𝙋𝙖𝙥𝙖́ 𝙇𝙪𝙘𝙝𝙤𝙣 >>𝙏𝙧𝙪𝙚𝙬𝙤𝙨<<

🍒Treinta y seis🍒

Luna de miel 1.

Narra Mateo

Tailandia, ahí iba a ser nuestra luna de miel

Nos ibamos a quedar en Bangkok, la capital, que tiene hoteles hermosos.

Decidimos ir a Tailandia porque es un país hermoso que siempre quisimos conocer

Nos ibamos 1 semana, y después nos ibamos otra semana más de vacaciones a Punta del Este, con Tomi.

Esta semana el se iba a quedar con mis papás, dejarlo con algunos de los pibes sería igual a quedarme sin hijo, asique prefería ir a lo seguro.

Ahora nos estabamos despidiendo de Tomi, ya nos habíamos despedido de los demás

Tomi:a mi me traen muchos regalitos eh, sino no son más mis papás-dijo en broma....espero

Nosotros reímos y lo abrazamos, lo ibamos a extrañar mucho

Mateo:si, hijo, te vamos a traer muchos chocolates y juguetes-
B y T:gracias-
Valen:a vos no, Belén-
Belu:e, porqué no? Eso es traición-se secó lágrimas falsas y reímos de nuevo

Subimos al avión y dimos una última despedida, re tragicos, ni que nos fueramos para siempre

Abracé de prepo a Valen empezando a lagrimear
Mateo:no quiero dejar a Tomi, bajemos, quedemonos acá, mi amor-el me abrazó mientras reía suave, haciendo que su pecho vibre despacio.

Sonreí felíz, felíz por todo esto, me acababa de casar con el amor de mi vida y estabamos teniendo una vida y familia perfecta, que estabamos pensando en agrandar.

Nunca fui tan felíz como ahora, junto a Tomi y Valen.

Pasó todo tan rápido, pero a la vez tan lento.

Valen:te amo-
Mateo:te amo más-

[...]

Ya habíamos llegado y bajado del avión, ahora estabamos en un taxi yendo al hotel.

Valen entrelazó nuestros dedos empezando a jugar con ellos, mientras yo apoyaba mi cabeza en su hombro.

Ví como el conductor miraba por el espejo retrovisor y sonreía con ternura, tendría unos 60.

En su mano izquierda, tenía un anillo de casados, era lindo.

Inconcientemente miré el mío y sonreí viendolo.

Miré a Valen y el me dió una sonrisa hermosa, una sonrisa que demostraba amor y tranquilidad

Sus ojos tenían un brillito especial que estoy seguro que yo también tenía, y como otras tantas veces, el mundo desapareció al rededor, solamente siendo él y yo.

Llegamos y vimos el gran hotel.

Después de hacer el papeleo y todo eso, subimos.

Nos había costado 3 riñones y no le pudimos comprar oreos a Tomi por un mes, pero el no se enojó, dijo que mientras le llevemos chocolate todo bien.

Valen me agarró de la mano y con la otra, abrió la puerta.

Entramos y era todo hermoso pero a la vez sencillo.