Daisuke ( 22 )

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_Deja de fumar_le ordené con expresión seria al verlo nuevamente encender aquel cigarrillo para llevárselo a la boca.

Últimamente se le veía más pálido de lo normal, con la mirada perdida y divagante en cualquier lugar de mi celda, la cual continuaba visitando con frecuencia pero ya no era lo mismo, pues casi no hablaba, solo estaba allí encendiendo aquel estúpido cigarro.

_¡Basta Daisuke!_grité furiosa, incinerando aquella droga hasta que no quedara nada.

_Lograste activar el fuego por tu cuenta_comenta desplazando esa mirada triste sobre la mía_Experimento 203 de la sala B de la sección de inmortalidad.

_No sé cómo lo hice, aún no lo controlo_confesé sin apartar mi orbes de los suyos_Pero tú...tienes que dejar de hacerte daño.

_Fire, Fire Eternal_pronunció con una diminuta sonrisa antes de colocar su mano izquierda sobre mi cabeza_Es un buen nombre para ti_afirma sacando otro cigarro_¿No crees?

_¿Nombre?

_Sí, de ahora en adelante ese será tu nombre_percibí nuevamente aquel olor irritante adentrarse en mis fosas nasales_No me queda mucho tiempo_aspiró aquella nicotina, la odiaba, odiaba ese vicio que había adquirido en estas últimas semanas.

_Lo sé_murmuré apretando los puños con impotencia_Lo sé...pero...

_No hay cura, mi corazón pronto dejará de funcionar.

_El doctor Genus tal vez...

_No puede_sonrió posando aquella débil mirada avellana en el techo_Ya me rendí, de todas formas es mejor acelerar las cosas que están destinadas a pasar.

Y aquellas palabras, aquellas desgarradoras palabras, calaron hondo en mi corazón, no podía aceptarlo, no, no quería aceptarlo.

_¿Por eso estás fumando?_le interrogué furiosa, dando un par de zancadas hasta colocarme frente a él, arrebatándole aquel cigarro para arrojarlo lejos_¿Piensas rendirte así? ¿Tan fácil? ¿Como un cobarde?_le agarré del cuello de la camisa, apretándolo con fuerza.

_Fire...

_No quiero excusas Dai...

Me quebré, no podía contener más las lágrimas que con tanto recelo intentaba guardar, me dolía el solo hecho de pensar que no lo volvería a ver sonreir e intentar animarme, me dolía, me rompía por dentro, era una sensación desgarradora.

_¡Tienes que vivir, deja de hacerte daño! P-por favor Dai_junté mi frente con la suya, estaba frío, no debía estar así_Eres alguien importante para mí, si tú mueres yo...yo_las palabras no salían de mi boca, pues un gigantesco y doloroso nudo en la garganta me lo impedía.

_Fire, no llegaré vivo a la próxima semana_confesó mirándome a los ojos, él también estaba sufriendo, podía notarlo en su tono de voz, en la forma en que su mirada había chocado con la mía.

Las lágrimas fluyeron por mis mejillas, no, no podía creerlo, no podía aceptarlo, la primera persona que me hizo sentir algo además de odio, quien siempre me trató bien, quien me dio cariño, quien me enseñó lo que es amar, iba a morir y yo no podía hacer nada para evitarlo, solo llorar, llorar como nunca he llorado.

_¿N-no se puede...cambiar mi vida por la tuya?_logré articular con dificultad, negándome a aceptar tal cosa, él merecía vivir más, no morir de esa manera.

Una sonrisa se formó en su rostro mientras llevaba una de sus manos a mi mejilla, limpiando las lágrimas con sus pulgares.

_Aunque se pudiera, no lo permitiría_besó mi frente con cariño_Tú vivirás por mí, Fire, mi Fire Eternal.

¡Eres todo lo que detesto! |Zombieman| [ FINALIZADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora