Adiós Kaminari

Cyber Romance 1/2

En este mundo la oscuridad jamás se hace presente, el cielo está encendido las 24 horas durante los siete días por todo el año. Es iluminado  por las enormes luces en la calle, en los edificios, en los vehículos e incluso en el suelo.

En la carretera, mientras la motocicleta avanzaba a gran velocidad, un joven rubio, abrazado por la espalda del pelirrojo pensaba, pensaba en cómo se vería una noche sin luces, una noche apagada donde las estrellas y la luna fueran la única luz.

- ¿A donde vamos? - se atrevió a preguntarle a su acompañante

- Iremos a ver un sueño - mencionó con una sonrisa que el rubio no podía notar, pero si sentirla y eso le hizo sonreír.

Pasaron varias horas en la cual el único acompañante por ese instante eran solo los pensamientos del rubio, hasta que la motocicleta se detuvo y volvió en sí

- Vamos, baja Denki - mencionó el pelirrojo quitándose el casco y bajando de su moto, se acercó a su acompañante y le ofreció su mano el cual gustosamente acepto y se quitó el casco.

Cuando lo hizo no podía ver nada, estaba todo oscuro y comenzó a reírse, pero al mismo tiempo estaba nervioso

- ¿Kirishima?...¿Sigues a mi lado? - pregunto

- ¿Por que me preguntas si te estoy dando la mano? - se rió a lo cual el rubio se molestó solo un poco.

El pelirrojo sin soltar al rubio comenzó a caminar con cuidado, ya que tampoco veía muy bien, el caminaba un poco más adelante, giraba su cabeza de vez en cuando para ver a su compañero, sus ojos se estaban acostumbrando a la oscuridad poco a poco ,pero no se percató de un pequeña rama que golpeo su cabeza haciendo reír al rubio y de paso al mismo Kirishima.

Decidieron sentarse bajo ese árbol y ver a la distancia la ciudad, Denki estaba emocionado, su corazón latía con fuerza y sentía esa gana de llorar y reír, estaba feliz, estaba viendo la oscuridad y muy a lo lejos la enorme ciudad que era rodeada por un aura de distintos colores algo opaco.

Se acostó en las piernas del pelirrojo y miró el cielo, era oscuro, más de lo que imaginaba, las estrellas eran demasiado brillante y la luna era muy hermosa

- La luna, se parece a tus ojos - mencionó el pelirrojo ganándose la atención del rubio quien miró sorprendido y con un leve rubor

- ¿A que vas? - mencionó sin apartar la mirada de sus ojos

- Cuando tus ojos brillan, cuando sonríes para mí, cuando me ves o cuando te doy algo tus ojos brillan demasiado como en esta noche - sonrió, se acercó a los labios del rubio y lo besó por unos segundos y luego se separó

- No me beses por sorpresa - mencionó girando su rostro

- Lo siento, es que me gustas demasiado - volvió a sonreír, el rubio hizo contacto visual y sonrió de la misma forma, se levantó y sentó a su lado

- Eijiro...- Tocó el rostro del mencionado y lo miro a los ojos - Jamás olvides que te amo ¿Si? - sonrió

- Por supuesto que no lo olvidaré, tu jamás olvides que te amo - repitió sus palabras, tomo la mano izquierda de Denki y beso su mano, el anillo que compartían brillaba bajo ese  cielo nocturno.

Kirishima despertó cansado, se estiró en su cama sin intenciones de levantarse, la puerta se abrió y dejó ver al rubio

- Buenos días holgazán - mencionó entrando y sentándose en las piernas  del pelirrojo

- ¿No hay beso de buenos días? - mencionó como si fuese un perrito esperando su premio, el rubio soltó una risita y lo besó con algo de pasión siendo correspondido