Estoy volviendo a subir el capítulo de hoy porque muchas personas me dijeron que no se veía la foto. Iba a subirlo mañana, pero me pareció justo subirlo hoy.
Les pido perdón por la tardanza, estoy con finales y me cuesta tomarme un tiempo para escribir.
Otra cosa que quería aclarar es la duración de los capítulos; son muy cortos, y les pido disculpas, pero no tengo mucha inspiración para esta novela. Además, su atención tiene que ir más a sus redes sociales.
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A agussierra, gastondalmau y 6.586 personas más les gusta esto.
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- ¡No me grites así! - Se escucha un grito del fondo de los pasillos del baño del boliche. Automáticamente, todos miramos a esa dirección.
(Boliche es un término utilizado en Argentina, para referirse a una discoteca)
- ¡Flaco, sos insoportable!
- Micaela, no hice nada. ¡Estás loca!
Esa voz la reconozco.
- ¿Loca? ¿Yo loca?
- ¡Si, vos! ¡Saltaste porque viste que seguía a tu hermana en instagram, sos una exagerada!
Desde el ángulo en el que estabamos, se podía ver perfecto a la chica; por un segundo creí que la conocía, pero no creo que sea así. El chico con el que discute no se llega a ver por el juego de luces del boliche.
Se acercan corriendo los guardias, segundos antes se ve como ella atina a pegarle a él en el pecho. El chico no responde a sus golpes, la respeta a pesar de su locura.
Los guardias se asoman entre la gente con la chica adelante. Puedo observarla mejor, realmente creo que la conozco. Pasa el chico atrás, pero más calmado. Escucho una carcajada bien fuerte que creo viene de Agustin. Entiendo el por qué cuando observo bien a la persona.
- ¿Ese no es Peter? - Eugenia suelta con muy poca naturalidad.
Suelto una risa decepconada.
- Si, es Pedro.
- Es un pelotudo - Responde Agus con bronca.
- Así mil no lo veía - Dice Gas.
- Che, igual la mina re loca. ¿Qué le pasaba? - Eugenia me mira.
- Si, que se yo. Era la novia.
- No creo que siga siendo la novia después de estás escena de celos medio absurda.
- ¿Vos decís?
- Yo digo. Lo conozco.
Después de la situación, Eugenia me dijo que quería ir al baño y la acompañe. Pasaron dos horas y ya eran las 6 am, por lo tanto, el boliche estaba cerrando y teniamos que partir hacia nuestras casas.
Cuando estaba saliendo por la puerta del lugar, sentí la necesidad de mirar hacia un costado, con la ilusion de que siga ahí. Y no me equivoque, ahí se encontraba, sentado en el cordón de la calle, agarrandose la cabeza con las manos. Lo mire fijamente, buscando que sus ojos verdes conecten con los mios; quería demostrarle que no tiene la culpa, quería hacerlo sentir seguro, y sabía que con una mirada él podía entenderlo. Y me miró, yo le sonreí, él solo optó por mirarme con los ojos brillosos, no se movio de su lugar y no hizo ningún gesto. Seguí caminando hasta mi auto.
