Fuimos un cuento que leeré mil veces. VI

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Esta de frente una vez más con esa laguna, con esa maldita laguna. Su pecho vibra, el recuerdo de la primera vez que le vio se presenta.

- ¡Lárgate!.- le grita a la nada.- Mentiroso...

Sus piernas se rinden finalmente, se doblan sin importar que se mojen con la fría agua lumínica. Sus manos cubren su rostro y sus hombros tiemblan.

- Papá...- le llama.- Mamá...- pero no están.- Edward...- ninguno de los tres esta mas.

Se cae la venda de inocencia que cubría sus ojos. No todas las personas son buenas, como creía. No existe eso del amor. Nadie cumple sus palabras.

Cuando su papá murió, su mamá prometió quedarse para siempre ahí. Y hace unas horas rompió la promesa. Lo dejo solo, completamente solo.

Y Edward, quien besó su labios y le dijo que lo amaba, que era lo mejor que podía pasarle y que nunca, nunca le dejaría. Pero resultó ser todo una mentira.

A lo mejor Peter era solo su juego, un tonto que le espera a la orilla de una laguna, un tonto al que puede besar y con el que puede acostarse. Hacer del tonto todo lo que se le antoje.

Su mente comienza a darle ideas, buscar soluciones para todo ese dolor que le aturde y que le destruye desde adentro. Porque no puede ser posible que el mismo día que su mamá se marcha, también descubra que es solo un tonto en asuntos del amor. Que no significa nada para la persona que más ha amado.

Que después de darlo todo, solo reciba desprecios, burlas e hirientes comentarios. No es justo que la vida le arrebate todo en un mismo momento. Piensa que si se lanza a nadar, podrá encontrar la calma para todo que ahora arde en su pecho.

Y cuando retira su camisa, se detiene un segundo. Steve. Él le espera, él le ha cuidado y ha sido sincero desde el comienzo. No le ha pedido nada a cambio y realmente, ahora ya no importa lo poco que le pide a cambio de su compañía.

Aunque ahora tenga un gesto de enojo en su rostro, no puede dejar de llorar. Extraña a su mamá, la necesita ahí, quiere decirle que todas esas abejas que sentía a por Edward, ahora pinchan su estómago y le provocan náuseas.

Quiere decirle que le han roto el corazón, que han jugado con él y ahora no sabe qué hacer. Quiere que le abrace y que le diga que no importa, que es mas fuerte que eso y que podrá superarlo.

Pero no está, no hay nadie quien le tienda una mano, quien le diga que no fue su culpa, que a veces es necesario estrellarse contra el mundo.

Una historia sin final. [STARKER]Where stories live. Discover now