Cap.2

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POV SUGA:

Toda la noche estuve espiando al chico nuevo por la pequeña ventana debido a que no pude dormir, pero por lo contrario eso era lo único que él hacía, pobre novato, lo medicaron terrible.
Todo estaba oscuro, dejando a un lado las luces de los pasillos que siempre se mantenían encendidas. Llevo mucho tiempo aquí, así que un paciente como yo inconscientemente empieza a imaginar las horas del día porque no es permitido ver un reloj, pero en mi mente se podían calcular alrededor de las cuatro de la mañana. Mientras no dejaba de pensar en el tiempo el eco de su peculiar voz llegó hasta las grietas de mi puerta.

-SAQUENME MALDITOS HIJOS DE PERRA.- Se escuchaba como golpeaba la puerta de su habitación con patadas -MALDITA SEA LA HORA EN QUE ESOS BASTARDOS ME TRAJERON AL MUNDO SOLO PARA VIVIR ESTA MISERIA.- Tal vez estaba hablando de su padres, asomé más mi cabeza para verlo y vi su rostro pegado contra la ventana, con un hilo de sangre que corría desde su nariz hasta sus gruesos labios color rosa -Ayudame.- Pude leer sus labios cuando sus ojos se encontraron con los míos -Por favor.- Sus ojos se cargaron de lágrimas pero no generó ningún sentimiento en mí

Un enfermero llegó al lugar debido a todo el ruido que estaba despertando a los demás pacientes, él abrió la puerta con fuerza haciendo caer al chico al suelo. Lo levantó de nuevo y lo aventó a la cama tan fuerte que hizo que se golpeara la parte trasera de su cabeza con la pared, seguido se escucho un grito ahogado como si lo hubiesen silenciado de inmediato, la puerta seguía abierta así que pude ver como el enfermero le dio un golpe en la cara tan fuerte que lo noqueó por el aturdimiento... El chico dejó de gritar, y al parecer lo doparon nuevamente con medicamentos porque no se escuchó nada más en las horas siguientes.

Era la hora del desayuno, pasé por la barra del restaurante y tomé mi porción de comida, hoy era fruta, panqueques y limonada con tranquilizantes, todo con un nivel de azúcar muy bajo, en fin, la comida asquerosa que siempre dan aquí.
Fui hasta la mesa donde estaba Taehyung y me senté a su lado. Muy pocas personas se sentaban con nosotros o incluso se acercaban, debido a nuestras fuertes crisis que han sido presenciadas por los demás pacientes. A causa de mis episodios de euforia piensan que estoy poseído por satanás. En cuanto a Taehyung, él es un chico muy alto, muy fuerte y su voz es muy grave por lo que le tienen miedo a simple vista, además de que se hizo famoso en el hospital por arrancarle un pedazo de piel a otro chico sólo con sus dientes.

-Te cambio mi fruta por tus panqueques.- Me dijo V mientras me daba golpecitos con su codo y sonreía

-Cometelos, no me des nada.- Le pasé la comida y él feliz la recibió, llenando así su boca con ésta -Mastica marrana o te vas a atascar.- Rodé los ojos

Moví mi mirada a la puerta del restaurante esperando ver algo nuevo, al pasar de unos minutos el mismo chico de ayer que parecía de porcelana entró al lugar. El mismo enfermero de ésta madrugada lo estaba llevando tomado del brazo, obligándolo a caminar. Después de tomar la bandeja del desayuno en sus manos el enfermero lo trajo caminando entre las mesas, en ese momento me percaté de cómo su físico llamaba la atención de todo el mundo, chicos y chicas. Llegaron hasta nuestra mesa y el enfermero lo empujó hacia abajo sentandolo en la silla que estaba frente a mí.

-Come y no des más problemas.- Dijo en en un tono despectivo mientras el delgado chico sólo asintió -Yoongi, Taehyung.- Nos observó -No quiero que metan a éste chico nuevo en sus estupideces.- Yo solo reí y me encogí de hombros

-Mejor largate.- Le respondí -El verte aquí en el restaurante me dan arcadas.- Hice como si fuera a vomitar

-Sí, hueles un poco a mierda.- Agregó Tae también riendo

-Tragate todo Jimin o te espera lo mismo de esta madrugada.- Dijo ignorando nuestras palabras y se fue

De inmediato mis ojos se posaron de nuevo en el chico de cabello rosa, se veía muy pálido, más que ayer y su mirada estaba algo perdida en el vacío del espacio. Él al notar que lo observaba sacudió su cabeza y empezó a comer, se llevaba grandes cucharadas a la boca y pasaba sin siquiera masticar, en esos movimientos noté las heridas de sus muñecas, yo reconocía esas marcas... Lo habían amarrado a su cama.

SEDUCIENDO A LA MUERTE +21 | YOONMIN |Where stories live. Discover now