CAPÍTULO 20

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El chico respiró hondo y con nervios se bajó del auto junto con su hermano. Miraba a todas partes nervioso de que ella llegara más temprano que él, pero por suerte no era así. Se quedó parado frente a la puerta a lo que su hermano se detuvo extrañado de que no lo acompañara hacia adentro.

— ¿No vienes? —preguntó Freddy con sus manos en los bolsillos, dejando caer su peso sobre una pierna.

—No, voy a esperarla —le sonrió levemente el azabache y el otro comprendió en cuestión de segundos.

—Te espero adentro. Suerte —sacó una de sus manos de los bolsillos e hizo un ademán de despedida a su hermano, empujando la puerta para poder entrar. En los momentos que ésta estuvo abierta, se pudo escuchar la música de adentro que resonaba con mucha fuerza.

Pasaban los minutos y llegaban diferentes estudiantes de otros cursos menos la chica rubia la cual él esperaba. Sentía el tiempo pasar muy lentamente y su paciencia acabarse poco a poco. Ya habían entrado varios de sus amigos, a excepción del pelirrojo que dejó que su cita, Ann, entrara al baile mientras él le hacía compañía a su amigo unos pocos minutos para que este no se sintiera solitario mucho tiempo.

Poco después de que el pelirrojo entrara al gimnasio, llegó el auto de la chica en donde venía acompañada de su primo. Sonrió con nerviosismo y al ver el vestido blanco que ella llevaba lo hizo sonrojarse mucho más. El chico pasó saliva muy nervioso hasta que ella se acercó con una gran sonrisa. Su maquillaje era simple y le hacía resaltar mucho más su bonito rostro.

—Imagino que eres tú —el chico tardó en afirmar sus palabras. Así que solo asintió, haciéndole notar a la chica su nerviosismo—. Me alegra que hayas sido tú. Y bueno, también lo sospechaba un poco.

— ¿Tan notorio era? —torció el gesto, sintiéndose bastante avergonzado.

—Mmm, un poco solamente —lo tomó de la mano—. ¿Entramos a bailar?

—Sí.

La chica no soltó su mano y entraron juntos, cuando el giró su vista hacia su grupo de amigos, notó que todos alzaron sus pulgares como felicitaciones, mientras que Ann aplaudía. Se detuvieron en medio de la pista de baile con All of me sonando de fondo. Las manos de él se posaron en su cintura mientras que las de la rubia rodearon el cuello del mayor. La de ojos celestes sonrió y comenzaron a moverse despacio al ritmo de la música.

—Es mejor que te lo diga ahora a que no te lo diga nunca —comenzó a hablar el chico—. Bueno… es que… no sé cómo decírtelo… yo…

La chica se acercó a él y lo besó, tomándolo por sorpresa. Y cuando se apartó formuló una sonrisa con sus finos labios.

—Tú también me gustas Fred Fazbear.

LA CHICA DE OJOS CELESTES | FREDOY.Where stories live. Discover now