◼️ Yuanfen: Principio que define esos amores que nacieron predestinados.
◼️ Algo fuera de lo terrenal les conectaba, era evidente, sin embargo parecía que las fuerzas de la guerra dominaban con mayor autoridad que cualquier poder sobrenatural. Borja...
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◼️ — Muy bien, jóvenes héroes, desde ahora vosotros entrenareis para convertiros en los futuros guerreros de Karmaland — Exclamó Merlon, viendo fijamente a los menores frente a él —. El entrenamiento sera duro, por eso, recordad, este sacrificio es por vuestra nación, por vuestros amigos, por vuestra familia, pero más importante, por nuestros Dioses. ¿Habéis entendido? — En unisono, todos respondieron con un «¡Sí señor!» a las palabras del anciano —. Muy bien. Las instalaciones en las que vais a vivir hasta que se decida su lugar de establecimiento definitivo están apartadas de la construcción principal, ya que vosotros vais a tener un entrenamiento completamente diferente a los demás Cabos.
» Tal vez las palabras que les estoy ando ahora no son las más alentadoras, pero son necesarias. Vuestra nación requiere que seáis fuertes y valientes para proteger a vuestra gente. Espero que me haya hecho entender con todo lo que os he dicho, jóvenes héroes — Realmente Borja se había perdido un poco entre los versos que el hombre mayor recitaba en su boca, pero suponía que no sería tan importante, su interés estaba puesto en alguien más.
Guillermo era el centro de atención del castaño, él era consiente de los ojos zafiros que le analizaban con total incertidumbre, tristeza y, principalmente, coraje. Realmente no sabía cuales eran los pensamientos que abarcaban la cabeza del mayor para verlo con tanta ira, pero se iba haciendo una idea, aunque en realidad no le importaba, no pasaría gran cosa.
— Bueno jóvenes, ya no os saturare de tanta palabrería, seguidme para mostraros el lugar donde vais a dormir durante vuestro entrenamiento — La rasposa voz de Merlon hizo reaccionar a los jóvenes, los cuales comenzaron a caminar en la misma dirección en la que se dirigía el canoso.
Al contrario de lo que pensaba Borja, el silencio no se había formado, no abruptamente, ya que lograba distinguir los murmullos de los demás. Se sentía algo pequeño y sólo, viendo de reojo cómo los otros parecían conocerse bien o que al menos sabían integrarse bien con el grupo. Él solo era un cero a la izquierda, era demasiado tímido para intentar encajar con ellos, había intentado hablarle a Miguel Ángel, pero esta estaba charlando alegre con un pelirojo y un híbrido de oso, por lo que opto por no molestar.
No le molestaba, estaba más que acostumbrado a simplemente admirar a las otras personas tener lazos e intercambiar charlas acompañadas de risas con una que otra anécdota que le agregaba sabor al momento, nunca creyó que seria necesario entabla un vinculo con otro que no sea su familia. Solo los necesitaba a ello, pero ahora su familia no estaba ahí.
— Héroe Borja, te veo distanciado de tus compañeros — El anciano se acerco a él, con un aura de gentileza que le hizo relajar su cuerpo, sacando esos pensamientos un momento para, ahora sí, prestarle atención al hombre mayor — ¿Puedo saber el motivo de eso? — Preguntó con empatía, ya había notado que algo afligía al menor, más no quería ser muy intrusivo, ni tampoco llamar la atención.
— No soy muy bueno con las palabras — Aclaró, sentía que podía ser completamente honesto con el hombre, algo en él le daba cierta seguridad, tal como si fuera un padre. Le recordaba a los pocos momentos que lograba rememorar de su fallecido progenitor. Un escalofrío recorrió su espalda —, pero está bien, un hombre debe aprender a no contar con nadie, más un guerrero como yo — Al escupir la última silaba, mordió con fuerza su mejilla interior, saboreando con asco la sangre que comenzaba a brotar de la nueva herida que se había provocado, mas esto no impidió que continuara lastimando su carne con sus muelas.
— Entiendo a lo que te refieres, es verdad lo que dices — Asintió con simpleza, inspeccionando con la mirada al menor, desviándola seguidamente hacía el camino —. Más eso no es excusa para ser un cobarde que ni siquiera intenta afrontar sus miedos — Aquellas palabras fueron soltadas con disgusto, lo cual sorprendió a Luzuriaga, no creía que el anciano fuera a actuar de aquellas forma. Al verlo a la cara, notó una mueca de inconformidad, resaltando de mayor manera las arrugas del viejo. Iba a preguntar la razón de esa actitud, más el hombre le interrumpió: — ¡Hemos llegado, jóvenes héroes! Vuestras maletas fueron puestas en vuestras respectivas recamaras, por lo que os preocupéis de eso. Cada puerta ha sido marcada con vuestros nombres, así que no habrá problema en saber en cuál vais a estar. Este lugar sera vuestra responsabilidad a partir de ahora, lo que significa que tendréis que encargaros de su mantenimiento y arreglos que se lleguen a requerir.
El lugar no era muy amplio, pero era suficiente para mantener unas trece personas en condiciones decentes cayendo a mediocres. Pero tal parecía que no había sido usada en varios años, quizá décadas, ya que varias plantas y suciedad se habían adueñado de las paredes con pintura gastada.
— El entrenamiento comenzara mañana en la mañana, a las cinco en punto, ni un minuto más, espero veros puntuales en el campo de entrenamiento, ojala diez minutos antes. De las pocas cosas que no tolero, la Impuntualidad es por mucho la que más detesto, les sugiero que no haya ni una sola queja al respecto — Exclamó con severidad, mostrándose imponente ante la mayoría de los jóvenes. ¿Desde cuándo el viejo religioso fue cambiado por un anciano militar con complejo de cascarabias? — Muy bien, Héroe Raúl, Héroe Samuel, os dejare a cargo, instruid a los jóvenes para que su tiempo aquí no sea un calvario.
Los dos nombrados hicieron un saludo, aceptando la orden el anciano, el cual solo asintió en respuesta, a gusto con el acatamiento inmediato de sus indicaciones — Los demás obedeceréis cada instrucción de vuestros superiores, que tengáis el mismo titulo no significa que tengáis la misma autoridad. Nada de peros, nada de quejas — Los jóvenes dieron una respuesta afirmativa, entendiendo la seriedad en sus palabras y gestos — Muy bien. Ahora limpiaran este lugar, su calidad de trabajo reflejara la dificultad del entrenamiento de mañana, lo mejor sería que comiencen ahora, la mala hierva es difícil de arrancar — Terminó. Prosiguió a alejarse a paso calmado, lo que le esperaba a los pupilos a héroes no tenía una definición concreta.
Que los Dioses se apiadaran de los más débiles y que se compadecieran de los más experimentados. Solo ellos eran conocedores del futuro sufrimiento de sus recipientes elegidos a ser llenados por el poder que, de igual forma, solo ellos concedían a aquellos desafortunados que eran bendecidos con su celestial heroísmo.
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Sí, tarde casi un mes en actualizar, me la suda, vayan a quejarse con mis profesores fastidiosos con caras de nabo. En fin, ojala hayan disfrutado esto, nos vemos el próximo lunes si el de arriba se le da la gana. Sisi, ahora este libro sera actualizado cada lunes, probablemente, ojala.
(Bueno que hasta ahora me acorde que esta gente es española sjsjsj)
