El deseo de saber más

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Iduna se despertó de súbito.

Temía que su reacción hubiera despertado a Yelana.

Pero, para su sorpresa, la mujer ya no estaba en su lecho.

Lo cual era perfecto, porque éso le dio tiempo de pasarse las manos por la cara, intentando poner en orden sus ideas.

Sintió cómo Vindur le movía los cabellos, puesto que se filtraba por una ventana ligeramente abierta.

-Entonces, ¿tú también hablabas con papá?- inquirió Iduna, sintiendo una extraña sensación que nunca había experimentado. Pero por alguna razón, sabía lo que era: nostalgia.

Se levantó de su cama de paja y tras ponerse un chal sobre su pijama, salió de la cabaña.

                            (...)

Vió que Yelana estaba sentada cerca de los únicos 3 árboles que crecían en la cima de la colina.

Estaba contemplando el amanecer.

-Es tan bello; nunca me canso de verlo.

-¡!

-¿Creías que no te había oído?- preguntó Yelana con una débil sonrisa, mientras giraba para ver a Iduna.

-Eh...je, je, je- rió la niña, sin saber qué responder.

Yelana estiró su mano y acarició la cabeza de su aprendiza.

-Lo estuve pensando... creo que sería bueno que supieras lo que Arendelle piensa regalarle a nuestro pueblo.

Iduna abrió los ojos de par en par, sorprendida.

                              (...)

Bitácora de Agnarr:

Qué bien que traje este pequeño cuaderno, en el que puedo escribir sólo lo que pasa aquí, en el Bosque Encantado/Northuldra. Lo guardo en el bolsillo interno de mi saco y nadie sabe que lo tengo :)

Conocí a una niña de aquí... aunque se supone que no tendríamos que habernos visto.

Ella me pidió que no dijera que la vi. Y tengo que ser un hombre de palabra; mi padre siempre me lo dice.

Se llama **Vindy. Me gusta mucho su nombre. Además, aprende muy rápido. Es muy ¿única? Creo que nunca había conocido a una niña así.

(**NOTA: Intentar investigar más sobre la inundación de Northuldra y sus motivos de permanecer aislados del resto del  mundo.)

Me pregunto si podré verla hoy también.
Espero que s...

¡TOC, TOC!

Agnarr dio un respingo.

-Sí, salgo en un segundo- dijo Agnarr intentando sonar de lo más casual, al tiempo que sacudía su cuaderno para que la tinta con la que había escrito en él, se secara lo más rápido posible.

Cuando estuvo seguro de haberlo conseguido, guardó el cuaderno en el bolsillo interno de la gabardina que usaría durante ese día.

Se la puso encima de su ropa de exploración y salió de la pequeña (aunque elegante) caravana, en la que había pasado la noche.

-Hoy haremos escalamiento para entrenar; luego desayunamos y después le haré un pequeño examen de lo que estudió ayer.

-¿Y luego, podría...?

Mattias calló y miró a Agnarr con un dejo de sorpresa.

Era extraño que el príncipe cuestionara algo mientras se le explicaba su itinerario.

Mucho más allá de Frozen Where stories live. Discover now