Capítulo 16

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"Tal vez yo no sepa donde ir, pero si pudiera una mañana abrir los ojos y ver los tuyos sabría donde quedarme"

Ron podía decir con certeza que estaba en la casa de sus sueños. La casa ubicada en Florida era simplemente perfección, tenía cuarto cuartos enormes, cada uno con su propio baño, una sala de estar confortable, y un jardín con columpios que el simplemente adoraba.

-¿Estas bien, Ron ?- Harry le dedicó una sonrisa antes de proceder con su observación- Tienes esa cara de idiota, esa que aparece cuando hablas de Snape.

- He encontrado el amor Harry... que diga Lied.

Harry lo miró con el ceño fruncido, bueno el sabía que debía acostumbrarse a su nuevo nombre, y por supuesto a su nuevo cuerpo. Los ojos morados resaltaban aún escondidos entre las gafas, mientras aún conversaba su cabello ondulado o de nido de pájaros como prefería Snape, incluso era más alto, supuso que tener el cuerpo de un hombre adulto tenía sus ventajas.

- Deberíamos acostumbrarnos, ahora tú eres Lied, Ron es Jasan y yo soy Dylan - la dulce vocecita se escuchó mucho más sería que la del resto, aún no ha acostumbrado a su nuevo cuerpo- Odio esto.

- Pero si eres hermoso Dr... Dylan,mi hermoso hermanito.- Ron lo tomó en brazos en ignorando sus quejidos- ¿No es hermoso aquí?

- Bájame, quiero bajarme.

- Parece que se están divirtiendo - la voz de Severus hizo que la vista de los presentes cambiarán la dirección de sus miradas.-¿No quieren comer nada?

Mientras Harry y Draco asentían con la cabeza, Ronald negó, quería comer lo menos posible, ahora estaba lejos de su familia, pero odiaba decir que las sombras de lo que hicieron, sus demonios aún lo acompañaban.

- Ron... Jasan... debes comer ¿No quieres probar una Súper Duper Hamburguesa Btoom?

-¿Qué es eso?- preguntó intentado aguantar la risa por la forma en que su profesor lo había dicho.

- Nuestros vecinos tienen un local que sirve eso, pensé que valdría la pena probarlo.

Ron no estaba muy seguro sobre eso, sin embargo siguió las orden de su profesor y le dió un vistazo al lugar.

Cabe aclarar que desde ese día encontró su comida favorita,y que sí era hamburguesa no tenía problemas en comer.

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George se encontraba sentado en la mesa del pequeño comedor de la casa que su hermano mayor había logrado alquilar. Su vista estaba fija en la carta que Ron había mandado para ellos, no dejaba ningúna sugerencia de su paradero, pero al parecer su hermano encontró un nuevo gran amor: las hamburguesas.

-¿No te cansas de leer eso?

La voz de Fred resonó en sus oídos, pero no podía alejar su vista de la maldita carta, parecía hipnotizado por las palabras que adornaban el papel.

- ¿Vas a ignorarme? Genial

Justo cuando el pelirrojo iba alejarse,su gemelo lo tomó del brazo atrayendolo hasta él, para sentarlo en su regazo.

-Nuestro hermano es feliz Fred.

- Si, no gracias a nosotros precisamente.

-¿Nos perdonará algún día?

- Lo hará- dijo Percy que recién llegaba del trabajo en el ministerio- Ganaremos su perdón y seremos lo que el necesita.

Los tres hermanos sonrieron en la pequeña casa que compartían, si se ganarían con honores el derecho de volver hacer los hermanos de Ron.

LIBERWhere stories live. Discover now