Epílogo

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Un año después…

—Creo que la ceremonia del reconocimiento ha salido muy bien —dijo Serenity mientras se quitaba la corona y la dejaba sobre un baúl.

Sacudió la cabeza y la melena cayó libremente sobre sus hombros, como a Endymion le gustaba.

Luna saltó a la cama y se restregó contra las piernas de Serenity, antes de ir a darle la bienvenida a Endymion. Éste se inclinó y le acarició la barbilla.

La habitación que compartían en la residencia real era un refugio alejado del ruido y el constante trabajo que implicaba reinar. Aquel día la muchedumbre había sido particularmente numerosa porque todo el mundo quería presenciar la ceremonia de bienvenida al futuro rey.

—El joven Kenji tiene unos pulmones muy potentes. Ha estado a punto de dejar sordos a los adivinos.

Endymion levantó en brazos al recién nacido, separándolo de su madre, y le dejó en la cuna. El bebé suspiró satisfecho, pero continuó con los ojos cerrados. El delicado sonido de su respiración llenaba la habitación.

—Y ha intentado quitarle la espada a uno de ellos. Será un gran guerrero.

Serenity miró las largas pestañas de su hijo. Kenji era el nombre que había sugerido Endymion en recuerdo de su padrastro y Serenity lo había aceptado encantada. Durante el año anterior, había aprendido mucho sobre el enorme respeto con el que Endymion dirigía la Asamblea, una cualidad que no había sabido apreciar antes en él.

—Empiezo a comprender por qué Mina siempre está preocupada por Helios. Dejemos que Kenji sea un niño. Es demasiado pronto para empezar a pensar que se convertirá en un guerrero y tendrá que luchar.

—Es mi hijo, y algún día será rey
—Endymion se acercó a Serenity y posó la mano en su cintura—. Pero estoy seguro de que en muchas cosas se parecerá a ti. Siempre parece dispuesto a salirse con la suya.

—Yo no soy tan mala…—Serenity apoyó la cabeza en su pecho—. Al final, anoche dejé que te salieras con la tuya.

—Al final encontramos una solución que nos convenía a los dos.

Endymion la besó en el cuello y le rodeó la cintura, recordándole exactamente lo buena que había sido la solución para los dos.

—Formamos un buen equipo —Serenity posó las manos sobre las de su marido, reteniéndolas contra su cintura—. Ha sido maravilloso que Rei llegara a tiempo para la ceremonia. El nombre que has elegido significa mucho para ella.

—Es una suerte que también haya estado Jedite. Tiene muchos planes para la madera que quedó de la casa de tu padrastro.

—Pero estoy preocupada por Rie y por él. La situación continúa siendo muy inestable entre ellos. Rie cree…

—Jedite ha venido porque no quiere arriesgarse a perderla de vista ni un solo instante. La adora, aunque ella no se dé cuenta —Endymion la estrechó contra él al tiempo que dejaba la corona al lado de la suya—. Sé lo cabezotas que pueden llegar a ser las mujeres ranrikes. A veces se niegan a ver lo que tienen ante sus propios ojos. Dejaremos que vayan adaptándose a la situación a su manera.

—Eres el dueño de mi corazón, mi amor. ¿Cómo podría negarte nada?
Serenity le acarició la mejilla.

Endymion posó un dedo en sus labios para silenciarla.

—No, soy un compañero para tu corazón. Y creo que ahora ya sabes cuál es la diferencia.

Serenity le abrazó, sabía que Endymion tenía razón y que había encontrado en aquel jaarl vikingo todo lo que podía desear en un hombre.

—Sí, lo sé.

Permanecieron juntos, con las manos entrelazadas, atentos a los tiernos gorjeos de su bebé, y Serenity supo entonces que a veces, no hacían falta ni los hechos ni las palabras. Que a veces, lo que verdaderamente importaba era estar el uno junto al otro, atentos a lo que decían sus corazones.

FIN...

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Bueno chicas todo lo bueno tiene que terminar. Espero que haya disfrutando de esta historia, como yo disfrute adaptándola.

Como ya se ah dato cuenta solo uso los diferentes nombres que se le dan a Serena y Darien, asi que jamas verán  una historia en donde los protagonistas seran Serena y Seiya. Lo siento.

UNA PRINCESA INDOMABLE Where stories live. Discover now