Tierno Rechazo (Chicaxchica)

Idiota

La pequeña omega no podía controlar sus nervios, no estaba segura si debería ir y presentarse o quedarse justo donde está ahora, apreciándola desde la distancia ¿Qué se supone que debería hacer cuando está a escasos metros del posible amor de su vida?. Siempre había sido una chica tímida y la situación no se lo facilitaba, como si fuera poco, el hecho de que Denica fuera tan popular en el pueblo debido a que era hija de uno de los hombres más importantes del lugar, la hacía sentir tan pequeña, ¿Ella? ¿Pareja de la más ardiente chica en el pueblo? Era demasiado para procesar y tal vez muy bueno para creérsela fácilmente, le resultaba imposible decidirse en ir a donde su objetivo estaba parada. Analizó la situación, a pesar de que sus nervios lucharan contra la voluntad de su corazón, intentaría usar un poco de la razón que aún podía permitirse, Denica no estaba a solas, si no que se encontraba con un omega de mayor tamaño que la menor, esbelto y realmente atractivo, probablemente de la edad de la alfa, a juzgar por su apariencia, no debía ser más de dos años mayor que la omega, esto logró que Isabella se llenara de inseguridades, qué tal si eran pareja, además, acercarse mientras ellos mantenían una conversación sería descortés, en todo caso, no se creía capaz de ir y presentarse frente a la que sería la chica de su admiración, eso era lo que ella pensaba en el momento.

Antes de que la pequeña se diera cuenta, ambos individuos habían dejado ya el lugar, los había perdido de vista, los buscó con su mirada entre las personas, no lograba encontrarlos, colocó su mano sobre su pecho, desilusionada, pensó que había perdido su única oportunidad para acercarse a la joven, si, un poco dramática, incluso más de lo usual, quién la culpara, estaba conmovida por las emociones dentro de ella, ahora se sentía como una pequeña niña que había perdido de vista a su madre, buscando a su alrededor desesperadamente. Caminó cerca de donde se encontraba el resto de las personas mientras por sus espaldas se acercó quien sería el hermano de la que se supone era su interés, él la saludó, a lo que ella, distraídamente contestaba por reflejo, no escuchaba una palabra de la que él joven le decía, seguía perdida, estaba nerviosa, continuaba buscando con su mirada en sus alrededores, Ross se presentaba a Isabella, sin perder sus modales o su amabilidad, ella se presentó de igual manera. Entonces una luz dentro de su mente se encendió, como una idea espontánea que le facilitaría su cometido, la mejor manera que tenía para acercarse a Denica podía ser a través de su hermano, qué mejor idea, se sentía una genio, sus ánimos habían regresado, así se propuso entablar una conversación con el hombre que significaría su pase hacia su chica, creía haber escuchado su nombre antes, Denica, cuánto daría por oír su voz y poder escucharla llamar su nombre.

De nuevo a lo que pasaba en el momento, tendría que acercarse a Ross antes de poder estar cerca de Denica, tal vez todo este esfuerzo al final sería innecesario, pero haría cualquier cosa por lograr su objetivo. Llena de determinación, dispuso su ser en conseguir el interés de Ross sobre ella, inocentemente, pensaba en lo fácil que sería acercarse a Denica si primero era amiga de su hermano, sin conocer las intenciones que este tenía desde antes de encontrarse en esta situación.

-Te vi sola y pensé en venir a hacerte compañía - Dijo Ross, intentando aparentar que esto se trataba de una coincidencia, no era muy bueno mintiendo y se podía ver que tenía interés en Isabella, no era tan fácil de ocultar.

- Gracias - Ella sonrió inocentemente, aunque fuera obvia la razón por la que Ross estaba hablando con ella, esta simplemente optaría por ignorarla, aunque este no era realmente el caso, ahora mismo el sentimiento de victoria se apoderaba de su cuerpo, podías ver el brillo en sus ojos, además del hecho que jugaba con sus dedos enredándolos entre sí cada vez que estaba nerviosa o muy emocionada, justo como lo hacía ahora - De hecho, vine con unos amigos, sólo que los he perdido de vista - era mentira, había llegado al lugar con la esperanza de encontrarse aquí con su mejor y única amiga, sin mucha suerte, desde que llegó al lugar no había sido capaz de encontrarla, por lo menos había tenido la suerte de que una chica, amablemente se acercara a ella al verla sola, así que hablaron por unos minutos, antes de separarse.