LOS GEMELOS SUZUKI [MAIRIMASHITA IRUMA-KUN]

Sorpresa

Era un fin de semana libre de tareas, Kalego había sido menos estricto con eso, así que los gemelos podrían ir al Magical Street unas horas para ir a comer y dejar descansar a Opera un muy largo rato, su abuelo estaba en un reunión con los profesores ya que habían liberado a Kirio pero lo pondrían bajo la tutela y suma vigilancia de Balam Sichirou, y si, Balam estaba tomando la decisión de aceptar ya que planeaba experimentar de manera segura con el joven y remover aunque sea el detonante de su ser primitivo, podría manejar incluso a alguien poderoso como Asmodeus Alice, así que con Kirio no sería tanto problema, estaba ansioso por arreglar a Kirio.

Ahora bien volviendo a con los gemelos, ellos estaban en varias tiendas comprando ropa de su gusto, comiendo por montones y siendo ellos mismos, Iruma mostraba ternura con esas gafas redondas, e Iruka mostraba unas opacas que se ajustaban a su personalidad de diva, pasaban desapercibidos por muchas personas así que la situación no importaba.

Por la tarde y más tranquilos emprendieron el viaje de regreso a la mansión, platicaban de cosas banales, hasta que escucharon quejidos de algún animal, era sutil el ruido pero ambos podían escucharlo, fueron de inmediato a ver ya que se escuchaba en algunos arbustos; al llegar a la fuente del sonido vieron a un perro demoníaco gravemente desnutrido, tenía el pelaje color grisáceo muy enredado, una de sus alas estaba hinchada por algún golpe recibido, la pobre criatura miraba a los gemelos pidiendo auxilio, Iruma se quitó su chaqueta y se la dio a su hermano, se agachó con cuidado y cargo al animal, Iruka alarmado le llamo la atención.

- Iruma que estás haciendo ¡sueltalo! Nos van a regañar si lo llevamos a casa

- Sabes que el abuelo no nos dirá eso

- ¡ME REFIERO A OPERA, EL SI NOS VA A REGAÑAR SI LO LLEVAMOS CON NOSOTROS SIN AVISARLE!

- Puedes llamarle a Opera en el camino de regreso, es seguro que comprenderá

- Bien, pero yo te lo advertí,como ahora tu andas de terco mejor no digo más

Lo que quedaba de camino Iruka hablo por teléfono con Opera para explicarle un poco el asunto, Opera no dijo nada así que lo tomaron como que si les dejo llevar al animal.

Llegaron a la mansión unos minutos más tarde, Iruma entro primero y después su hermano, y frente a ellos estaba Opera un tanto disgustado.

- Yo no di autorización

- Pero Ope...

- No,¿Se dan cuenta que puede traer algo de lo cual ustedes fácilmente pueden enfermar por qué son humanos? Son mucho más vulnerables

- Opera...por favor déjanos tenerlo,yo creo firmemente que debemos darle una mejor vida, como el abuelo nos la dio a nosotros, y yo quiero que viva más tiempo...incluso puedo hacer muchas cosas como trabajar para poder comprar lo que ocupe, si mi hermano no quiere cuidarlo, pues lo haré yo sólo, no quiero dejar que sufra de hambre o de frío nunca más

Iruma miraba serio a Opera, en ningún momento dudo de sus palabras, el realmente estaba dispuesto a volver a trabajar solo para poder mantener a una criatura semi canina, Iruka tocó el hombro de su hermano y miro a Opera del mismo modo.

- No voy a dejar a mi hermano solo en esto, así que ambos trabajaremos por nuestra nueva mascota y nuevo miembro de la familia, no nos importa si tu o el abuelo no están de acuerdo, alguien merece una nueva oportunidad, así que aquí se define si contamos o no contigo

Opera nunca pensó que ambos chicos le hablaran de ese modo, incluso en sus épocas como estudiante ningún ser vivo le había dado la cara con ese porte y actitud solo para llevarle la contraria, hasta que los gemelos lo hicieron, en pocas palabras lo dejaron sin habla.