Capítulo 3

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La Madriguera y la Desgnomización

Narra Harry

-¡RON! -exclamé, mientras que junto con Lily fuimos a la ventana y la abrí para poder hablar con él a través de la reja-. Ron, ¿Cómo has logrado? ¿Qué...?

Lily y yo nos quedamos boquiabiertos al darnos cuenta de lo que veíamos.

Ron sacaba la cabeza por la ventanilla trasera de un viejo coche de color azul turquesa que estaba detenido.

¡Ni más ni menos que en el aire!

Sonriéndonos a nosotros desde los asientos delanteros, estaban Fred y George, los hermanos gemelos de Ron, que eran mayores que él.

-¿Todo bien, Harry, Lily?

-¿Qué ha pasado? -preguntó Ron-. ¿Por qué no han contestado a mis cartas? Les he pedido unas doce veces que vinieran a mi casa a pasar unos días, y luego mi padre vino un día diciendo que te habían enviado un apercibimiento oficial por utilizar la magia delante de los muggles.

-No fuimos nosotros, pero ¿Cómo se enteró?- preguntó Lily.

-Trabaja en el Ministerio -contestó Ron-. Saben que no podemos hacer ningún conjuro fuera del colegio.

-¡Tiene gracia que tú nos lo digas!- repuse, echando un vistazo al coche flotante.

-¡Esto no cuenta! -explicó Ron-. Sólo lo tomamos prestado. Es de mi padre, nosotros no lo hemos encantado. Pero hacer magia delante de esos muggles con los que viven...

-No hemos sido nosotros, ya te lo hemos dicho..., pero es demasiado largo para explicarlo ahora. Mira, puedes decir en Hogwarts que los Dursley nos tienen encerrados y que no podremos volver al colegio, y está claro que no podemos utilizar la magia para escapar de aquí, porque el ministro pensaría que es la segunda vez que utilizamos conjuros en tres días, de forma que...- dije pero Ron me interrumpió.

-Deja de decir tonterías -dijo Ron-. Hemos venido para llevarlos a casa con nosotros.

-Pero tampoco ustedes pueden utilizar la magia para sacarnos...- dije.

Mire a Lily quien me rodó los ojos y rió después de este tiempo de encierro.

-No la necesitamos - repuso Ron, señalando con la cabeza hacia los asientos delanteros y sonriendo-. Recuerdan a quiénes he traído conmigo.

-Ata esto a la reja -dijo Fred, arrojándonos un cabo de cuerda.

-Si los Dursley se despiertan, nos matan- comente, mientras Lily ataba la soga a uno de los barrotes de manera fuerte y con una sonrisa de oreja a oreja.

Fred aceleró el coche.

-No te preocupes -dijo Fred- y apártense.

Nos retiramos al fondo de la habitación, donde estaban Hedwig y Black, Lily los miro a ambos y parecían haber comprendido que la situación era delicada y se mantenían inmóviles y en silencio.

El coche aceleró más y más, y de pronto, con un sonoro crujido, la reja se desprendió limpiamente de la ventana mientras el coche salía volando hacia el cielo.

Ambos fuimos a la ventana y vimos que la reja había quedado colgando a sólo un metro del suelo.

Entonces Ron fue recogiendo la cuerda hasta que tuvo la reja dentro del coche.

Lily se quito su brazalete y vi que me sonrió, al parecer aún están dormidos los Dursley.

Después de que Ron dejara la reja en el asiento trasero, a su lado, Fred dio marcha atrás para acercarse tanto como pudo a la ventana de Harry.

Mellizos Potter ¿Herederos De Slytherin?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora