaron sobre trivialidades del trabajo, la diferencia en sus historias era grande pero eso no impedía que se divirtieran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Decidieron aprovechar el día soleado para ir a la playa, sus pies descalzos tocaban la arena y el aroma del oceano no se limitaba.

Sus manos se entrelazaron como era costumbre y pasearon un rato por la orilla.

Entonces una niña se atravezó en su camino, estaba corriendo junto a un cachorro, la escena era refrescante para los ojos de la azabache.

Pero la niña tropezó y calló sobre la arena, se veía a punto de llorar.

La azabache estaba decidida a ir para ayudarla, pero el cachorro dando algunos lametones en su rostro la tranquilizó de inmediato.

La niña decidida a correr otra vez, se levantó y volvió a su camino orginal pasando al lado de la pareja.

La azabache se quedó un momento observando y reflexionando la escena, mientras sonreía de manera dulce y cerraba sus ojos dejando que el viento elevara su cabello.

Aquello no pasó desapercibido para el rubio y volvió a su yo de antes por un momento.

——Algún día nos casaremos.

Comenzó.

——Y tendremos una de esas.

Continuó señalando a la pequeña, esa infantilidad con la que aveces hablaba, provocaba gran ternura en la menor.

Quien asintió entre risas a la bella propuesta del futuro.

"Me encantaría" pensó.

Finalmente volvieron a su hogar, pasaron por su ducha diaría y volvieron a la cama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Finalmente volvieron a su hogar, pasaron por su ducha diaría y volvieron a la cama.

Se envolvieron en sábanas y se acurrucaron uno al lado del otro.

Pero esta vez el chico de mirada carmín se quedó fijo viendo a la chica quien le sonreía de manera pacífica.

——¿Qué ocurre?.

Preguntó en señas.

El rubio cenizo ante su pregunta procedió a besarla de manera corta y luego con sus simples palabras dijo.

——Te amo.

Su historia nunca fue la más dramática, ni la más excentrica, puesto que no se necesita de eso para expresar que leves parecidos pueden conectar a las personas de modos inciertos.

El silencio fue su predominante, tanto para los oídos del rubio como para las cuerdas vocales de la azabache.

Y el amor está en todo, no solo en los colores y en las rosas, no solo en la musica y la orquesta, sino tambien en aquel silencio caligeno que para algunos puede ser aterrador y en parte lo es, pero para otros también puede ser la mayor expresión de júbilo.

🎉 Has terminado de leer Escúchame tú | ᴮᵃᵏᵘᵍᵒᵘ ᵏᵃᵗˢᵘᵏⁱ 🎉
Escúchame tú | ᴮᵃᵏᵘᵍᵒᵘ ᵏᵃᵗˢᵘᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora