Una Maldita Apuesta [Pearce Joza] (ADAPTACION)

Capitulo 1

Me desperté sudada, mire el reloj con miedo, ¡Maldita sea! Otra vez el mismo sueño era la séptima vez en la semana ¿acaso la iba a atormentar siempre?
Camine hasta el baño pasando por la puerta de mi pequeña, pey se movía como molesta, otra vez las pesadillas con los payasos.

-Mama-llorisqueo, lave mi rostro con agua fría y salí en rescate de mi pequeña.
-Bebe- la alce mientras seguía llorando.
-Payayasos mama-decía entre sollozos.
-¿Payasos?-dije mientras le sonreía
-Si mami-dijo rascando su ojito, su cabello castaño claro estaba algo corto y caía sobre sus hombros
-¿Queres dormir con mami?-la abrase y asintió, sin decir nada más me encamine a mi cuarto que quedaba enfrente, entre y la recosté y yo me acosté a su lado, se acurruco contra mí y durmió plácidamente. La envidiaba ¿Por qué ella podía dormir? ¿Por qué soñé con él de nuevo? ¡Diablos!

El despertador sino sobresaltándome y rápidamente lo apague ya que Peyton no se había despertado, así que sigilosamente camine hasta el cuarto de baño a tomar una rápida ducha, mientras lo hacía recordaba el sueño de la noche anterior, ¿Por qué rayos me atormenta así? Salí de la ducha mientras me preparaba un café fui a despertar a Pey la bañe y peine su cabello rápidamente, su pelo no era ni lacio ni rulos, solo tenía movimiento, su nariz exactamente igual que la mía, pero sus ojos y el color del cabello era exactamente iguales a los de su padre.

-Mami-dijo la pequeña mientras caminábamos rumbo al elevador.
-¿Si Pey?-le sonreí
-¿Podemos ir al Pato Donald después?-me miro tierna causando mi risa
-McDonalds y no lo se bebe-la levante en brazos y camine rumbo a la empresa, trabajaba en una de las empresas de tecnología más grandes del mundo, Joza-Manheim Tecnología Global. Me adentre a la fabrica, era recepcionista del lugar.
-Hola _____-saludo mi una amiga, Chandler.
-Hola Chandler -dije sonriéndole- Saluda a la tía Chandler.
-Hoda tía Chandler-dijo Peyton.
-Hola bebe-Chandler se agacho a su lado y beso la mejilla de la niña.
-¡El señor Manheim ya llego?-dijo el señor Tordjman, Trevor Tordjman al entrar, era el director de la empresa en Los Ángeles, mire a Chandler, mis ojos se abrieron
-No Señor Tordjman, en cuanto llegue lo comunicare-dijo Chandler, Trevor se acerco y beso mi mejilla, sonrojada lo mire, había estado prácticamente cuatro años intentando conquistarme.
-Hola Bonita-me sonrió- Hola princesita-se agacho y abrazo a Peyton, ella lo adoraba
-Tevo -le dijo Pey
-Trevor-le sonrió y beso la mejilla de la pequeña- ¿Qué dices si nos escapamos de mami y vamos a pasear?-propuso Trevor.
-Vamos al Pato Donald-la niña salto mientras aplaudía, Trevor me miro sin comprender
-A McDonalds Pey-ambos reímos.
-¿Quieres ir?-dijo Trevor, no me imaginaba a un importante empresario en Mc Donalds.
-Sí, si-dijo la pequeña- ¿podemos mama?-ambos me miraron y yo reí
-Vale, vale, iremos-reí.
-Cuando llega el señor Manheim lo acompaña a mi oficina-sonrió y salió, camine hasta la guardería del lugar con Peyton de la mano, se la deje a la niñera y camine a mi lugar de trabajo, Chandler me miro asustada.
-¿Qué diablos hare Chandler?-dije sentándome y suspirando cansada.
-Primero que nada solo vendrá el señor...
-Milo-dije seca.
-Milo y además... te has teñido el cabello, ya no tienes el cuerpo de una niña de 18 años, estas bien dotada, tus pechos crecieron, tu figura se estilizo y sobre todo, cambiaste tu apellido, no se preocupe Señorita Becker-dijo sonriéndome
-Si llegara a reconocerme no se qué hare ¿Cómo diablos le explicare a mi hermano? Si Milo se entera me matara-dije suspirando frustrada y comencé a mover carpetas, de repente la puerta se abrió dejando ver a un hombre de traje con lentes negros, lo observe mejor y era Milo, su cabello castaño y la marca que tenia al lado de su nuez de adam era inconfundibles, frustrada suspire y espere que se acerque.
-Vengo a ver al señor Trevor Tordjman.
-Buenas tardes Señor Manheim-dije y mire el suelo, él se quito los lentes- por favor, sígame-dije tomando unas carpetas, él camino detrás de mí y podía sentir su mirada en mi trasero, ¡Maldita Sea! Soy yo Mimi(así es como le dice de cariño), tu pequeña hermana. Llame al elevador mientras me movía tensa, acomode la camisa blanca que llevaba puesta, y antes de que las puertas se abrieran apareció la ayudante de la niñera de Peyton.
-Señorita Becker, la niña Manheim ha golpeado al hijo del señor Jonshon-me sonroje, diablos ¿Por qué cuando hace algo mal la llaman por el apellido?
-Vale, ahora voy-dije sonrojada y me adentre al ascensor seguida de Milo.
-¿Hay algún otro Manheim?-me miro y yo solo trague saliva, notoriamente
-No que yo sepa señor.-dije mirando nerviosamente.
-Pero su marido, el padre de la niña tiene el mismo apellido que yo-dijo mirándome de arriba abajo.
-Si señor-lo mire, ambos teníamos los mismos ojos color celeste cielo, solo que los de Milo ahora estaban como tristes o enojados. Las puertas se abrieron y entre al hall de la oficina de Trevor, camine a paso decidido y toque la puerta
-Pase-se escucho y abrí la puerta, llevándome la grata sorpresa de ver a su secretaria personal bajando su falda y a Trevor arreglarse la corbata, mi cara de enojo se hizo presente.- ______- hablo, pero no lo deje terminar
-Señor Tordjman el Señor Milo Manheim ha llegado-dije y deje pasar a Milo- Con su permiso me retiro, Peyton tuvo problemas-gire sobre mis talones.
-Un placer conocerla señorita Becker-dijo Milo guiñándome un ojo, baje rápido a camine a mi escritorio
-Chandler esto es una locura-dije con enojo- no solo entre a la oficina de Trevor y estaba teniendo sexo con su secretaria, sino que mi propio hermano me coqueteo-mire a Chandler quien me miraba para que haga silencio, levante la vista y mis ojos se fijaron en los de la persona que tenía delante de mí, no podía creerlo, él ladeo la cabeza y me observo
-¿Y quién es su hermano?-me miro con una sonrisa, me sonroje.
-Oh, lo siento-me sonroje- eso no... no... no importa-estaba nerviosa, hace casi cinco años que no lo veía.
-Señor...-hablo Chandler y agradecí al cielo por interrumpir- sígame por favor-pero él solo me miraba.
-¿Sabe quién soy?-me miro fijo.

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(Se me había olvidado eso)