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Ahora mismo necesito transmitir algo.
En ese caso, cantaré canciones.
Aunque los sueños realmente no existan, yo intenté cantar.
Porque al final todo...
Por otra parte, Aleya y Grimm ya estaban reclamando los dulces con los que venía aquella carta.
Fue algo más o menos así: durante la hora del almuerzo, Allen recibió esa carta la cual ahora leía miéntras Kazane veía como el gato y la bruja se peleaban por los dulces.
— Hmm... "Cada vez que lo noto, siempre te estoy mirando. Me gustaría conocerte mejor. Siempre pareces estar metida en líos, pero precisamente por eso quiero ser tu apoyo" eso dice.
— ¿No estas muy tranquila? A mí me parece una carta de amor.
Debido a la suma tranquilidad con la que leyó aquel escrito, Kazane no tardó mucho en preguntar, después de todo era la única verdaderamente atenta pues la guerra de Aleya vs Grimm seguía.
— Sería grosero leer todo en voz alta paro parece que no hay problema si no correspondo sus sentimientos, así que está bien~♪.
Canturreo Allen guardando de nuevo la carta.
— Mujer, es la quinta este mes ¿Alguien te gusta o no?
Tras callar a Grimm metiéndole un pan a la boca, Aleya con un dulce en la boca, se unió a la convinacion.
Sin querer, en una mesa cerca, algúien escuchaba parte de esa charla, se trataba de Jack, quien si bien se regañaba a si mismo por escuchar al ser de muy mala educación, al final no podía evitarlo.
Allen dió una respuesta muy vaga a lo que pregunto Aleya:
— Pues.... No podría decir que no pero tampoco que si.
Sonrió apenada.
La bruja solo hizo un mini berrinche y en contraste con ella, Kazane solo alzo los hombros como si nada para seguir con su almuerzo.
El recuerdo de esa conversación aún daba varias vueltas en la cabeza de Jack, incluso tiempo después.
