Vida Normal

Capitulo 0

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Epílogo. Adiós

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El amanecer llego, hizo a un lado la larga noche estrellada que daba de lleno a la casa que cierto rubio cuidaba con tanta dedicación para su maestro. En una habitación se encontraban dos figuras conocidas, ambos entregándo sus cuerpos a los deseos carnales del placer. El rubio exponiendo sonidos de gocé llamando al único ser importante por el que daría su vida, por otro lado estaba el ser con gran poder que soltaba jadeos bajos ante la falta de aire por acciones indecentes.
Ambos terminaron en éxtasis, el rubio jadeante por la falta de aire, acostado observando el techo, después dirigió la mirada azulada a un lado para contemplar al ser de hace varios años, al Noblesse que acepto los sentimientos de amor hacia él. Por otro lado, estaba Raizel con los cachetes carmín, era inevitable no sonrojarse por la forma que veía a Frankenstein debajo suyo soltando sonidos placenteros, también por la falta de practica ante las relaciones sexuales. El azabache volteó, fijó la mirada en el cuerpo a su lado y posteriormente acarició el cabello rubio suave. Admitía a través del vínculo el amor y apreció hacia Frankenstein, sin embargo, también lo preocupaba, cada vez más estaban en problemas por la Unión y la estadía en Corea del Sur era cada vez más corta.

-Maestro -Pronunció y se sentó de forma cuidadosa, pero con cierto toque preocupado-. ¿Le preocupa algo?

Raizel volteó donde Frankenstein, lo miro y negó con la cabeza, a estás alturas no quería preocupar a su amante. Ya había echo todo lo posible en sus manos. Dedicaría el tiempo restante a Frankenstein, a apoyarlo, amarlo e inclusive procurar el bienestar del rubio. Sin embargo ese día llegó.

Acompañado con Muzaka. En el anochecer. Enfrente de un misil que posiblemente los enviaría a la muerte.

Después de que Raizel detuvo el misil que se dirigía hacia Corea, quién había dado su vida para proteger a los humanos. Todos quienes consideraba familia, tras la supuesta muerte del Noblesse, entristecidos habían llegado a casa, un silenció reconfortante, nadie quería hablar del tema y cada quién se consolaba como podía.
Ante eso cada quien se fue por su lado. Tao había quedado como director de la escuela YeRan, junto a él estaba M-21 y Takeo como guardias cuidando de los niños, por otro lado Frankenstein se fue de Corea para hacerse cargo de la Unión y buscar a su maestro ya que el sabía que no estaba muerto, el ataúd blanco no había desaparecido. No obstante, se llevó un secreto, bien guardado, discreto y con tiempo, no podía pedir ayuda a ninguno de sus chicos. Ellos no sabían que llevaba consigo dentro de su cuerpo, era la consecuencia de haber jugado con el en su pasado y ahora debía de enfrentarlo sólo.