Una pequeña historia sobre como el verde y el rojo pretenden odiarse intensamente, pero, ¿realmente lo hacen?
Todo esto queda al descubierto una mañana cualquiera, donde Louis llega tarde a clase de pociones, y se encuentra con la desagradable sorp...
«Un experto fabricante de pociones puede generar un poderoso enamoramiento, pero nadie ha conseguido todavía crear el único sentimiento verdaderamente indestructible, eterno e incondicional que merece ser llamado amor.»
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Y allí se encontraba, en aquel estúpido baile de invierno, como todos los años.
Aunque no era tan malo, se suspendían las clases del día, podía comer y beber lo que quisiera, y una preciosa chica iba de su brazo.
Definitivamente era una gran noche para el chico Slytherin.
La música era genial, de un momento a otro se encontraba bailando con fervor, pero de pronto todo comenzaba a desvanecerse, y la música cambiaba radicalmente a una aburrida pero a la vez constante.
''Vaya mierda de letra'' – pensó.
Se iba a acercar a insultar al DJ, esa basura casi sonaba como su espantoso despertador
Un momento, ¿despertador?
Abrió sus ojos y de pronto se encontraba en su habitación. Malhumorado, dijo en un gruñido: - Zayn, apaga esa mierda.
Nada.
Iba a lanzarle otro insulto a su amigo, pero cuando se volteó, vio como la cama que pertenecía a su amigo estaba vacía y perfectamente tendida. Esto lo hizo fruncir el ceño, ¿es que acaso no había dormido allí?
Estaba por volver a dormirse, pero al mirar a su alrededor, vio como las tres camas restantes de sus compañeros de habitación estaban vacías igualmente.
''Mierda'' – alcanzó a decir antes de darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
Fue entonces cuando Louis cayó de golpe de su cama, soltando maldiciones en cuanto su cuerpo golpeó la vieja madera. Se levantó rápidamente y miro el feo reloj despertador de Zayn, que marcaba las 9:17 a.m.
Se apresuró a ponerse su uniforme, con algunos botones sin abotonar, la corbata chueca –realmente siempre se mantenía así, ya que él no tenía ni idea de cómo anudarla- y la bata se la puso en el camino, al mismo tiempo que trataba de acomodar su uniforme para verse un poco menos destrozado.
Corrió por los pasillos, recibiendo al menos dos llamadas de atención por parte de los prefectos, hasta que finalmente llegó al aula de pociones, aun agitado peino un poco su flequillo antes de entrar al salón.
No pasaron ni dos segundos cuando aquel aroma –el cual denomina como repulsivo- inundó sus fosas nasales, causándole casi un pequeño mareo.
Se acercó a su mesa y se sentó al lado de Zayn, diciendo: - ¿Por qué todo el salón huele al perfume de Styles? – dijo con desagrado.
Para su mala suerte, fue en este preciso momento cuando toda la clase guardó silencio, y aquella duda sin resolver del Tomlinson retumbó por toda el aula, llamando la atención tanto de la clase, como del profesor Slughorn.
