𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒: 𝐁𝐚𝐫𝐧𝐰𝐞𝐥𝐥

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—Chicos, ¿qué están haciendo? —preguntó Jace hacia Alec y Phoenix que estaban parados delante de un monitor. Phoenix ya se había cambiado por un vestido negro de mangas largas suelto con algunas flores dejándose los mismos tacones que anteriormente tenía puestos.

—Pueden mirar este monitor todo lo que quieran, necesitan sangre de ángel para traspasar las Salvaguardas, lo saben —siguió hablando el chico Wayland.

—Ningún subterráneo puede entrar al Instituto —aseguró Regulus pasando uno de sus brazos por los hombros de su hermana.

—No sin la invitación de un Shadowhunter —dijo Isabelle un poco más alejada apoyando sus manos en una de las mesas.

—Que yo sepa Valentine, es un Shadowhunter —dijo Phoenix dándose vuelta al igual que Alec y remarcando la palabra "es".

—La copa no está segura aquí, tenemos que devolverla a La Clave —informó Alec cruzándose de brazos.

—¿Devolverla a La Clave? —preguntó Clarissa.

—No. No después de lo que pasamos para conseguirla —se negó Cassandra.

Regulus rodó los ojos al escuchar hablar a la pelirroja.

—Mi hermano tiene razón. La copa es extremadamente importante —estuvo de acuerdo Isabelle. Phoenix sonrió de boca cerrada.

—¿Estás de acuerdo conmigo? —preguntó Alec con burla.

—Estoy llena de sorpresas —respondió la menor sacándole una risa a su parabatai.

—Esta copa es lo único que tenemos para recuperar a nuestra mamá —dijo Clary con la carta en la mano.

Phoenix miró hacia arriba un poco harta de la situación.

—Estoy de acuerdo con Clary —informó Jace.

—Cuando no —susurró la rubia siendo escuchada perfectamente por todos los que ahí estaban presentes.

—No podemos darle la copa a la Clave, no ahora. La necesitamos —dijo Cygnus apoyando a Jace. Phoenix lo miró mal.

—Es nuestra única moneda de cambio —agregó Jace.

—Miren, sabemos lo poderosa que es esta copa, tiene el poder de crear nuevos Shadowhunters, controlar demonios e incluso matar a un mundano si bebe de ella. Pero les prometemos no dejaremos que ese monstruo le ponga sus manos encima —habló Cassandra con dedicación.

Jace sonrió un poco—. Ya la oyeron, tienen su palabra. La de ambas —dijo mirando especialmente a Alec y Phoenix.

Ambos compartieron una mirada diciéndose todo con ella, Phoenix suspiró y rodó los ojos.

—Síganos —dijo resignada dándose vuelta junto con Alec.

Caminaron hacia una de las salas de entrenamientos, la rubia le hizo una seña a dos Shadowhunters que estaban allí para que se fueran, de mientras Alec iba sacando su Estela del bolsillo delantero de su pantalón. Pasó esta por la misma runa que había pasado cuando anteriormente había guardado los accesorios de las Fray.

Phoenix se pasó junto a Alec y a este se le hizo inevitable no dirigir la vista hacia las esbeltas piernas de la rubia, pero rápidamente volvió la mirada hacia el pequeño compartimiento que subía desde el suelo.

—Chicos sabemos que no podríamos haber hecho nada de esto sin ustedes dos, por lo que queremos agradecerles —habló Clary por las dos ganándose una mala mirada de su hermana.

—No confundan esto con amistad. Desde que llegaron, pero principalmente tu nuestro mundo se ha puesto de cabeza —habló Alec seriamente y se levantó volviendo a pasar la Estela por la runa.

𝐏𝐡𝐨𝐞𝐧𝐢𝐱 [𝐒𝐡𝐚𝐝𝐨𝐰𝐮𝐧𝐭𝐞𝐫𝐬]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora