PIECES

Celos

"Sentía celos porque sabía que si alguien te conocía perdería la cabeza por ti, lo que me pasó a mí el día que te vi."

* * *

-¡Mamá, mamá, mamá! -Gritaban con fuerza los pequeños, mientras Hinata les preparaba el desayuno.

-Aquí -dijo y colocó el plato con fruta frente al rubio -y, este es para ti.

Hinata le sonrió con dulzura a la pequeña peli negra y de pronto, mientras se servía café unas horribles náuseas la invadieron, corrió hacia el baño y una vez dentro vomitó hasta sentir alivio.

-Creo que comí demasiado anoche, -se lavó los dientes y la cara -tal vez la barbacoa me hizo mal -se miró al espejo y suspiró con cansancio.

Hacía días que no dormía bien, amanecía cansada y con ojeras, además últimamente se le antojaban las cosas dulces y sobre todo le daban ansias por comer tomates, y no es que no le gustaran, sino más bien que era extraño para ella querer comerlos a cualquier hora del día.

-Creo que iré a ver a Tsunade-sama -salió del baño y regresó a atender a los pequeños que habían convertido la cocina en zona de guerra durante su ausencia.

-Cielos, -murmuró y comenzó a limpiar el desastre mientras la niñera se llevaba a los pequeños al jardín.

-Hinata-sama, yo limpiaré -se ofreció una joven mucama -luce cansada, vaya a recostarse.

-Estoy bien, solo... -sintió un repentino mareo y las desagradables náuseas por segunda ocasión.

Se precipitó al patio trasero, ya no había tiempo para llegar al baño, y ahí vomitó de nuevo.

-¿Se encuentra bien? -La joven mucama sonaba preocupada y le limpiaba la frente a la Hyuuga con un pañuelo blanco.

-Creo que estoy enferma... -dijo esto y se desvaneció.

* * *

La luz blanca le molestaba y el olor a desinfectante lastimaba su nariz, abrió los ojos lentamente y se encontró con la atenta mirada de Hanabi.

-¿Cómo te sientes? -Preguntó la Hyuuga menor con preocupación.

-¿Dónde están Boruto y Sarada? -Paseó la mirada por la habitación y nada le resultó familiar, estaba en el hospital.

-Están en casa, no te preocupes -Hanabi suspiró pesadamente y frunció el seño -¿por qué no nos dijiste?

-¿Decirles qué? -Hinata estaba confundida, no sabía a qué se refería su pequeña hermana.

-Que estás... -la Hyuuga menor desvió la mirada molesta y susurró: -embarazada.

Hinata palideció y su corazón se agitó, sintió una oleada de emoción, tristeza y pánico, su cabeza era un caos y de pronto comenzó a llorar.

"¿Qué pensará Sasuke de esto?" -se sintió asustada al pensar que tal vez Sasuke no estaría feliz por la noticia, incluso se atrevió a pensar en la posibilidad de que él le pidiera deshacerse de aquella vida que comenzaba a crecer en su vientre.