shion cloushu

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Entrando a la escuela, el piano iba a ser su próximo acompañante en la soledad de un salón oscuro, todo lo miraron de lejos, el salon de música, ocupado por un joven que solo habia asistido a una sola clase y excusado por las otras, atrayendo la atención por aquellas notas, dulces y carrasposas, llenas de arrebato y al mismo tiempo cierto calor incomprensible. Un psicópata, eso era lo que atraía en esa melodía, la melodia prohibida creada a base de muerte, la llamativa por no ser conocida por muchos, pero atrayente como la mas grande adicción. Sus dedos delicados, imposibles de ser causantes de sufrimiento, su rostro misterioso y rebosante de tranquilidad, su pelo oscuro meneandose con los movimientos lentos de una ventana abierta y el mismo cuerpo, sus ojos claros rayados en los pensamientos, ignorando a las personas que se asomaban curiosos a mirar el creador de aquella canción que acompañaba los pasos cercanos. " eres un completo misterio" susurro para si mismo causandose una sonrisa culposa mientras dirigia su mano a las proximas notas, se sentia inimaginable, un Ángel llenó de luz en la oscuridad inmensa. Recordó la noche anterior, el fuego lejano destellando en la oscuridad, denotando para si mismo que en cada paso que daba dejaba un pequeño rastro precioso de luz que sanaba todo lo que se presentaba, las llamas calurosas que habían cautivado su cuerpo al alejarse de la casa por la puerta trasera y sin testigo alguno, nadie quien le conociera, ni supiera quien era enrealidad, se sentia culpable de haber traído tanta paz a su corazón, aunque, no podía, ni pensaba compartirla. Pero incluso asi, con su brillante mar de sensaciones e impunidad, se sentía inquietó de quedarse sin suficiente vida para lo que quedaba de los dias y años, pero como todo un caballero, sabia bien que no podia ir matando por la vida sin razón alguna por mas que fuera tan fácil, no quería descuidarse por el ego de acabar con dos y salir como un pétalo sano en la flor mas marchita.
-Tu melodia es hermosa- menciono una mujer detras de él, a la cual no escuchó abrir la puerta ni pasar a su lado, dandole un susto que lo hiso tensar sus brazos y clavar los dedos en el piano.
- dios querido...- susurro derrotado por su vacilante distracción.
- ah, lo lamento, no queria asustarte, ¿no me oiste entrar?- agrego la mujer algo apenada.
- no, creo que me hundí demasiado dentro de mis pensamientos y nisiquiera oí el arrebato de tus pasos- se giro sobre la silla del piano para mirarla finalmente mientras que aun sentia toda su sangre recorrerle friamente por todo el cuerpo. Era una profesora que jamás antes o quizas en su ignorancia por el resto del mundo que le rodeaba, habia visto, tenía unos rasgos extraños, como japonesa, quizas por su altura o por sus ojos rasgados, sus pomulos emiferos o sus pequeños labios a la que quedo mirándolo sin ninguna clase de disimulo buscando exactamente algun origen de su aparición, confundiendola casi con una artista no tan famosa de violonchelo.
- ¿ estoy alucinando?- la mujer se río delicada, tapando parte de su sonrisa. Aunque nisiquiera se imaginaba que el lo decía de manera literal por no haber dormido bien por dos dias o mas.
- no... no soy ninguna clase de alucinación, soy muy real, ves- dijo acomodando parte de su cabello despeinado irritandolo un poco por haberle tocado, algo que no le gustaba mucho pero que disimulo para no dar una mala impresión desde el primer comienzo- me llamo shion cloushu, soy la nueva maestra del salón de arte y música de la escuela-
- claro, si no por que mas estarias aqui- dijo directo refregando entremedio de sus ojos sintiendo cierto cosquilleo por su desvelo y el llanto fingido por tantas horas- lo lamentó, quiero decir, es un gusto conocerte, soy noa... y creo que olvide mi apellido jjj, soy de 6 año, perdoname mi principiante bienvenida pero es que no e dormido muy bien y esta mañana no fue una de mis mejores-
- si, algunas chicas afuera me comentaron, lamentó mucho oír lo que le paso a tu novia, ojalá en paz descanse- mordió levemente su labio inferior por un largo rato con los ojos completamente distraídos mirando los zapatos rojos de la mujer frente de él, sentía que si llegaba a pararse iba a superarla en tamaño y claramente en caracter- y bueno, noto por tu forma de hablar que lees mucho- soltó rompiendo el silencio.
- si, quizás un poco o quizas cada parte de mi vida, solo que a veces me llaman aburrido por ser un poeta sin razón- ambos rieron en ese momento, acostumbraba a ser muy sincero y confiable a pesar de cualquier cosa que quisieran adjudicarle a su nombre y las cosas que nadie mas sabía, era obvio que no  estaba en su carácter tratar mal a las personas y quizas, esa era la razón por la cual nadie sospecharía o lo que lo limitaba a seguir matando sin razon alguna.
- eres muy confiado para ser un alumno- solto aquella mujer de ojos oscuros riendo aun levemente.
- o quizás tu aun no te acostumbras- respondió noa acostando su cabeza sobre la parte mas cercana al piano- ¿ no estas acostumbrada verdad? A que la gente te hable con tanta confianza, aqui es normal o puede que yo lo tome normal, soy algo inexperto en el concepto- la mujer que no pasaba de los 23, sonrió de costado acomodando su cartera rosa en su hombro.
- bueno sere tu profesora pronto asi que, profesora cloushu desde este momento-
- ¿y si mejor señorita cloushu? Creame que la mayoria de los que le tocara de alumno apenas notarán el detalle- los ojos directos del muchacho pusieron nerviosa a la resiente profesora, apenas y se habia calificado para el trabajo y como lo habia mencionado él chico que le hablaba, no estaba acostumbrada a las informalidades del nuevo pais que ahora residenciaba.
- soy... una violinista, toco el biolanchelo, tu forma de tocar el piano podria llevarte a competir en las mismas audiciones en las que yo estoy, les gusta el profesionalismo-
- si, se quien eres señorita cloushu, pero no soy profesional, solo es un hobby de fin de semana- pronunció cerrando la tapa del piano con cuidado de que no chocara con fuerza.
- entonces talento nato, es igual para competir, si estas bien en la escuela podria darte una razón para faltar a clases o quedarte horas estra en el colegio-
- que recomendación mas extraña proveniente de una profesora- agregó cerrando su cuaderno en donde sus canciones estaban anotadas- pero conveniente,... creo que necesitó distraer mi mente- sus ojos se perdieron completamente en el silencio por unos instantes, la idea no era mala, despues de todo ayudaria como coartada y al mismo tiempo como algo beneficioso para su propia obra maestra, una forma o excusa para sacarla a flote, de presentarla con toda la admiración y elegancia  que merecía, o refinarla, ya que admitía el talento que aquella mujer cargaba en sus manos- de hecho, tengo... una pieza musical que necesita... un sonido mas refinado que un simple piano, ¿podria ser mi compañera si me atrevo a presentarme en esa competencia?-
- claro, y cuando recuerdes tu apellido podrias decirmelo-
- oh, claro, noa shelybin deimonth- se sosego por unos instantes por aquella sonrisa tan peculiar, no muchas veces se sentia tranquilo hablando con las personas, pero la facilidad de la charla con aquella mujer era totalmente diferente causandole una pegadiza sonrisa de esas que no le regalaba a cualquiera - un placer conocerla-
Se habia quedado pensando largas horas sentado en su pupitre
luego de que todos sus amigos y compañeros le mostraran su mas sentido pésame, habia tenido tiempo para sentarse y pensar lo que habia pasado en aquel salon sin siquiera el haberlo pedido, casi parecia un regalo del universo por el buen trabajo que habia hecho, alguien que pudiera completar finalmente su obra maestra e incluso refinarla si es que aun le faltaba algo, aunque presentia sin duda, que nada en adsoluto podria mejorarle además de la balada del violonchelo. Estaba esperanzado en que la semana pasara pronto para que finalmente delante de toda su clase se pudiera escuchar toda la partitura completa y esta ves con aquel sonido tranquilo, podría ser que hiciera un conjunto con otro de sus mejores amigos, aunque sentia que iba a arrepentirse, se habia sentido tranquilo a solas con aquella que solamente podia reconocer como una mujer, podía finalmente reconocerle a su hermana que habia sido una buena idea haber ido a la escuela ese dia, de hecho en cierta forma le relajaba, por que no le alegraba pensar que aquel encuentro no se hubiera dado con su persona, aunque en parte, sabia que nadie podria haberla hecho reír como el lo hiso.
Al dia siguiente en las clases próximas, habia ignorado algo importante, estaba escribiendo tranquilo para poder adelantarse a la clase del maestro cuando la noto entrar por la puerta, llevaba un hermoso vestido de flores que resaltaba en delicadeza con sus labios pintados de rojo vívido y su pelo oscuro cortó con pequeñas ondas, sentia que conocía cada facción de la misma con tan solo haberla visto, o posiblemente no se la habia podido sacar de la cabeza desde el momento que la conoció, no quería ilucionarse, pero al mismo tiempo se sentia en su derecho.
-Buenos dias clase, buenos dias noa- mencionó dedicandole una sonrisa que simplemente demostraba ser solo para él. Se suponía entonces que ella se encargaba de la mayoria de las clases de arte de ese cursó y primero, no queria ser demasiado obvio, pero la miraba con atención, le intrigaba su forma de ser, y como siempre hacia con cada persona, analizo parte de sus gentos, movimientos y hasta como hablaba para mas adelante reconocerla entre cualquier multitud. Siempre habia tenido la asombrosa habilidad de poder leer a las personas como si fueran historias, hacer redactaciones completas de sus detalles, cosas que los destacaran y diferenciaran, acostumbraba a mirar fijamente, analizando la clase de persona que estaba cerca de el para hacerla o no parte de su vida. Sus ojos no eran facil de ignorar, por lo que shion sabía quién le estaba mirando, no se sentía incómoda y ese era el principal inconveniente, los rasgos de aquel muchacho buenmoso, su atosigante forma de mirar, su pelo acaramelado y sus manos, sus manos eran lo que mas le gustaba, aunque no lo supo bien hasta que estas se rozaron por mera casualidad, le entregaba un simple poema pedido para ese mismo instante, uno que solo era para ir conociéndo la forma de escritura de cada uno de sus alumnos, sin embargo, casi sin quererlo, sus manos se encontraron, asi sintiendo la delicadeza y el calor emanado de las mismas, comprendiendo mucha de su desdicha pesima suerte:
- ¿lo... lo has terminado?- pero no dijo adsolutamente nada, siguió su camino hasta su pupitre, hablando con sus amigos, comentando cosas sin ninguna relación, a veces mostrandose distraído y luego de ese momenta ella fue la que no podía sacarle los ojos de enzima, aunque claro, nada era una casualidad, noa sabia jugar bien sus cartas. Luego de aprender de cada persona, conocia exactamente como concretar sus palabras y actitudes como si se adactara para demostrar la pura sencillez de su perfección, siempre logrando la atención y la amable atracción inconsciente de cada persona que conociera, por esa misma razón bien se sabia que incluso sin que el insistiera nunca resivia un no por respuesta o malas palabras dirigidas a su nombre sin que estas se devuelvan totalmente pintadas de blanco y de pura maldad, sabia como arraigar los escenarios a su favor, incluso de la peor situación e incluso si un dia perdía el control, su rapido pensamiento sienpre buscaba salidas de incluso el mas hondo o confuso pajar y asi tambien enredando a mas personas a su telaraña controladora como conveniente.
Reconocía sentirse diferente, mas realizado, ahora mas claro con sus emociones o simples razones para cada cosa, sintiendose capaz de conseguir todo lo que quisiera, con sus palabras dulces, sus ojos sublimes y sus acciones inpunides, y eso era lo que lo convertia en un angel intocable, por que incluso con quien que supiera alguna cosa mala que el hubiera hecho, todo era tan perfectamente complicado que nunca llegaban a adjudicarle cosas malas. En esos momentos que lo pensaba, ahora que ignoraba por completo incluso las mirada de sus compañeros, recordaba que quizás, no habia sido la unica vez que se habia encargado de que las personas encontraran su merecido, después de todo solia recordar a veces que personas llegaban a sentirse tan culpables por ser malos con élque hasta deseaban la muerte, y el completamente tranquilo los tentaba a la decisión final. No era como si realmente fuera su culpa, pero ahora entendia que adoraba ser esa clase de mostruo, por que se sentia justificado por su propia pena o por sus pensamientos confundidos, quizas tomandolo como una etapa mas, inevitable de su joven edad, :seguro seria la ultima ves" menciono para si mismo " entiende, estábamos tristes" y por eso mismo su calma incomparable en esos momentos.
- ¿ como lo haces? - pregunto uno de sus amigos sentado de junto, al mirarlo distraído en la ventaba.
- ¿ como hago que?-
- estar tan calmado, siendo que de seguro te duele mucho-
- ¡pues es obvió que le duele tadeo! Que pregunta mas tonta, no ves que hasta esta distraído- pero no sentia nada en particular en esos instantes y estar distraído nisiquiera era por voluntad, simplemente no dejaba de pensar en los hechos, quizas en el fondo si se sentia mal por todo lo que pasaba, pero se ocultaba en un velo profundo de una existente ira que aun le abrumaba.
- si... me duele bastante...- mencionó rompiendo el silencio casi en eco, haciendo tambien que la charla de algunos demas compañeros se detuviera, quizas si lo admitía lo sentia- me duele... pero no quiero pensarlo,...creo que solo estoy esperando... a que vuelvan- mencionó frío, totalmente perdido, sabia que no iban a volver pero que parte de ellos estaba en su ser y con volver podria referirse a él, que ya no era el mismo desde aquella primera noche. ¿ acaso estaba mal? Ellos lo cambiaron, no era su culpa e inmediatamente su rostro cambio a un semblante puramente molestó asustando a los que estaban a su lado, que nunca lo veian en ese estado.
- tranquilo amigo, no te molestes- mencionó uno apoyando su mano en su ancha espalda.
- m, no, no estoy molesto, solo... casado...- estaba harto de dar excusas, estaba harto que todos quisieran recordar a esos dos medioscres que ya estaban en su propia tumba personalizada, le fastidiada ser el centro de atención por razones no propias.
-¿Vaya sigues sin poder dormir?-
- sabes que nunca lo hago Tony-
Shion no había escuchado mucho de la conversacion, pero quizas lo suficiente para poder entender algo de todos los rumores que la escuela estaba soltando el dia anterior, se preguntaba si quizas esa era la razon de su mirada distraída o el por qué de ignorar por completo en mundo que le rodeaba por momentos, asi atrayendo mas su atención y agregandole la sensacion de su tristeza.
- eres fuerte- mencionó al momento en que ya las clases se dabo por terminadas, el se encontraba guardando sus cosas y sus amigos adelantándose, cuando sintió la necesidad de alagra lo valiente que se  mostraba, creía saber entonces que era lo que aquellos ojos ocultaban, aquellos que la miraron cuidadosos de mirarla directamente- se lo que ocultas... pero no esta mal lo que sientes..., no se mucho.... pero tus ojos lo dicen...estas triste... y lo ocultas...- noa no dijo nada, le parecia tierno su pobre compasión, tan humano de su parte que la dejo hablar mientras que el solo mantenía la mirada baja y el cuerpo algo encorbado cerrando el cierre de su mochila. Al momento de pararse erguido y tener que agachar la mirada para poder mirarla, pudo notar como esta se alejo un par de pasos atras por la no tan obvia diferencia, era tan cual lo pensaba, pequeña y grande de corazón, influenciable o quizás muy adorable, pero incluso en cualquier pensamiento no se dio un alto cuando, apesar de esta dar pasos atras a los suyos, le abrazó como si realmente lo necesitara, era totalmente un engaño fatal, pero conveniente a lo que buscaba.
- estoy bien- solto con su voz ronca y tranquila, así comprandola totalmente y dejandola encantarse por el sonido de la misma, sabia como su voz podia ser ciertamente encantadora y como resonaba en las personas, queria que ella no notaras,  que le recordará diciéndolo casi sobre su cuello, dejándole como elección de pensamiento aquel momento juntos.
Clousho entonces comprendio que noa no era como cualquer otro joven, no lo parecia ni en caracter ni en persona, la hacía sentir pequeña y al mismo tiempo como la protectora de un niño, o almenos por esos momentos en la que se dejo a medio caer en sus brazos, afirmando aun mas su fuerza de voluntad con aquellas palabras " estoy bien" como si tan solo quisiera ocultar aun mas lo que le era obvió, creia que eran mentira, que seguro se sentia fatal pero que no se permitía sentirlo, aunque él lo decia con toda razón, estaba bien, pero aun asi aceptaba el ofrecimienti de su compasión y se dejaba querer con un abrazo que afienzaba aun mas el mismisimo interes que estaba dispuesto a ganar de aquella mujer. Se fue entonces sin decir nada, sin preocuparse en mirar a sus espaldas para ver su mirada, sin parar ni un solo momento sus pasos, sabia que eso era precisamente lo correcto, y como queria creer, ella lo miro por la ventana del salón mientras se iba a su hogar, lo miro alejarse y el mismo se sonreia complacido de formarle toda una encantadora y aleatoria escena, aquella que seguro esta mantendría en mente, tanto por no estar acostumbrada, como por simplemente ser inesperada y detallada, planeada en cada microsegundo para ser bien recordada, una de las cualidades mas sutiles y crueles de aquel Ángel que el reconocía ser.
" se que me recordaras" dijo en susurros mientras se marchaba de sus vista.

Los Ojos De Un AngelWhere stories live. Discover now