(Imaginencelo con pelo rubio cenizo y ojos rojo brillante)
Narrador
La rubia estaba pensando en que hacer con su cabello, definitivamente se haría una coleta, contárselo no era opción, su padre la mataría, al salir de su habitación chocó con el pequeño Kitsuki de 2 años, el cual venía a avisarle que el desayuno estaba listo, sus ojos rojos brillaron la ver como se veía su hermana con el uniforme de la U.A, ambos bajaron las escaleras, ella esperaba pascientemente que el peli-verde bajará completamente los escalones y se aseguraba de que no se golpeara.
Kitsuki era un peli-verde de cabello explosivo como su padre, ojos rojos que resaltaban mucho más su cabello, ella esperaba que su Quirk fuera el de su madre, era bastante molesto tener las manos sudorosas todo el tiempo, pero a la hora de poder usarlas eran bastante útiles, su padre también esperaba que tenga el Quirk de su madre, no quería que se la diera por explotarle la cara a todos los que se cruzara.
Mizumi: Ven Kisu -dijo extendiendole los brazos cuando ya no le quedaba paciencia, el niño se dejo tomar y ella comenzó a caminar con él, el cual evitaba ver hacía abajo, la puerta de escucho junto a un grito de su padre avisando que ya había llegado- Llegó papá -dijo mirando la curiosidad del chico-
Kitsuki: Paa...pá -dijo con curiosidad haciendo sonreír a la rubia, al fin decía esa palabra, Katsuki puso el grito en el cielo cuando su primera palabra había sido Mama, la segunda fue Mizu-chan, y la tercera fue Por Qué, aunque aún no pronunciaba bien esa palabra, su padre siempre se iba a bañar para no escuchar la palabra Por qué a cada rato, no tenía mucha paciencia y aún seguía resentido por que su hijo no halla dicho Papá todavía- A ver Kisu, él, mira -dijo apuntando al rubio que se quitaba las granadas de su traje-
Kitsuki: Paapá -dijo apuntandolo de forma adorable mientras veía a Mizumi con curiosidad, la cual asintió con una sonrisa, Katsuki abrió los ojos impresionado al escucharlo hablar, Mizumi lo dejó en el suelo con cuidado mientras se iba a desayunar para no llegar tarde, Kitsuki se acercó con pasos delicados a su padre, el cual se arrodilló sosteniendo su peso con sus pies, el niño se acercó a el repitiendo esa palabra-
Katsuki: ¿Quien soy? -dijo calmado y disimulando su sonrisa, el menor lo miro y sonrio mostrando sus adorables encías y dientes-
Kitsuki: Paapá -dijo para luego ser tomado por el rubio cenizo, el cual al tenerlo bien fue hacía la cocina donde estaba su esposa tomando café- Mamá... -la apuntó a lo que esta sonrió con ternura y los ojos serrados- Papá -dijo para luego apuntarlo a el, la mujer abrió los ojos impresionada para luego verlo con una sonrisa y asentir a lo que dijo, la pareja se dirigió a su hija, la cual ya terminaba su desayuno, la pequeña maleta que llevaría estaba junto a la puerta-
Mizumi: Papá...
Katsuki: Te cortas el cabello y ya no vuelves salir -dijo de forma sería ya sabiendo a lo que quería llegar la menor, la cual bufo por la respuesta de su padre, se levantó y saludo a ambos junto al menor para luego retirarse donde la esperaba el autobús- A ver dilo de nuevo -le escucho decir cuando salió-
Al entrar al autobús ya estaban todos sus compañeros y amigos, los cuales al verla sonrieron, observó a una nueva estudiante la cual hablaba con uno de sus amigos, Kou Shoto, una copia exacta de su padre, pero un poco más expresivo, un poco más adelante estaba Tini Denki, la cual también tenía heredados los Jack's de su madre, sólo que estos tenían convinado el Quirk de su padre, es decir que producían una especie electro-choque al escuchar las ondas que ella producía, Alya Eijiro, hermosa como su madre, pero sin cuernos, también estaba Delia Fumikage, honestamente no se llevaba muy bien con ella.
Al sentarse en su lugar junto a su mejor amiga Alya, llamó la atención de la nueva, la cual luego de verla con el ceño fruncido simplemente la ignoró, el chófer encendió el motor para ir a la siguiente casa, la de la familia Midoriya. La verdad se llevaba bien con ambos mellizos, más con uno que con el otro, su padre aún no podía ver al mayor sin querer matarlo.
