El Padrino y su Amante

Capitulo 6

Saint recibió una llamada de Perth, diciéndole que iba a venir más tarde esa noche. Cuando recibió la llamada, Saint estaba buscando, en el apartamento, cualquier signo de mini cámaras o cualquier otro dispositivo que registrara sus actividades diarias, pero no encontró ninguno. Se preguntó por qué le molestó que Perth no tuviera mayor control sobre los hombres que se acostaban con él.

Tal vez Perth los subestimaba, o simplemente era muy cauteloso y mantenía ciertos asuntos lejos de ellos. Lo que no sabían, no podían revelarlo. Después de todo, había salido con el sobrino de Moretti por casi dos años, y aun así ni Moretti y su jefe habían ganado nada de esa "fusión" en particular. A excepción de un periodo aparentemente pacífico entre los clanes de Tanapon y Giordano.

—Así que vienes ¿en torno a qué hora? —preguntó Saint.

—Tal vez a eso de las nueve. No sé cuánto tiempo tardará mi reunión —dijo Perth sombrío.

—Oh, ¿suena serio?

—Hmm —dijo Perth sin comprometerse.

Saint sabía que aún no se había ganado la confianza de Perth. Y era algo en lo que necesitaba trabajar.

—¿Así que sobre las nueve? Está bien, entonces. ¿Te importa si preparó la cena?

—¿Quieres preparar la cena? —Perth le preguntó con sorpresa en su tono.

—Sí, me gusta comer sano, siempre que puedo. A menos que no confíes en mi cocina.

—No, no... No he tenido una comida casera desde...

—¿Desde cuándo?

—No importa. Te veré más tarde.

—Nos vemos más tarde, Perth.

Saint había leído el archivo de Perth Tanapon. Sospechaba que no había tenido una comida casera desde que su madre murió, pero como no debería saberlo, había permitido que Perth eludiera el tema. Tomando las llaves del coche que Perth había comprado para él, Saint se dirigió al estacionamiento.

Su única condición, cuando Perth le había preguntado qué marca de coche quería, había sido que no fuera de color rojo. Se quedó mirando el Subaru Impreza WRX STI azul brillante, sabía que, la próxima vez, debería ser más específico con Perth cuando le preguntara que quería. El tipo parecía gastar dinero como agua. Por otra parte, el hombre podía permitírselo.

***

Cuando Perth llegó al apartamento de Saint, lo recibió un fuerte olor a hierbas y especias, al abrir puerta. Se dirigió hacia la cocina donde encontró a Saint removiendo algo en una olla. El fragante olor le hizo la boca agua.

—¿Qué estás cocinando? —preguntó Perth, caminando para ponerse detrás de Saint mientras miraba a hurtadillas el contenido de la olla. Saint no se sobresaltó mientras servía una generosa ración de una especie de mezcla rojiza, como sopa, dentro de un tazón pequeño

— Tom Yam Kung —dijo Saint, mientras se daba la vuelta, acercando la mezcla a la boca de Përth.

—Tom Yam, ¿qué? —Perth nunca había escuchado acerca del plato.

—Es una especie de sopa, de estilo tailandés. Espero que puedas comer comida picante. Un momento, no eres alérgico a las gambas, ¿verdad? Esta versión es una base de camarón.

—La única comida a la que soy alérgico es la comida mal cocinada.

—Oh, entonces no tendremos ningún problema.

—Confiado, ¿verdad? —Perth sonrió a Saint.

Saint se encogió de hombros.

—Si soy bueno en algo, sería en la cocina.