VEINTIOCHO

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- ¿Es qué cómo se le ocurre sacarlos del equipo? - Chillé caminando de un lado a otro, estábamos en la habitación de los gemelos y Lee Jordan en al torre de Gryffindor

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- ¿Es qué cómo se le ocurre sacarlos del equipo? - Chillé caminando de un lado a otro, estábamos en la habitación de los gemelos y Lee Jordan en al torre de Gryffindor

- Es la suma inquisidora, puede hacer lo que quiera -

- Es que es injusto, fue Nott quien comenzó - Dijo Lyra con sus brazos cruzados

- Pero nosotros fuimos quien lo golpeamos -

- Voy a hechizar a ese idiota - 

- !No¡ - Grito Fred y le mire sin entender - Ella sabe que estamos juntos, no hagas nada que te pueda conseguir un castigo con ella, ninguna de ustedes -

- ¿De qué hablas? - 

- La cara de sapo tiene una pluma especial - Contesto George y suspirando nos mostró su mano izquierda, Fred hizo lo mismo y lleve mis manos a mi boca

- Necesitamos darte... -

- Lyra, Hermione ya nos dio algo, estaremos bien - Mi amiga vio a su novio con sus ojos brillosos- Solo escuchen a Fred por esta vez, no es una orden pero necesitamos que estén a salvo -

Mire a las chicas, por lo que asentimos antes de regresar a nuestra sala común, no estábamos acostumbradas a quedarnos de brazos cruzados, mucho menos en este tipo de situaciones y está no sería la excepción, si tenía que convertirme definitivamente en una traidora de la sangre al dejar que la cara de sapo lo descubriera, lo haría

- Chicas - Mis amigas que estaban sentadas en sus camas en silencio me miraron - Es momento de que Umbridge se enteré de que somos traidoras a la sangre -

- ¿Qué? Delphini escuchaste a Fred -

- Ekaterina, nunca nos hemos quedado de brazos cruzados y está no será la excepción -

- Estoy de acuerdo con Delphini - Sonreí a Astrid - No quiero que mi relación con Lee sea a escondidas -

- Lyra dime que tu si tienes sentido común -

- Lo tengo, pero también sé que no quiero que la cara de sapo controle lo que hago -

- Por Merlín, esta bien, siempre terminamos en cosas como esta - 

La mañana siguiente, llegamos al gran comedor, sentía el corazón en la garganta y como mi cuerpo temblaba pero suspire caminando hacia la mesa de los leones, mi mirada se encontró brevemente con la de Draco pero la desvié pues de prestarle atención podría arrepentirme 

- Hola, cariño - Dije besando la mejilla de Fred y sentándome a su lado, seguida de mis amigas, Astrid y Lyra también saludaron a sus respectivos novios ya fuera con un beso en la mejilla o un abrazo

- ¿Qué hacen? - Pregunto Fred en un susurro 

- No quiero que ni ella ni el ministerio controle lo nuestro -

- Delphini, puede hacerte daño -

- No será la primera vez que alguien nos hace algo - Miré a mis amigas que asintieron, entonces Fred suspiro y miro a Ekaterina

- Trate de detenerlas, pero por democracia ganaron ellas -

- Es bueno saber que Ekate tiene sentido común - Lyra golpeo a su novio en el brazo y el resto reímos mientras comenzábamos a desayunar

- ¿Estás segura de esto? -

- Nunca he estado más segura en mi vida - Fred acarició mi mejilla y regreso a su desayuno, al terminar nuestra primera clase era Pociones con Snape por lo que en grupo nos dirigimos al salón de clases pero sentí que me alejaban de Fred

- Los chicos y chicas deben estar a un metro de distancia, señorita Malfoy - Me gire mirando a la mujer con una mirada asesina - No querrá ir a detención, ¿verdad? -

- Tal vez si quiero - Conteste acercándome a ella que me miro con los ojos abiertos 

- Su padre no querrá saber eso -

- Dudo mucho que pueda contactar con mi padre - 

- Una lechuza bastará - Sonreí cínica negando con mi cabeza - Y le aseguro que el señora Malfoy estará avergonzado de que sea una traidora a la sangre -

- Oh... ya veo, usted cree que el señor Malfoy es mi padre, es triste saber que el Ministro Fudge no le tiene total confianza o tal vez es por miedo  - La mujer me miraba sin entender y dentro de mi quería atemorizarle - ¿Quiere que le diga quien es mi verdadero padre? -

- Delphini, basta, vamos - 

- No entiendo pero creo que está lista para su detención -

- Profesora Umbridge, creo que antes de la detención debe hablar con el Ministro, que le diga la verdad sobre mi y si después de eso quiere que vaya a detención, lo haré con gusto - Una mano conocida tomo mi brazo - Buen día, tengo clases -

- ¿Qué fue eso? - Pregunto Astrid mirándome pero ignore la pregunta y zafandome del agarre de Fred seguí caminando hasta llegar al salón donde tome asiento hasta el frente ante la atenta mirada del profesor Snape

- ¿Está todo bien, señorita Malfoy? - 

- ¿Puedo hablar con usted al terminar la clase? - El hombre asintió mirándome sin entender, realice la poción con Lyra que me miraba cada tanto, quería decirle lo que había ocurrido pero no podía hacerlo

- ¿Vamos? -

- Ahora voy, preguntare unas cosas al profesor Snape - Dije acercándome al susodicho que tomo asiento en su escritorio

- ¿Qué sucede? - 

- ¿Usted cree que exista una remota posibilidad de que... mi padre me controle? - 

- ¿Por qué pregunta eso? -

- Hoy... trate de intimidar a la profesora Umbridge, me gusto hacerlo y no es la primera vez que trato de hacer uso de su nombre para que me teman, en Durmstrang me paso un par de veces, pero hoy fue peor, le hice preguntar al ministro sobre mi y va a descubrir la verdad, querrá llevarme a Azkaban - El nudo en mi garganta me detuvo de seguir hablando y las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas

- Todo estará bien, me ocupare de ello - Mire al hombre, pude respirar de nuevo - Y no existe una manera de que tu padre te pueda controlar, es solo tu lado Slytherin, todos tienen uno, hasta los Hufflepuff, algunos lo ocultan mejor que otros -

- Gracias profesor Snape - Dije limpiando las lágrimas de mi cara - Me alivia mucho saber eso -

- Señorita Malfoy -

- ¿Sí? - Pregunte girándome cuando estaba a punto de salir del salón de clases

- La suma inquisidora merece cualquier cosa menos respeto por parte de sus alumnos, nunca olvide eso -

Reí levemente y asentí mientras me dirigía a mis siguientes clases, hablar con el profesor Snape definitivamente me había ayudado mucho pues saber que mi padre no puede controlarme por ser su hija era una carga menos

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