|[°Capítulo 24°]|

754 60 4
                                    



-Mi mirada se desvió rápidamente hacia el suelo... mi plan era conquistar a Geoffrey, ¡no casarme con este... señor! Y peor aún, ¡quiero odiarlo! ¡Necesito odiarlo! Sin embargo, solo estoy sintiendo lástima... lástima por amar y creer ser amado por una chica que nunca será tuya. Por imaginar un bello futuro, con una persona que solo quiere destruirte... y, aun así, a pesar de todo; a pesar de las lágrimas, del odio, del amor, de la pasión, del pasado, del desagrado, y del miedo... siento que mi futuro realmente puede encontrarse con tal hombre canoso.

Las personas del lugar comenzaron a aplaudir, sacándome de mis pensamientos, y nuestros acompañantes chocaron copas, por el gran y futuro suceso. Limpié mis lamentos, y sonreí, nuevamente... con el alma entre las manos, y las lágrimas entre mis pestañas...-


Daniel: ¡Siquiera se les ocurra invitarme a la boda! -alzó la voz, con una sonrisa entre sus dientes- ¡Estoy muy celoso!

T/N: No debes estarlo. También te casarás, algún día -comenté con una falsa mueca de alegría... en realidad me estaba rompiendo; estaba rota. ¿Celoso? ¿Celoso por ilusionarte con una mujer que nunca te amará? O acaso... yo, ¿podría llegar a amarlo? Dudosamente, observé al castaño, para asegurarme de que se acercase a irrumpir esta inútil conversación, pero esperadamente, él nunca se acercó. Siquiera mostró una expresión de dolor... ¡que ilusa fui al creer que se me acercaría! ...-

Geoffrey: Preciosa... esta es la mejor noticia que he recibido en años...-añadió mi contrario, con felicidad. Sus ojos brillaban, y eso dolía aun más-

T/N: Estoy pensando en perdonarte por todo el daño que le causaste a mi familia...-murmuré, apreciando su mirada, puesta en la mía-

Geoffrey: ¿Disculpa? -contestó con confusión, para luego volver a sonreírme- No te oí

T/N: Nada...-reí, leve- Iré a tomar un poco de aire... "cariño" ...


-Me levanté cabizbaja del asiento, y me encaminé rápidamente a las afueras. Ya no tenía un hijo en mi vientre, por el cual dejar de lado los cigarrillos; analizando tal pensamiento, retiré uno y lo encendí. El humo de aquel cigarro lograba ahogarme, y esa era la razón por la cual lo hacía. Prefería ahogarme en el humo de tal vicio, en vez de enfrentar mis propios problemas... ¡qué mal está! ¡Lo sé! Pero por un momento, solo quiero dejar de vivir en la realidad, y desaparecer de esta mierda de vida que me tocó. Qué lindo se sentiría ser una pequeña niña, o, qué lindo se sentiría ser una adolescente ingenua... sin tener que asesinar a personas inocentes, o amar a alguien que siquiera puede pelear por ti. Qué lindo se sentiría también, ser una mujer que tuvo un hijo, o hija, en su primer embarazo... nunca haber perdido a tal bella criatura, creada por el amor de sus padres, o por una pareja que simplemente quiso divertirse, teniendo una noche de pasión. ¿Por qué a ese tipo de parejas... les toca criar a un bebé, y a mí, que tanto lo anhelé... no? ¿Por qué algunas chicas deben criar hijos de un hombre al que no quieren en sus vidas, y yo, que adoraba inmensamente a Jungkook, no? ¿Por qué tengo que sufrir tanto, y por diversas razones?

Apoyé mis brazos en el balcón, y suspiré hondamente-


—: ¿Por qué también, no te animas y luchas por tu chico? ¿Por qué no cumples luego tu misión, y vas por Jungkook? -clamó, con un sutil tono de voz-

T/N: ¿Qué? -susurré exhausta-

—: Estabas pensando en voz alta -respondió, riendo un poco-

Matar o Morir... Imagina con JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora