Toxic.{Homicidal Liu}.

#2

Rue’s point of view.

Ese día por la mañana, fui al hospital con mi madre para mi revisión mensual. Estaba mejorando, pero debíamos tomar precauciones. A lo mejor tenía un virus de muerte silenciosa, y haría que en cualquier momento explote. Y digo “a lo mejor” porque sería una oportunidad para acabar con este martirio.

Tenía Leucemia. Y no era nada lindo para una adolecente.

Me habían diagnosticado a los 14 años. Tengo en realidad leucemia linfoide aguda, pero ese en realidad es un nombre científico que hacía ver las cosas más complicadas. Yo solo decía que tenía una enfermedad terminal que cualquiera podía tener. Pero mi madre solo decía que un pequeño defecto vivía en mí.

Aunque lo primero que preguntaban siempre era: ¿Por qué no tienes cabello?

Respuesta simple: la quimioterapia. Pero había muchos ignorantes, así que yo les decía que en un “ataque de furia” me había rapado el cabello. Pero mamá siempre me compraba pelucas de todos los tipos y colores. Aunque me estaba creciendo el cabello.

Pero seguía la niña que sufría en silencio. La que rompía en llanto y abrazaba sus piernas en busca de refugio. La que se repetía que todo iba a estar bien aun cuando el mundo se desmoronaba. A la que criticaban en la clase solo porque era un poco mas lista y estudiosa y que no le costaba dar lo mejor de sí. A la que se dibujaba diferente porque tenía un pesar en su cuerpo.

Pero esta niña ya había crecido. Había conseguido dente que la apoye. Había demostrado sus habilidades. Había aprendido a vivir.

Pero muy pronto, la niña no existirá más. Explotaría y dañaría a muchas personas.

{…}

Esa noche me había chocado con un extraño. Era un chico de mi edad o un poco más. Tenía cicatrices por toda la cara y le pregunte si quería ir al hospital.

-¿Susan? –Cuestiono el chico algo confundido, pero con una increíble rabia contenida.

Daba medo y curiosidad. Quería salir corriendo ahora mismo.

-Lo siento, me debe confundir con otra persona- Me disculpe y me fui hacia mi casa. Salude a todos con un “Feliz Navidad. Me voy a dormir” y me dirigí a mi habitación. Me recosté y cerré mis ojos.

Pero no me dormí. Siempre me quedo hasta las cinco de la mañana para ver el amanecer. Y me sentí observada por un largo tiempo.

[...]

Mas corto que una mierda pero tengo un derrame cerebral y hambre.

Por ahora esto.

Adeos