O.7

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(LOUIS POV)

La primera entrevista con Harry, no pareció una entrevista. Para nada.

Fue más como...

Bueno, podría llamarla una cita.

Pero no.

No nos besamos ni nada por el estilo, pero el es tan... Excéntrico y seductor, que realmente no me importaría terminar haciendo eso.

Cuando estábamos jugando en la arena ese día, su pierna temblaba ligeramente, yo sabía por qué y le dije de frente que no importaba si tenía uno de sus episodios frente a mi.

'Se supone que está es una experiencia para el aprendizaje' hablé, y el se ruborizó y permaneció callado.

No quiero que se sienta incómodo conmigo.

Pero en nuestra segunda salida, el Jueves, fuimos a una librería local y pude ver que lo estaba.

Lo miro mientras su cara se pone colorada y se encoje en el asiento un poco. Está cruzando sus piernas, traga saliva con dificultad y me hace sentir

tan

malditamente

horrible.

"Harry... Estás bien? Necesitas descansar de las preguntas por un rato?" pregunto intentando ser gentil, sentado frente a él y dejando mi laptop en la mesa entre nosotros.

Solo quiero saber cómo se siente, quiero saber cómo hacer que se sienta cómodo, pero no puedo.

No tengo ese poder.

Niega con la cabeza mientras trata de mantener los gemidos en su garganta, y Dios santo...

Maravilloso.

Así describiría sus sonidos.

Simplemente. Maravillosos.

Lo miro con mis cejas fruncidas e inclino mi cabeza un poco, preguntándome qué puedo hacer para ayudarlo hasta que habla.

"N-No... No puedo llegar hasta el b-baño. Yo-" tartamudea en voz baja, su mano hace un puño agarrando el material del sillón al mismo tiempo que cubre su boca y lagrimea un poco.

Puedo adivinar que no quiere que lo vea.

Así que hago caso a su suplica silenciosa y volteo la cabeza. Miro una estantería llena de libros y desearia cubrirlo con mis brazos y susurrarle que todo va a estar bien.

Pero no es así.

Y lo sé.

Porque el extraño síndrome de Harry no está hecho para finales felices.

Ni agradables.

Puedo oír un gemido, seco y acallado. Así es como me doy cuenta de que ya pasó, y que no debería mirar por unos cuantos segundos más.

Puedo escucharlo intentando nivelar su respiración mientras el cierre de su mochila se abre haciendo un sonido

Zip.

Vuelvo a mirarlo y él discretamente intenta sacar un nuevo par de boxers.

Necesita cambiarse.

Debo ayudarlo? Dejarlo solo? No tengo la más mínima idea.

Pero mis impulsos me hacen reaccionar antes de poder pensarlo.

Me levanto al mismo tiempo que él, quien está un poco tembloroso.

No quiere mirarme a los ojos y yo lo atraigo hacia mi y acaricio su brazo lentamente.

"Te llevo hasta el baño, Bambi." le digo en un susurro y puedo ver una lágrima caer por su pequeña y perfecta cara.

Una pequeña y perfecta cara que quiero llenar de besos tan desesperadamente.

Ugh.

Me sigue tímidamente, y cuando llegamos me da una mirada extremadamente avergonzada que no puedo ignorar.

"Te dije que no me importa Harry, en serio." digo tratando de ser lo más amable posible y acomodo un rulo de su frente.

El me mira.

Me está mirando a los ojos.

Le sostengo la mirada hasta que estamos casi rozando nuestras caras.

"Perdón." Es todo lo que dice después de un momento, al entrar al baño y cerrar la puerta con cuidado detrás de él.

Todo lo que puedo hacer es esperar a unos centímetros de la puerta.

Porque mis pies no quieren regresar a donde pertenecen.

Parezco un acosador.

Pero honestamente no me importa.

Sale del baño y aclara su garganta, y yo llego a ver detrás de el que sus boxers anteriores están dentro del cubo de basura.

Pobre Bambi.

Le sonrió a pesar de lo que veo y el me devuelve una sonrisa falsa.

Lo ataco.

Con un abrazo.

A pesar de que me gustaría atacarlo con palabras amorosas y promesas vacías.

"Eres genial Bambi." le digo, y puedo sentir cómo su rostro se relaja sorprendentemente.

Realmente pensé por un momento que iba a empujarme o algo.

Estoy agradecido de que no fue así.

"No tan genial como tú." responde con una sonrisa.

Puedo sentirla contra mi cuello.

Envía escalofríos por mi espalda y espero que no pueda ver los vellos de mi cuerpo parándose al mismo tiempo que me da piel de gallina en los brazos.

Nos separamos y volvemos a nuestros asientos originales. El ambiente es tranquilo y silencioso cuando sigo haciendole preguntas hasta que nos vamos del tema y empezamos a reírnos  de los chistes toc-toc del otro.

"Toc, toc." Dice con una sonrisa.

"Quién es?"

"Talanda."

"Qué talanda?"

"Bien, y tú?"

Termina el chiste y su risa es el segundo mejor sonido que he oído.

El primero sería su voz en general.

Llegó el punto en el que la bibliotecaria tuvo que acercarse a nosotros y darnos un sermón sobre 'permanecer callados'

'blah blah blah leer libros blah blah no pueden reírse.' nos dice algo así, su voz parecía un pelícano en drogas...

Harry y yo nos miramos mientras nos da la charla.

Para su asombro, no pudimos dejar de reírnos y eventualmente, nos echaron.

Todavía nos reíamos cuando nos íbamos del lugar. La bibliotecaria nos gritaba y nosotros bajabamos los escalones de la salida hacia el parque.

"Chicos irrespetuosos!"


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© Copyright 2016. Obra original de louuuology.

you put the O in disOrder (español)Where stories live. Discover now