7. Los Celos de Alicia

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Alicia estaba encerrada en su cuarto, intercalando su mirada entre los resultados de sus análisis y el bolso lleno de ropa para la volada. Estaba asustada, tenía pánico, sus padres se habían quedado abajo, discutiendo en la sala y si acallaba sus sollozos, podía escucharlos... estaban gritando, su padre culpaba a su madre por descuidarla, era irónico que toda la responsabilidad de aquello recayera sobre ella y Alicia se enteró minutos después el por qué de aquello.

Escuchó como las voces se acercaban, estaban subiendo las escaleras, su padre delante de su madre. Escondió el bolso debajo de la cama y dejó el papel a su costado, mientras se limpiaba las lágrimas. No pudo evitar sobresaltarse cuando su padre abrió la puerta con tal violencia, que del golpe se volvió hacia él.

- Por el amor de Dios, no cometas una locura con la niña- Suplicó su madre llorando.

- ¿Locura? Locura es la que se me acaba de cruzar por la cabeza, mujer. Locura que tu hija me aclarará y espero, por lo más sagrado, que no sea así- Don Sierra estaba realmente fuera de sus cabales y Alicia rogaba que todo terminara de una buena vez.- ¿Quién es el padre?-

- ¿Qué?- El terror se vio reflejado en los ojos de Alicia. Esa pregunta había abandonado automáticamente sus labios en modo de susurro, ni siquiera la había pensado.

- ¿Que quién cojones es el padre de esa... cosa? ME CAGO EN LA PUTA- Alicia no respondió y comenzó a llorar una vez más. Su madre se sentó a su lado e intentó consolarla.- Alicia, no me jodas... Dime por lo que más quieras que no es Andrés-

- ¿Pero qué dices?- Su madre le retiró el abrazo y fijó su mirada en ambos. Alicia comenzó a llorar más fuerte y movió apenas la cabeza para afirmar.

- ¡JODER! JODEEER- Don Sierra estaba morado del enojo y tiró al piso algunos retratos y adornos de Alicia, haciéndolos pedazos.- ¿Abusó de ti?-

- No- Susurró como pudo.

- ¿Pero qué mierda has hecho? ¿ALICIA QUÉ HAS HECHO?-

- Perdón- Intentó acercarse a su padre, pero él la empujó en su cólera haciendo que se sentase de nuevo.

- Es tu hermano, JODER MACHO. QUE PUTA MIERDA- Ambas mujeres se quedaron en silencio y completo shock, esas palabras retumbaban en la cabeza de Alicia. El hombre estaba a punto del acv, así que tomó aire y procedió a explicarse.- Él nació el mismo año que nos casamos, nunca lo vi, nunca supe nada de él hasta que su madre murió y me llegó una carta donde me pedía que me hiciera cargo de él, que de su hermano menor se ocupaba su padre... así fue cómo Andrés llegó a esta casa, pero contaba con que mi hija no era tan idiota como para meterse con él-

- ¿Cómo pudiste ocultar algo así? TODO ESTO ES TU CULPA- La mujer se levantó y lo empujó un par de veces.- Maldita sea, Dios mío ayúdame-

- ¿Por qué no me dijiste?- Alicia lloraba desconsolada, se sentía sucia... no daba crédito a lo que acababa de oír.

Su padre salió de la habitación y minutos después regresó - ¿Planeabas irte con él? El hijo de la gran puta se ha llevado todas las joyas, ¡QUE SE HA LLEVADO TODAS!-

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- Alicia...- Dijo Berlín entrando al despacho luego de la entrevista, traía una confianza inigualable - Eh, ¿dónde te has metido, preciosa?- Tenía una sonrisa en el rostro.

Alicia estaba en el baño inclinada sobre el váter, vomitando. Al escuchar que la llamaba se incorporó alarmada. Andrés entró al baño y la vió saliendo del cubículo.

C R I M EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora