Hola Nueva Vida

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Repasemos esto.

Soy un tiburón, un tiburón de arrecife chiquitito… y soy hembra, eso es bueno.

Mi madre es un tiburón toro... De alguna manera.

Me oculté en una pared de coral para no ser devorada porque al parecer, madre es una fan aserrima del infanticidio.

No estoy en mi mundo porque al parecer, es más importante limpiar los océanos de este… ¡puta vida!

Investigando mi estado, también descubrí que hay muchos niveles que se desbloquean al alcanzar el nivel máximo y cada nivel me hace más grande y mejora todos mis atributos. Así mismo, puedo usar los requisitos de un nivel entero para mejorar una habilidad, haciéndome más fuerte, pero sin subir de nivel.

En cuanto a mi alimentación, hay peces todavía más pequeños que yo nadando alrededor, pero temo que mis hermanos puedan atacarme si huelen la sangre.

Aún así, algunos tiburones forman rebaños, así que espero que podamos llevarnos bien.

También descubrí que no todos los tiburones de este mundo tienen la capacidad para evolucionar al llegar a nivel máximo; simplemente se quedan estancados allí.

Los pocos tiburones que evolucionan, también tienen una inteligencia superior, lo que quiere decir que madre es completamente consciente de lo que está haciendo.

Ella quiere comerme y lo disfruta.

Comienzo a tener hambre y sigo observando. Madre se aleja, pero no demasiado; es un tiburón solitario y este parece ser su territorio.

Si espero más aquí, seguro moriré, pero estoy en un callejón sin salida.

Mi única opción es irme cuando me de la espalda... O la cola y rodear la pared de coral; el verdadero arrecife debe estar atrás.

Espero y espero; se aleja nadando, pero puede sentir mis movimientos, así que solo tengo una oportunidad mientras busca al resto de mis hermanos que se han alejado ya; simplemente no puedo quedarme aquí, pues aunque algunos peces suelen pasar, los números son pocos y moriré de hambre si no encuentro una manera segura de alimentarme.

Mi principal obstáculo es el miedo a mis hermanos; los tiburones no suelen atacar a presas del mismo tamaño, pero si es por alimento...

Ya tengo hambre, maldita sea.

Repentinamente, algunos de mis hermanos en el escondite tratan de cazar a los pocos peces que pasan cerca. Algunos lo consiguen y la sangre inunda todo. Este tamaño tiene sus ventajas.

Pueden nadar en embestida para comer con el tamaño de la pequeña caverna, pero los peces grandes no pueden entrar aquí; en realidad, si no fuese por madre, consideraría hacer de este sitio mi madriguera.

Sigo aleteando, me estoy cansando y tengo hambre; mis hermanos comienzan a parecer deliciosos. Mis mandíbulas se abren y mi mente comienza a trabajar con ideas extrañas.

¿Hará daño darles una mordida?

Trato de controlarme. Observo a mamá, finalmente se alejó lo suficiente.

Salgo de la cueva y empiezo a nadar a toda velocidad, tratando de rodear la pared de coral. Algunos de mis hermanos me siguen.

Siento los impulsos eléctricos en los movimientos de madre al comenzar a nadar hacia nosotros. Acelero.

Nado tan rápido como puedo. Mi visión no me permite ver claramente lo que tengo enfrente; es casi como nadar a ciegas. Me cuesta acostumbrarme y madre nos está alcanzando.

Reina de los mares Donde viven las historias. Descúbrelo ahora