3-

428 35 12
                                    

Austin.

Le dije a Alan que me esperará en mi habitación con Nala que yo apagaría las luces, la música y le daría una frazada a Tino y él hizo lo que le dije. Que siempre haga lo que le digo me gusta, lo adoro. Me hace desear saber hasta dónde él hará lo que sea que le diga. Pero también quiero protegerlo, cuidarlo de todo lo que sea posible, me niego a la idea de lastimarlo. Me desespera el hecho de saber cómo esta, qué alguien o algo puede saltimarlo y realmente no sé por qué.

Aunque en lo más profundo de mi imaginación me veo a mí besando y tocándolo como no debería, pero no puedo evitarlo, es algo inconsciente.

Sin embargo algo me atrajo a la idea de que Alan sea gay, una vacía esperanza de algo. Pero no sé de qué, quiero decir, yo no soy gay ¿cierto?, además ¿qué si lo fuera?

Terminé de hacer todo y me dirigí a mi habitación. Cuando entré Alan estaba acostado jugando con Nala, yo me senté  y él se detuvo

– Hey – Dijo Alan sonriendo y sentándose a mi lado

– Hola – Dije – Duerme aquí, yo dormiré en el piso ¿sí? –

– No… – Dijo – No, duerme aquí es tu cama, yo dormiré en el piso o podemos llevar a Tino a su habitación y dormiré en el sillón –

– De ninguna manera, ¿y si te pasa algo con los borrachos esos? – Alan rio – Jamás pensé que los borrachos de mis amigos serían ‘peligrosos’ – Dije haciendo comillas. – Prefiero que duermas a mi lado, así sabré que nada te pasará – Alan sonrió.

– Estas exagerando Aust, Phil solo dijo de besarnos y no creo que hubieras terminado teniendo sexo – Dijo, y yo solamente abrí mis ojos, debería tener en cuenta que tiene 17 años y no 7. – ¿Te incomoda? –

– ¿Qué cosa? – Dije – ¿Las imágenes perturbadoras de que estoy teniendo de mi mejor amigo y tú? No, para nada – Volvió a sonreír.

– ¿Seguro? – Dijo levantando una ceja.

–No, la verdad… me molestan un poco. – Confesé.

– ¿Por qué? – Preguntó curioso.

– No quieres saberlo. –

– Mmm, no lo creo. – Dijo acercándose a mí. Lo confieso, en esto momento me invade el deseo de saborear sus labios, de poder probarlos. Pero no puedo, no debo. Alan tiene 17, son casi cuatro años pero no puedo, puedo lastimarlo de alguna forma, no debo. No debo, pero quiero. – ¿Sucede algo? – ¿Lo estaba haciendo apropósito? No. No, imposible

– N-no – Dije. – Vamos a dormir. – Dije y Alan bajo su cabeza, decepcionado mientras se alejaba de mí. Quizás, quizás, en una mínima probabilidad, quizás él si lo hacía propósito, quizás, solo quizás el también deseaba lo mismo que yo, solo quizás. – ¿Qué pasa? –

– No, nada – Dijo mirándome y sonrió –

– Me gusta tu sonrisa… – Dije inconscientemente, sorprendiéndome de mis propias palabras, él levanto sus cejas – ¿Q-qué? Lo sie-siento –

– No, está bien – Dijo inseguro, sonriendo – Digo exactamente lo mismo – Yo sonreí. Y comencé a acercarme retomando nuestra atención anterior. Tomé delicadamente la pera de Alan para acércalo a mí. – Austin, para – Me dije para mí mismo.

– Lo… lo siento –  Dije separándome – No quise… no quise – 

–  No, está bien –  Dijo con una enorme sonrisa… falsa. – Vamos a dormir. –

Ohioisonfire [Cashby]Where stories live. Discover now