Rivalidad mortal

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Seis meses habían pasado desde la llegada de Jean a la mansión Xavier, seis meses en los que Peter no se había rendido y a pesar de no ser tan centrado en todas sus actividades, se notaba por completo un compromiso de su parte, tanto en clase como entrenando con sus poderes.

Hank había estado atento a todo lo que el pequeño rubio hacía, era un apoyo para él mientras Charles se encargaba de otras cosas y, a pesar de tener repentinos bajones emocionales, podía notar que Peter sin duda estaba dando todo de sí para manejar mejor su poder, el cual seguían sin poder catalogar en realidad pues a pesar de los esfuerzos por analizarlo, sólo pudo llegar a la conclusión de que se trataba de energía, no la robaba a su alrededor como en un inicio lo creyó pues tras varios experimentos pudo notar que las condiciones ambientales, atmosféricas y biológicas de su alrededor no parecían perturbarse, pero tampoco estaba seguro de que él creara esa energía. Las conclusiones al final fueron algo ambiguas, sin embargo se quedó en la suposición de que su energía venía de algún punto no concreto, un lugar con la cantidad de energía suficiente como para transformar la materia y poder malear todo a voluntad y con eso tuvieron que trabajar por el momento.

Por el lado de Jean, Peter ahora sabía que sus poderes psíquicos abarcaban más que solo la telequinesis y que era bastante inestable con ellos, de hecho durante esos meses no se había integrado muy bien con el resto por no poder mantenerse controlada, a veces arrojaba objetos a los demás o los atacaba de diferentes maneras, había sido un verdadero problema durante los primeros tres meses, de hecho se acostumbró a que la mayoría la evitara, claro, del único que no se podía deshacer era de Peter, siempre se mantenía en una distancia que él consideraba segura, pero quería verla actuar, siempre estudiando a su enemigo y a pesar de que sus encuentros directos eran pocos, la tensión podía sentirse en el aire. Algo iba a terminar muy mal entre ellos.

Charles llevaba fuera dos días, nada fuera de lo común realmente, se esperaba volviera de alguna junta importante o de reunir a más personas con peculiaridades, cual fuera su razón de regresar, Peter esperaba muy impaciente por ello, se encontraba fuera en el ala oeste del jardín arrojando piedras al aire, piedras que estaba creando con su misma energía sólo para entretenerse, algunas trataba de arrojarlas lo más lejos que podía, con otras intentaba golpear un blanco a la distancia y otras más las intentaba deshacer cuando se encontraban bastante lejos de él. Fue en ese juego que la vio escabullirse por el jardín, ahí estaba Jean tratando de alejarse del resto como siempre y el pequeño rubio no pudo desaprovechar esa oportunidad para hacer algo completamente tonto. Siguió arrojando piedras sin dirección alguna hasta que una muy intensionada fue directo contra Jean, sin embargo, a diferencia de lo que Peter hubiese esperado, ella parecía muy consciente de que lo iba a hacer por lo que la piedra se detuvo a unos pocos metros de dónde ella estaba, giró mirando a Peter con un gesto de molestia y regresó la piedra con mayor fuerza. Asombrado, Peter apenas tuvo tiempo de razonar lo que pasaba y logró desvanecer el proyectil gracias a que estaba hecho de su propia energía.

— ¡Deja de fastidiar, Peter! —

Exclamó ella muy molesta aproximándose hacia el aludido quién sólo se quedó parado alzando los hombros pretendiendo que nada había hecho en realidad.

— Tú te atravesaste en mi lanzamiento, no te estoy fastidiando —

Respondió muy simple, cosa que molestó a la niña y con un movimiento fuerte de sus brazos arrojó a Peter contra el suelo y lo detuvo allí con cierta fuerza.

— Pues tú también te atraviesas en mi camino —

Dijo y no soltó al otro chico quién se intentó remover para soltarse, pero la fuerza era casi aplastante, incluso comenzaba a no respirar bien y eso lo asustó bastante por lo que comenzó a desesperarse y sin siquiera pensarlo creó un tentáculo de energía con el que envolvió a la menor por el cuello intentando obligarla a soltarlo y eso la tomó por sorpresa por lo que dejó de concentrar su energía en Peter liberándolo y hasta que éste estuvo de pie soltó a Jean. La menor terminó de rodillas en el suelo, tosió un par de veces tomando su cuello y lo miró con ira.

My little StarLordWhere stories live. Discover now