No de nuevo [Hazbin Hotel]

Chapítulo diecisiete.

—Lo siento, Alizée... —dijo Angel sujetándose de un brazo —.

—¿Eh? No, no. No tienes la culpa de nada, Angie —lo acercó para poder acariciar su cabeza —No tienes la culpa de que firmara ese estúpido contrato en este sitio...ni siquiera tenía pensado conocerte, pero fuiste lo mejor que me pasó aquí —.

Él le sonrió.

—Esa es la sonrisa que me gustaría mantener en tu rostro siempre, sabes.. —habló inconscientemente —.

—Nunca nadie.. ni siquiera mis clientes me había dicho tal cosa, siento que hay algo que no me estás contando.. —sospechó sobre los sentimientos de la contraria —.

Alizée no sacaba de su cabeza las palabras de Alastor.

—Yo... —jugaba con sus manos nerviosa mientras luchaba por querer gritar lo que sentía por él, a pesar de saber que no podría ser correspondida —Tú..me.. —.

Uno de los trabajadores les avisó a ambos que Valentino los llamaba para realizar una grabación, cosa que cubriría gran parte de los fondos para el Estudio.

—¿Está todo listo, Vox? —.

—Espérate un momento Val.. —dijo colocando las cámaras alrededor de la habitación —.

—Emm...¿Qué era lo que querías decirme? —cuestionó Angel —.

—Pues yo..tú..ah.. —sus mejillas se sonrojaban por lo que iba a decir y por lo que iban a hacer dentro de un momento —.

Era consciente de que ya lo había hecho con Angel más de una vez, pero eso no le impedía aún ponerse jodidamente más nerviosa a cada segundo.

—¡Ya está! —anunció Vox —.

—¡CORTEN! —gritó Valentino a través del megáfono —¡¿Qué carajos pasa con ustedes?! ¡Son mis estrellas principales! ¡Llevan tiempo de conocerse y pareciera que fuera la primera vez que cogen! —volvió a sentarse en su silla —Me voy a ir a la quiebra si ésto sigue así... —pensó —.

—Tranquila Alizée... —Angel le dio seguridad a la chica acomodando los mechones de su cabello con una sonrisa —Piensa que es como la vez en la que lo hicimos en tu habitación —.

—De acuerdo... —ella no quería arruinar el momento diciéndole que técnicamente fue él quien la drogó, ya que al haber fumado uno de los cigarros de Val, algo de su esencia se adhirió en Angel —.

. . .

—¡¿Dónde estabas, cabrón?! —Vaggie le alzó la voz al demonio radio —.

—Oh, querida, solo había ido a dar un paseo —mintió —.

—¡Mal momento para dar putos paseos! ¡Mi hermana estaba en peligro, Angel también y tú fuiste a...! ¡Auch! —Pentious soltó un quejido al ser vendado en el brazo por la pequeña cíclope —.

—Lo siento —se disculpó Niffty —.

—Para que sepas.. eso no estuvo bien, Al.. —habló Charlie haciendo enojar aún más a Vaggie por su comentario —.

—¡¿"No estuvo bien"?! ¡Después de lo qué pasó, no hay forma de que lo vuelva a dejar salir sin mi vigilancia! —.

Mientras las chicas discutían, Alastor desvió la mirada hacia Husk. Bebía más que de costumbre.

—No me digas que le tomaste aprecio a esos dos pecadores, Husker —.

—Como si tú no lo hubieras hecho con Alizée —continuó bebiendo —.

Después de las grabaciones, ambos amigos se habían ido al bar del Estudio. La razón fue por Alizée. Angel solo decidió acompañarla.

—¿No crees que ya bebiste suficiente, nena? —.

—Solo unas cuántas más y estaré mejor que nunca, Angie —iba a llevar la botella a sus labios, pero le fue arrebatada por él —.

—Ni una gota más. A Husk se lo permito, pero a ti no.. —.

—¡No eres mi hermano o mi padre para andarme corrigiendo! —.

—¡Pero eres mi amiga y es mi obligación cuidarte como tal! ¡Así que ya no más bebidas! —la cargó en sus brazos dispuesto a llevarla a su camerino y dejarla descansar —.

Al principio ella no quería, pero no le quedaba opción.

—Te traeré un jugo, espérame aquí —se fue —.

Alizée suspiró apoyando sus brazos frente al mueble en la cual sobresalía el espejo lleno de fotos juntos, incluso Cherri estaba allí.

Los pocos minutos que se vio ahí fueron los suficientes para soltar lágrimas.

—Joder...si tan solo te dieras cuenta de cuánto me gustas...te amo tal y como eres y nunca dejaré de hacerlo —golpeó el mueble con sus puños —¡Te amo con toda mi alma!...¡Alastor tiene razón! Eres...un amor imposible Anthony R... —.

Alizée se sobresaltó al escuchar como un vaso de cristal se había roto contra el suelo.

El rostro de Angel estaba atótino por la confesión inesperada de la contraria.

—Angel... —.