Los cuentos de hadas, ese pequeño cuento de un principe que rescata a una princesa de su cruel vida, muchas veces pensamos que suele ser simplemente lo que es, un cuento de hadas sin la mas minima posibilidad de hacerse real.
¿No?
Pero un caso sería...
Al llegar la rubia su casa lo primero que hizo fue ponerse a buscar en su closet, algún vestido que o algo con lo.que pudiera hacer algo, busco y busco y lo único que encontraba eran harapos o ropa vieja, y justo cuando iba a darse por vencida, encontró un peculiar vestido blanco, el cual si mas no recordaba lo había tirado Evelin, pero al ver la rubia que estaba en buen estado, decidió tomarlo, pues nadie sabia si lo iba a necesitar para alguna ocasión, y sin pensarlo la ocasión estaba a punto de ocurrir.
Lo miro un poco y estaba bastante bonito, pero no era del todo su gusto, pues era algo largo y con mangas, pero como todo tiene solución, lo comenzar a mirar de arriba a abajo, para ver en donde le podía hacer unos pequeños retoques. Luego de pensar por unos minutos, decidido que le cortaría la parte de arriba dejando al descubierto los hombros, y que lo cortaría un poco, a bajo de las rodillas, y que le pondría un pequeño encaje blanco que coservaba, de todas formas seguramente Evelin no se molestaría. Pero lo haría después ya que tenía que ir como de costumbre a hacer su presentacion.
Al día siguiente la rubia despertó algo cansada, pero con muchos ánimos así.que tomo una ducha de agua fría, y luego se puso unos jeans con una remera blanca y unos zapatos viejos que eran los que usualmente usaba, y partió hacia su trabajo. Y al llegar se percato que había un montón de personas, y decoración por todos lados se ocupaban de poner mesas, adornos flores y miles de cosas más, y obviamente Cherly estaba encargada de supervisarlos o mas bien de gritarles, la rubia se desconcerto un poco pues según tenia entendido la fiesta era en dos días, y parecía que estaban arreglando todo para mañana, así que rápidamente sin ser presenciada camino rápidamente hacia la puerta trasera, y entro por la puerta de la cocina.
-Alice- ¿Porque todo el alboroto a fuera? -pregunto incredula la rubia.
-¿A caso no sabes? Mañana es el baile- informo la rubia mayor
-¡¡¡¿Que?!!! ¿No era en dos días?- pregunto asustada la rubia
-Si, pero la señorita Cherly convenció a Jughead que se realizará mañana- dijo din restarle importacia- ¿Sucede algo?- pregunto incredula, pero antes de que la rubia pudiera decir una sola palabra apareció la pelirroja.
- Hola -saludo con una muy fingida sonrisa- lamento mucho Betty que no puedas asistir al baile mañana- dijo "comprensiva"
-¿Y por que no he de ir?- pregunto con sarcasmo alzando una ceja
-Pues para una persona como tú -dijo mirándola de pies a cabeza- no creo que puedas conseguir un vestido tan pronto -exclamo la pelirroja, mientras que la rubia solo la miraba con sarcasmo y con una pequeña mirada de enojo -pero creemelo me encantaría que rstuvieras- dijo con "ternura"
-Si...- dijo la rubia moviendo la cabeza lentamente mientras se mordia el labio, pues le causaba coraje ver como la pelirroja trataba de hacerle la vida imposible- A y aprovechando que estas aquí, llévame un poco de jugo a mi, y mi amiga Toni, te esperamos en el jardin- dijo para luego salir de la cocina
La rubia sabía perfectamente las intenciones de la pelirroja, pero no pensaba darle ese gusto de no asistir al baile.
La ojiverde tomo la limonada que Alice había preparado para la pelirroja y su amiga, así que la llevo y al llegar hacia el jardín lo primerque recibió fue la mirada de desprecio de ambas chicas.
-Buenas tardes señoritas- dijo poniendo la jarra de limonada sobre la pequeña mesa
-Con que esta es la que coqueteando con Jughead- dijo con sarcasmo la morena mirando a la rubia haciendo que la ojiverde se sonrrojara.
-Asi es- dijo revoloteando los ojos- bueno que esperas sirvenos la limonada- dijo con disgusto
La rubia la sirvió rapidente, en los vasos para ambas chicas, pero justo cuando estaba dándole el vaso a la pelirroja, derramó un poco de jugo sobre la mesa, lo que no me gustó mucho a la pelirroja, así que en su momento de enojo tomó la jarra de limonada y se la tiro encima a la rubia, la cual se aguantaba las ganas de llorar, mientras que la morena reía a carcajadas y la pelirroja ponía una sonrisa victoriosa. La ojiverde salió corriendo del lugar con lagrimas en sus ojos, y corrió hasta llegar a su habitación, en la cual se hecho en el piso a llorar y llorar desconsoladamente, pero Alice la cual vio a la rubia en esa situación, la siguió, y comenzó a abrazarla, y ambas sintieron algo muy raro en ese abrazo, era algo inexplicable para ambas, pero lo único que les importó fue no separarse. Pero a pesar de todo eso la rubia, no le iba a tomar importancia al comportamiento de Cherly, así que al terminar su trabajo tomo un taxi, con el poco dinero que tenia, y fue hasta su casa, y al llegar subió rápidamente a su habitación, y se puso manos a la obra con su vestido. Y cuando eran ya las 3 de la mañana la rubia termino, y aunque estaba totalmente exsausta, una sonrisa se dibujo en su rostro al ver el hermoso trabajo que había logrado.
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Y así al instante se quedo totalmente dormida. Y al amanecer despertó rápidamente, y enseguida tomo una ducha, se camibio rápidamente, y empaco el vestido en una pequeña bolsa, pero cuando iba a abrir la puerta se topo con sorpresa de que estaba con seguro. Pues con lo que no contaba era con que Evelin la estuvo espiando ayer por la noche, y le pareció muy raro lo que planeaba la rubia, y auque no supiera nada sobre donde iría, pues no iba a permitir ver a la rubia feliz.
-¡Hey! ¿Ay alguien ahí? - grito la rubia
-Hola querida Betty- dijo Evelin del otro lado de la puerta
-Evelin sácame de aqui- grito desesperada la rubia
-No se va a poder rubia, no se donde rayos te ibas a escapar hoy, pero no te moverse de aqui- dijo con sarcasmo
-¡¡Auxilio sacanme de aquí!!- gritaba la rubia mientras que golpeaba la puerta
-Sigue intentando, nadie te escuchará, además voy a salir, y tal vez no vuelva hasta noche, y seguramente mamá no notará tu ausencia y si lo hiciera tampoco te salvaría - dijo para luego darse la vuelta y salir de allí dejando a la rubia encerrada pidiendo que la sacaran de allí.
La ojiverde gritaba y gritaba pero todos sus intentos de ayuda fueron en vano, estaba a punto de rendirse hasta que se acordó que de niña solía salir de allí pues Penny siempre la encerraba, por una entrada secreta que había en el sótano, rápidamente tomo la bolso y se fijo si la entrada seguía allí, y para su buena suerte si, así que bajo la angostas escaleras y al estar abajo camino con mucho cuidado sin que nadie la escuchara, y al estar ya a fuera, corrió y corrió como nunca en su vida, pyes si quieres encontrar la felicidad tienes que arriesgarte, y eso era algo que Betty estaba totalmente dispuesta a hacer...
