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Advertencias: Historia de amor BL, sin lemon, recuentos de la vida.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, así como los fanarts y gifs que se ocuparon para esta historia; con fines de entretenimiento.

Palabras del reto: Dormir y "Una mala compra"

Pensamientos y "Pensamientos"
-Diálogos- y -Diálogos-

Pensamientos y "Pensamientos"-Diálogos- y -Diálogos-

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~Aeropuerto~

Movía su pierna con insistencia de arriba a abajo. Apoyaba sus codos sobre sus rodillas y ambas manos estaban juntas sosteniendo su barbilla. Su mirada se perdía en un punto distante y su mente se había ido hace mucho; náufragando en un mar de pensamientos que de a poco lo estaban ahogando en el nerviosismo.

Tenía bolsas oscuras bajo los ojos, que fueron ocultadas perfectamente con maquillaje, pues dormir no había sido una opción.

¡Dormir!, ¡Quién coño podía pensar en dormir!

Cada cierto tiempo se desveló viendo la hora. Ya fuese sobre el reloj despertador sobre la mesa de noche, o sobre la pantalla de su celular; luego de haber recibido ese inesperado pero hermoso mensaje; a la una de la madrugada.

«Finalmente terminamos de grabar en Escocia, volveré a Japón para Navidad. Mi vuelo sale en pocos minutos, nos veremos en unas horas.
Te amo.»

Y tras leer aquel concreto mensaje de texto, fue como si Haru hubiese recobrado las energías que creía perdidas.

Ahora, sentado en aquella incómoda banca de metal en la terminal del aeropuerto, a la espera de que su esposo volviera a pisar suelo Nipón, se cuestionaba, por vez primera, si había hecho bien en comprar un regalo de bienvenida para Daisuke.

Sus ojos miel viajaron ligeramente a su derecha. Junto a él en la banca, se encontraba, envuelto en plástico transparente, un pequeño perrito de peluche. Poco extravagante y nada pomposo. Muy tierno a decir verdad.

Demasiado tierno. Pensó. Pues si mal no recuerda, su pequeño esposo no era de los que gustasen recibir regalos así. De hecho, un par de veces Haru, en las primeras citas que tuvo con Daisuke en su adolescencia, compró para él pequeños detalles similares, pero cuyas muestras de afecto habían cesado a petición del pelinegro que externaba que no le gustaba que gaste en él ese tipo de cosas. Y Haru, cómo ingenuo y buen novio (ahora esposo) que es, había "comprendido" la petición de su amado Daisuke Kato.

El pelicastaño expulsó aire pesadamente, estiró su cuerpo sobre la banca; llevando sus manos a sus párpados, para frotarlos con suavidad y así evitar quedarse dormido.

Nuevamente tomando acomodo en su lugar, rascó su nuca con ligera vergüenza. Sus mejillas se habían pintado de rojo. Pues habían anunciando en los altoparlantes que el vuelo de Escocia estaba aterrizando.

-Espero que le guste- dijo para sí, sin levantarse de su lugar, tomando al perrito de peluche entre sus manos a la espera de recibir a su esposo cerca de donde recogían el equipaje, y ayudarle con sus maletas. -Ojalá no haya sido una mala compra- susurró con una sonrisa, al tiempo que divisaba una cabellera azabache, y posteriormente a un hombre de estatura menor al promedio caminando a paso veloz; para aterrizar en sus brazos.

-Te extrañé. Haru-

Notas de la autora: ¡Sigo viva!, Y quién no se haya olvidado (aburrido) de mí, que tiré la primera piedra 🥴❤️👌🏻🥰😂

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Notas de la autora: ¡Sigo viva!, Y quién no se haya olvidado (aburrido) de mí, que tiré la primera piedra 🥴❤️👌🏻🥰😂

DaiHaruDai [Fictober 2020]Where stories live. Discover now