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Aún me acuerdo de todo.

Cada mirada, cada roce, cada palabra.

Kaminari me apoyó desde que ingresé al departamento de héroes, dormimos como tontos en medio del pasillo cuando los dos estábamos mal, se arriesgó con la liga de villanos para protegerme.

No le debo poco, y por si fuera poco es mi pareja, y yo por mi pareja cruzaría hasta la otra punta del mundo con tal de hacerla feliz, porque su felicidad es mí felicidad.

Kaminari Denki, eres tan imbécil que esperaría que lo que te pasó, haya sido por una estupidez que de seguro pudiste evitar, pero eso no quita que quien te hay hecho esto, va a acabar peor que tú.

No me interesa si termino en una cárcel de máxima seguridad.

Tomé mi bolso y me arme de valor para dejar a Kirishima y Bakugou cuidando a Denki.
Por supuesto mentí diciendo que iba a casa a descansar.

Abrí el celular de Denki y comencé a revisar todo.

Algo me dice que lo que pasó está relacionado a sus otros trabajos; no siempre te metes en cosas seguras, Denki tuvo una época en la que fue internado por no comer ni beber nada, estoy segura que en ese momento intentó conseguir dinero de donde fuera.

El único chat que salté, fue el mío.
Seguí leyendo detenidamente, tanto whatsapp como SMS, luego iría a buscar en redes sociales.

En eso encontré un chat con Tooru, la pequeña niña invisible.

Comencé a leer, no eran tantos mensajes...

Tooru comenzó a hablarle diciendo que necesitaba su ayuda.

A medida que bajaba entendía cada vez más, la chica estaba aterrada por acontecimientos pasados con la liga.

Tooru era quien observaba y mandaba informes a la liga cuando Denki estaba en ese problema, y por lo visto los había ayudado en más de una ocasión.

Le pedía ayuda porque aparentemente alguien relacionado a la liga estaba buscandola devuelta por ayuda.

Chasqueé la lengua con molestia.

Busque la dirección de ella, aparentemente se habían encontrado.

Bakugou me presto su auto, así que lo tome y comencé a manejar.

Tenia una ira enorme, no podía creer que Denki devuelta no confiara en mi para ayudarlo, eso me ofendía, pero supongo que en parte puedo entenderlo. Seguro fue porque supuso que si me contaba, yo no le iba a dejar ayudarla.

Prácticamente todo lo que sucedió en el pasado, es por culpa de ella.

Ella fue la chantajeada, no Denki, pero le pidieron algo que no podía hacer por su cuenta y lo entrometió, le pidió ayuda y se vio envuelto en ello.

La protegió a costa de su propia libertad, pudo haber ido a la cárcel por décadas por su culpa, y en vez de salir a confesar para hacerse cargo de SU cagada, dejó que todo recayera en él.

Finalmente llegué al edificio de su departamento.
No me paré ni un segundo para calmarme.

Bajé del auto y caminé hacia allá.
Tuve que subir unos siete pisos a pie porque el ascensor estaba en mantenimiento.

Estando al frente de la puerta, comencé a golpearla.
Las luces estaban prendidas, así que no podía no responder, porque de estar, estaba.

Insisití varios minutos hasta que finalmente el picaporte bajo y la puerta comenzó a abrirse de a poco.

— R-Ray....

Era claramente ella, era ropa flotante, así que era demasiado obvio.
Tome la puerta y la abri para pasar a la fuerza, y en eso la estampé contra la pared mientras la sostenía de su camiseta.

— ¡¿Q-Qué te pasa?!

— Vi los mensajes, no te hagas la idiota; Denki está internado en el hospital, por poco que no muere.

Mi voz no sonaba exaltada, no quería gritar para no llamar las atención, aún así mantuve un tono serio.

— Y-Yo...

— Tooru, si sabes lo que te conviene, mejor que hables rápido.

Estuvimos así unos cuantos segundos, hasta que sentí algo contra mi cabeza.

— Sueltala.

La solte de manera en la que ella no tuviera tiempo de caer correctamente.
Me quede en ese lugar por precaución, tratando de buscar algún espejo para poder ver quien estaba detrás de mi.
Desgraciadamente no había nada con lo cual ayudarme.

— Quién diría que nos volveríamos a encontrar...

Tomó mis manos y me dio la vuelta contra la pared, dejandome ver finalmente su identidad.

Dabi, vaya, quién lo diría.

— Curioso, creí que habrías muerto a estas alturas.

— Y yo creí que te habías alejado del heroísmo.

— Un héroe no deja de serlo por retirarse.

Me quite una de mis zapatillas, la cual impulsada por mi quirk salio volando con fuerza hacia arriba, golpeando la barbilla del contrario.

En eso logre soltarme y salí corriendo hacia Tooru, la cual cargue como a un saco de papas y me la llevé.

Como dije antes, un heroe no deja de serlo por retirarse, jamás dejé de entrenar.

Pude ver como algo de fuego azul se acercó a mi múltiples veces, pero con la precaución que Dabi debía tener por Tooru, no logró darme.

— ¡S-Sueltame!

Mientras, la invisible me golpeaba la espalda.

Cargarla me estaba haciendo más lenta de lo que soy, pero poco y nada me importó. La necesito para recibir información, de lo contrario, no voy a poder ayudar a Denki.

Tenia que bajar varios pisos, así que opte por tirarme de la ventana.

Si, buen plan, ¿verdad?

No me costó mucho encontrar una ventana abierta en el piso.
A medida que mas nos acercabamos, Tooru más pedía por piedad.

Claro, me importó una mierda su integridad y me lance con seguridad.
Uno de mis hijos de acero se engancho con rapidez a la pared y logré bajarnos con seguridad.

Por suerte el saco de papas se desmayó del susto. Yo seguí mi camino.

La tiré como si nada dentro del auto y con torpeza logré arrancar mientras Dabi tiraba una buena ráfaga de fuego.

Lo gracioso es que logre atrasarlo luego de poner algunos hilos invisibles en el pasillo.

Oh, como amo mi quirk. Pude haber sido espía, lástima que no se dio.

Suspiré con alivio, el auto de Kachan salio ileso y tengo a Tooru conmigo.
Aunque lo que más me preocupaba era que Dabi insistiera en seguirnos.

Bajas: Mi zapatilla.

Mi Gladiolo Amarillo | Denki X LectoraWhere stories live. Discover now