C A P Í T U L O 3

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|   E L  P R E F E R I D O   |

A partir de ese día Gustabo inició con mejor ánimo su plan para bajar más rápido de peso, Aiden le apoyaba y por un mes mantuvieron una rutina bastante casera, Gustabo hacía ejercicio y siempre preparaba la comida para que fuera sana, Aiden se iba a trabajar y no volvía hasta muy noche, había días en los que trabajaba por casi dos días seguidos, llegó a conocer un poco al tal Horacio, pero evitó contacto con él, le veía de lejos, aunque estaba seguro de que esté ya lo tenía reconocido. ¿Por qué jamás le dirigió la palabra? Eso no lo sabía, ni siquiera se daba una idea, pero él lo prefería. Después de una larga jornada de trabajo Aiden volvía con Gustabo y ambos disfrutaban de la cena que el rubio hubiera decidido preparar.

En ese tiempo Gustabo se olvidó de conseguir su tinte rubio y las raíces más oscuras no tardaron en salir, pero en lugar de preocuparse prefirió ignorarlo, su cabello más castaño le recordaba a sus años en El Pueblo. Le gustaba, un poco de su pasado, de quien le gustaba ser.

A veces admitía que también le gustaba ser una rata, engañar y mentir para conseguir lo que necesitaba, pero en todo el tiempo que llevaba en el norte no necesitó ni una sola vez de sus dotes. Las personas pasaban de él, nadie le insultaba y cuando hablaba con alguien le respondían con amabilidad. El mes que tardó en volver a su peso fue terapéutico, cosa que no pudo haber hecho sin Aiden, y le gustaba recordárselo, aunque no fuera de manera convencional.

Para Gustabo las relaciones sentimentales eran algo desconocido para él, no sabía que debía hacer en la mayoría de ocasiones, y ni hablar de la primera discusión con Aiden cuando este le pidió que bajara el ritmo al que bajaba de peso, era peligroso. Gustabo en esa ocasión se enojó, pues era viera cierto que estaba obsesionado con volver a su peso, pero en ese instante se lo tomó como un ataque y discutieron. Él no sabía cómo pedir una disculpa, por lo mismo odiaba disculparse, nunca lo hacía bien. Así que intentó que el problema quedara en el pasado, hizo de todo para intentar solucionar las cosas, pero nada funcionaba, a veces llegó a molestar aún más a Aiden, quién el ver qué Gustabo era incapaz de hacerlo, decidió que podía relajarse y hacerle las cosas más fáciles. Así que cuando este llegó a su habitación cabizbajo con un sándwich dulce en un plato entre sus manos, supo que era un nuevo intento de disculpa.

Entonces, ambos volvieron a hablar del tema con más calma, ambos con sus comentarios y razones, pero no sé convirtió en una discusión como la vez anterior. Cuando hablaban las cosas con tanta calma les era inevitable terminar abrazados, ya sea en la cama o en el sofá, sus lugares favoritos para tratar sus problemas.

Un mes de ensueño para ambos, sin duda alguna. Pero todo tiene un final.

Gustabo tenía el móvil lleno de llamadas de Horacio, mensajes y fotografías. Apenas un par de mensajes de Conway y nada más. Leyó los mensajes de Horacio con rapidez, ninguno mostraba preocupación, apenas y hubo uno que le preguntaban dónde estaba. Pero ningún otro, el resto eran comentarios muy absurdos que por su seguridad mental, decidió no leer y no sentirse mal. Y luego estaba Conway, este aún menos interesado, muchos días después de un mensaje que él le envío, el viejo se dignó a contestar, y como siempre lo hizo con insultos y una vez más, exigiéndole más. Con él no pudo aguantar la rabia y le contestó lo mierda de padre que era. No esperaba una respuesta, pero necesitaba decirlo.

— ¿Seguro que quieres volver? — Preguntó Aiden mientras lo veía empacar apenas un par de cosas en una mochila.

— Estoy seguro de que no quiero volver, pero por mi seguridad y la tuya será mejor volver, hacer un poco de trabajo y aparentar estar bien. Si te sirve de algo, me gustaría volver aquí cuando termine.

— Cuando quieres eres bienvenido. — En un acto rápido Aiden le lanzó una llave, era la llave de su casa. — Hasta ahora te las has apañado con las de repuesto, pero he mandado hacer estas para ti.

Behind Blue Eyes | JaidenWhere stories live. Discover now