Capítulo 33: Una Noche.

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Aizawa abrió sus ojos, viéndose solo en la cama. La luz entraba por la ventana, que tenía las cortinas corridas.

El pelinegro miró bajo las sábanas, apreciando las marcas de la noche anterior. Sus mejillas se ruborizaron al recordar lo ocurrido, tras hablar con Endeavor.

Flashback.

Shota se separó del beso, mirándolo directo a los ojos.

-¿Sabes en qué te estás metiendo?- preguntó Enji.

-Sólo decía cómo podías entender a tus hijos- se alejó un poco.

Continuaron bebiendo. La botella de vino cada vez se vaciaba más.

Enji miró de reojos a Aizawa. El pelinegro miraba su copa, observando el color del vino.
Sin decir nada, se acercó al menor y lo tomó por la barbilla. Shota no alcanzó a reaccionar, apretó la copa entre su mano, sintiendo la lengua del pelirrojo. Endeavor le sacó la copa y la dejó sobre la mesa, sin dejar de besarlo.

Aizawa cerró sus ojos, sintiendo la cálida lengua del mayor dentro de su boca.

-Mm, ngh- Shota sentía corrientes, recorrer su cuerpo y detenerse en su entrepierna.

Poco a poco el cuerpo de Enji se sobrepuso, dejando al pelinegro recostado en el sillón.
Las manos del mayor comenzaron a desnudar a Aizawa, dejando las ropas olvidadas en el piso.
El calor de la habitación, comenzó a subir de nivel, al igual que los pequeños gemidos que provenían de ambas gargantas.

Enji logró dejar la parte alta del pelinegro, desnuda. Sus labios se dirigieron hacia una de las tetillas y la tiró suavemente.

-¡Ah!- una fuerte sensación de placer se detuvo en la parte baja de Shota y lo hizo vibrar. Abrió sus ojos, viendo cómo Endeavor comenzaba a desnudarlo por completo.

-Espero que no te arrepientas de nada- le dijo Enji, mirando con sus penetrantes orbes.

-Jamás retrocedo, cuándo comienzo algo- respondió con seguridad Aizawa.

Endeavor hizo un pequeña sonrisa. Continuó bajando, llegando al fin a la entrepierna del menor. Tuvo un pequeño lapso de confusión, y es que ni él mismo se dio cuenta cómo llegó a eso. Se supone que era un hombre casado, hetero y con todos sus principios claros. Sin embargo, y después de unas cuantas copas de vino, olvidó todo aquello, lanzándose a un enorme vacío. Su mente regresó de aquella pequeña luz, recordando las sensaciones que le hizo sentir Aizawa en los últimos días. Por primera vez y en varios años, se sintió amado.

Sin buscar más respuestas, abrió su boca y llevó aquel duro falo, hasta el fondo de su garganta.

-¡¡Ahh!!- Aizawa sintió su miembro ser devorado por el pelirrojo. Un enorme placer, le prendió el cuerpo- ¡¡Ah!! ¡¡Hah!!.

Felación, sexo oral gay. Jamás en su vida pensó, menos imaginó tener un pene en su boca. Sin embargo no le desagradaba. Succionaba con fuerza, cerrando sus labios en un perfecto anillo.

-¡¡Ah!!.

Húmedo, caliente, sensible. El cuerpo de Aizawa pedía a gritos una fuerte penetración.

-¡Enji!- gritó sin darse cuenta, al sentir un fuerte apretón, más bien una mordida en su falo.

Endeavor le metió dos de sus dedos por el culo, elevando el placer.

-¡Ahh!.

Los introdujo unas cuántas veces más y luego los sacó. Shota sintió un pequeño vacío dentro.

-En-ji.

Esa voz, ese pequeño sonido con su nombre, prendió una llama en el interior del pelirrojo. Dejó la felación y se acomodó entre las piernas de Shota.

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