ᥫ᭡ՙ Park Jimin. Es uno de los mejores bailarines de Corea del Sur. Siempre elogiado por muchos hombres y mujeres, hipnotizaba a cualquiera que lo mirase bailar.
Pero aunque tuviera una vida llena de fama y fortuna, era realmente infeliz, pues sus pa...
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¿Alguna vez se sintieron tan cómodos con una persona que no conoces? ¿No? Pues yo sí.
Había dormido entre los brazos de alguien que no conocía, pero a la vez me hacía sentir protegido. Estaba tan cómodo con él que me acurrucó entre sus brazos, sentí su calor y escuché su corazón latir. Claro que no tardó en rodearme con sus brazos abrázame con fuerza contra él. Yo me sentía feliz por estar de esta manera, sabía que estaba un poco mal mirando los hechos de que no le conocía, pero al carajo todo eso, esto se sentía tan reconfortante.
Seguí acurrucado entre sus brazos, no me di cuenta de la hora, pero no me importo, igual tenía que pararme e ir al baño, no quería dejar de estar abrazado de esta manera. Las ganas de ir al baño eran muchas, así que abrí mis ojos lentamente mirando el sol por la pequeña ventana, miré al pelinegro aún dormido y no pude evitar sonreír como un bobo al ver su calmado rostro. Era muy guapo, no lo podría negar, era como ver un ángel dormir o tal vez un demonio.
No pude evitar tocar su mejilla delicadamente, mire una pequeña cicatriz en su mejilla, la toque notando que una así lucía lindo. Acaricié sus cabellos negros y hermosos hasta que me di cuenta de que él ya estaba despierto, yo quiete mi mano enseguida queriéndome alejar de él, pero él me tomó con fuerza sin dejarme salir.
Dios qué vergüenza.
─Buenos días ─musitó con voz pasible por lo adormilado que estaba.
Yo le mire, pero no sabía qué responder, mis mejillas estaban rojas de eso estaba más que seguro. Me ponía bastante nervioso con sólo mirarle.
─Tranquilo, no me molesta ser acariciado por un ángel o más bien cisne, eres muy hermoso, Jimin.
Cada palabra linda dirigida a mí, me hacía temblar, no era de miedo, sino de algo más profundo. Su voz se me hacía conocida, pero no sabía de dónde. Iba a decir algo, pero la puerta de la habitación fue abierta y seis pares de ojos nos miraron en modo «Oh por dios
─¡Jungkook, traje… ─El chico castaño se quedó mudo cuando nos miró, ¡yo en serio quería morir de la vergüenza!
Sus amigos nos miraban y solo me escondí entre las sábanas.
─¡Jackson vete joder, que no sabes tocar la puerta maldición! ─Le reclamó Jungkook al castaño aún parado en la puerta con los otros dos amigos.
«Que se vayan, por dios»
─Lo siento viejo, creí que estabas solo ─Carraspeó─. Vamos todos afuera, Jk está fornicando con su novio así que fuera.
Los tres salieron del pequeño cuarto y yo sentí que moría de vergüenza, pero eso no fue lo peor, o sea, dijo ¿fornicando?, se pensó eso. Hay Dios.
