capitulo V DIOSES

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Los primeros rayos de sol entran por la venta, dando en la cara a Wei Ying lentamente sale de ese sueño extraño. Al abrir los ojos de forma automática, se incorpora en la cama muy asustada, esta en un lugar desconocido. Sus ojos borrosos por la cantidad de luz que hay en el lugar. No tenia idea de donde se encontraba, un escalofrió recorrió su cuerpo cuando los recuerdos golpearon su mente. Como pudo se puso de pie, la habitación no era muy espaciosa, había un escritorio, un asiento, un armario, una gran venta al lado de la cama todo estaba muy bien cuidado, pero se notaba que no era moderno al contrario era muy antiguo, camino por la misma hasta que vio al lado del armario un espejo de cuerpo completo tenia puesto un pantalón de lienzo gris y un estilo de musculosa algo rara cuando la observa con detenimiento se da cuanta que es un Xieji muy hermoso de seda un poco gruesa, de color negro, con muchas flores de loto bordadas en un tono de lila, morado y rosa, con su espalda al descubierto, lo sujetaban dos tiras atadas una en su cuello y otra en su espalda el mismo le tapaba asta su abdomen, observa el almario y ve una linda túnica exterior negra con ribetes rojo se la pone, encuentra un cinturón muy ancho de color rojo bordado en hilos de seda negros una hermosa flor de loto de nueve pétalos símbolo de Yunmeng , que le cubría todo el estomago desde de bajo de sus pechos hasta sus caderas, este le marcaba muy bien su pequeña cintura realzando las caderas, una ves lista con botas y todo se dispone a salir.  

                                                                 (Xieji ropa interior femenina de la antigua china)

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                                                                 (Xieji ropa interior femenina de la antigua china)

Antes de salir pudo escuchar pasos, no sabia que hacer por un instante se quedo quieta ya que las voces en el exterior eran fuertes, dos discípulos pasaron hablando D1-ya viste el Líder de secta de Gusu ha venido hablar con muestro maestro.- D2- que descaro venir a amedrentar al maestro Jiang este lo sacara a patas en sus blancos....

Wei Ying escucho atentamente, como seguían su camino recordó las palabras de Wei Wuxian - Busca a la gente de Gusu ellos te ayudaran son buenas personas-esto fue lo último que escucho mientras caía de regreso al despertar. Sin pensarlo dos veces Wei Ying abrió la puerta, observo que no hubiera nadie salio del lugar comenzó a correr por los pasillos, corrió sin rumbo fijo, hasta que por fin los vio. Unas 5 figuras de blanco tan blanco, con los rayos del sol iluminaban sus atuendos parecían Dioses que recién habían descendido de los mismos cielos. Sin dudas se dirigió a ellos a toda velocidad, corrió lo mas rápido que sus piernas le daban, de fondo escucho voces entre ellas estaba la de Jiang Wanyu, que se lo escuchaba desesperado. Un escalofrió recorrió su cuerpo al escuchar la vos de ese sujeto, sin dudarlo corrió mas rápido cuando estaba a pocos metro pudo ver un rostro familiar era Lan Xichen. Un  poco mas cerio de lo normal pero era el tenia sus ojos clavados en ella, con una gran sonoriza comenzó a gritar-LAN XICHEN LAN XICHEN AYÚDAME!!!!- al acercarse mas ya estando a metro y medio salto en los brazos del hombre de blanco sin dudarlo,  rodio el cuello del hombre con sus brazos aferrándose a el, su vida dependía de ello. Poniendo su rostro en el hueco entre el cuello y el hombro comenzó a  llorar a mares, repitiendo -por favor sácame de aquí llévame a  Gusu contigo e vivido un infierno no me dejes por favor llévame contigo no me dejes- el hombre se puso muy tenso al sentir el exceso de contacto por un instante. Luego a modo de tranquilizar a la joven puso una mano en su espalda dándole pequeño toques para calmarla. Wei Ying escucho algo hablaban entre ellos, no quería despegar su rostro del cuerpo del joven maestro Lan no quería soltarlo por nada del mundo. De repente sintió como sus piernas eran elevadas por el otro brazos del hombre, el comenzó a caminar. Cuando solo siente una ligera briza que le pegaba en todo su cuerpo, no sabe porque el hombre comenzó a tararear su melodía. Entre su dulce tonada mas el hermoso olor a sándalo que desprendía su cuello. Wei Yin no sabe en que momento dejo de sollozar, cayendo profundamente dormida.

RECUERDAMEWhere stories live. Discover now