Capítulo 11

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Estábamos esperando apoyados en el capot de una camioneta.

—¿Hace cuando está perdida la niña?—preguntó el dueño de la granja.

—Tres días—respondí.

Maggie se acercó, empujándome un poco brusco haciéndome chocar con Andrea. Había traído un mapa que mostraba las elevaciones y el terreno. Alguien se levanto con el pie izquierdo.

—Está bien—habló Rick— Dividiremos el área e iremos en grupos reducidos.

—Tú no—lo frenó Hershel— Hicimos tres transfusiones, no durarías cinco minutos con este sol y te desmayarías. Y tú —señaló a Shane— Si fuerzas el tobillo estarás en cama por un mes.

—Iré yo. Iré por el arroyo y empezaré desde allí—se ofreció Daryl.

—Te acompañaré, y no acepto un no como respuesta —hablé.

Caminé hacia la caravana para preparar lo que llevaría. Shane comentó que daría lecciones para disparar.
Apenas terminé, salí y me senté debajo de un árbol cerca de la casa rodante. Pude observar a Glenn hablar con Maggie. Una vez la chica se fue me acerqué al coreano.

—Y... —dije alargando la y.

—¿Que? Iremos solo a buscar antibióticos—río.

—Ya te vi picaron, me doy cuenta cuando te tiran onda. Sería la primera vez —solté una carcajada.

—Ja  ja, estás muy chistosa. ¿Por que mejor no vas con Daryl a buscar a Sophia?

—Eso haré—lo golpeé en el brazo y me fui en busca de Dixon.

Cuando encontré al susodicho, corrí hasta a su lado. Pero apenas llegué me apuntó.

—Está bien, me rindo—alcé las manos— Te dije que me esperes —me crucé de brazos.

—La próxima no te aparezcas así, casi te mato—dijo serio.

—Okey, okey...

Recorrimos el bosque un largo rato hasta que dimos con una casa muy abandonada. Entramos y nos dividimos, Dixon abajo y yo en el piso de arriba. Luego de estar revisando, bajé para ir con Daryl que estaba afuera, viendo unas flores raras y me acerqué.

—Nunca vi estas flores, ¿y tú?

—Son rosas Cherokee. Cuenta la historia de los soldados americanos cuando expulsaron a los nativos de sus tierras por el sendero de las lágrimas, las madres cherokee lloraban mucho porque perdían a sus hijos en el camino. Por la enfermedad, la interperie y el hambre. Los ancianos de las tribus pedían una señal para animar a las madres, y darles esperanzas. Estas flores crecían al día siguiente justo donde habían caído las lágrimas de las madres... No soy tonto, pensando que crecerán flores por mi hermano.

Hizo una pausa, me arrodillé a su lado y Dixon arrancó dos rosas que había, me extendió una y la otra se la guardó a Carol.

—Eres una gran persona Daryl Dixon y me alegra haberte conocido —sonreí y comenzamos a caminar.

—En realidad te lo tendría que decir a ti... quisiste volver por mi hermano a Atlanta, un completo idiota que no conocías y eres la única que no me trato como un bicho raro, eres especial mujer, como un ángel—sonríe, coloca su mano en mi cabello y lo revuelve. Ambos reímos.

Seguimos caminando hasta llegar a la granja. Ya era de noche. Dixon se fue a su tienda, la más alejada de todos y mientras me iba a la caravana vi una sombra a unos metros. Me acerqué y era Lori, se la notaba preocupada y fui hacia donde estaba.

Looking for Love (Daryl Dixon y Tu) (En Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora