2=II

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Capítulo dos

El bullicio de la gente hablando taladra mis oídos y mientras más pasa el tiempo desearía estar en mi casa, tranquila, con mis barras de granolas viendo series turcas en mi computador.

¿Pero tu no eras la que odiabas los cliché?

Los odio en la vida real, pero no en el mundo ficticio de una novela.

Sabes que eso te contradice, ¿no?

Ruedo mis ojos y doy un largo suspiro, jorobo mi espalda y observo como mi Quero habla tan animadamente con su mejor amigo, que por ende, también lo es para mí según ella, pero yo lo considero más como un conocido.

Un conocido que gusta de ti y está obsesionado con eso de que somos su mate, que no se te olvide.

Gracias por aclararlo, Fally.

De nada, para eso estamos.

Niego internamente y examino su vestimenta del día. Un pantalón rasgado, camisa ancha y una chaqueta jean junto a unas zapatillas de marca.

Todo un prepuber.

—¿Qué pasa, Jexi? Hoy te noto callada —su voz suena rasposa y giro hacia la tarima donde ya están dejando todo listo para la presentación de los hermanos Dhall —¿quieres salir de aquí? ¿te gustaría que te lleve a tu casa?

Abro los ojos tanto como puedo y niego efusiva, —No, gracias. Le tengo miedo a las motos, especialmente a la tuya.

Quero me da un manotazo en la espalda y con mi mirada más bonita en el mundo la veo directo a los ojos. Que se note el sarcasmo.

—¡Oh vamos! Algún día dejaras el miedo y es mejor que sea ahora que después.

Junto mis cejas y sonrío —¿tú no eras la que quería que yo me quedara en la fiesta de los Dhall?

—Y es por eso precisamente que eres mi mejor amiga —me abraza por los hombros y niego divertida.

El micrófono al prenderse hace el típico eco llamando la atención de todos y el director toca tres veces el mismo antes de hablar. Carraspea —Buenos días, jóvenes. Hoy, como bien sabrán, es la despedida de nuestros honorables estudiantes estrella y para ello pido que pase adelante la señorita Kayla Danielle Dhall, nuestra mejor estudiante. Pase adelante, por favor —el director se hace a un lado y le da paso retrocediendo hasta perderse en una esquina de la tarima.

Veo con detenimiento a la persona que sube un poco el micrófono para disponerse a hablar y recuerdo justo lo que me dijo en el baño.

No es de esperar que sea la mejor si te pone a reflexionar con una sola línea.

“Sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podemos llegar a hacer”. William Shakespeare —observa hacia ambos lados de las gradas —Muy buenos días, estimados compañeros. Hoy, tengo el honor de venir acompañada con dos de mis tres hermanos dado a que mi hermana menor ya comenzó sus estudios en la universidad, pero de igual modo ella les desea éxitos en sus estudios —sus manos se posan delicadamente sobre el podio —En este día, como lo dijo el director, estamos aquí para anunciar nuestra despedida con una fiesta que también será tomada como un adelanto de la fiesta de graduación en pocos meses para los estudiantes de último año —todas las personas empiezan a gritar, silbar, aplaudir haciendo imposible que Kayla continúe con su discurso, alza la mano levemente y en menos de un minuto todo queda en silencio otra vez. Ojalá ser ella —además, debo añadir que esta fiesta tendrá un beneficio para dos persona como regalo de la familia Dhall —se hace a un lado —Elián, Yannick —ella los llama y ambos caminan hasta llegar a su lado —¿podrían explicar de qué se trata?

El Chico Dhall ©Where stories live. Discover now