Una Noche Rota

Creo que me estoy arrepintiendo de este viaje

México, DF, México.

-Creo que me estoy arrepintiendo de este viaje, decía Nathalie algo excéptica.

-¿ Por qué dices eso? Le preguntaba Vanessa mientras miraba por la ventana del auto que los llevaría a su hotel en la Ciudad de México.

-Acabo de bajarme del avión y ya tengo calor, decía la amiga con cara de incomodidad.

-Ay jajajaja ¡No exageres! Es solo efecto del cambio de aires. Te acostumbrarás muy pronto, ¡Ya verás! Decía ella optimista.

-Buenooo... Contestó Nathalie, no muy convencida.

Una vez llegadas al hotel seguían conversando...

-¿Esta noche qué haremos? Le preguntó para cambiar de tema.

-Esta nocheee... ¡Nos veremos con un viejo amigo! Le comenté que vendría al país y quedamos de vernos hoy en su casa.

-Ummm, ¿Y qué amigo es ese si se puede saber? ¿Está guapo? La acribillaba con preguntas Nathalie.

-¡Pues sí, la verdad está guapo! Dijo sin darle mucha importancia Vanessa.

-Por como hablas veo que ese no es...

-¿No es... Qué? Le inquirió levantando una ceja.

-Pues ese del que nunca me has querido hablar, pero sé que es la razón por la que no te ha funcionado con nadie más... Y la razón por la cual te urgía tanto venir aquí, le contestó la chica con una media sonrisa que denotaba picardía.

-Pffff, ¡Estás loca! Le decía Vanessa intentando esquivar su mirada, pero era tarde pues su nerviosismo era completamente notorio.

-¿Loca yo? Entonces... Por qué prácticamente te volviste una cereza de roja al solo escuchar lo que dije. 

-¡No digas tonterías! Mejor ya vamos a arreglarnos, no quiero llegar tarde, desvió ella yéndose por la tangente.

-¡Está bien, está bien! Será como quieras, pero te aseguro que te descubriré. ¡Cuando llegue el momento... Tú mirada te va delatar! Canturreó Nathalie mientras salía del cuarto.

Al quedar sola, Vanessa pensó en sus palabras y mirándose al espejo fijamente, dijo a sí misma: ¿Y si Nathalie tiene razón, y si vuelvo a verte y no me puedo controlar?