Me gusta ver como la vida se vuelve colorida, a veces suele parece tener toques de crayones, como aquel rayo de luz que veo cuando sale el sol que cae sobre mi mano.
Digamos que la vida no siempre es tan bonita, a veces trágica o muy acorde a la situación, a veces se siente como si todo fuese parte de una guerra constante con el mundo y mi mundo.
Dentro de mí, se que existe mi subconsciente, con el cual, siempre estoy hablando y reflexionando, planeando como ganar la siguiente pelea sin temor a perder todo en el intento pues quizás a final de cuentas puede pasar que ganas perdiendo.
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Hace ya mas de un mes que sigo cambiando, dejándome llevar por el viento, sintiendo como todo calza en el lugar que lo dejo, pero siempre esta la guerra en pie en estas 4 paredes que tiende ha ser un cubo de realidades.
Registro de la guerra interina:
Hace alrededor de más de una semana, la guerra se veía llegar a la mitad de la duración, luego de aproximadamente mas de 8 años, decidí tomar mas decisiones personales y no dejar al enemigo empezar siempre las emboscadas.
Aquel día en que el sol apareció desde temprano, luego de ver el sol en la palma de mi mano, supe que era ese día, un día clave, empezó el debate con mi subconsciente, en una pelea de bayonetas se decidió que gane arriesgando muchas cosas, mientras veía la realidad la guerra interina tuvo el primer conflicto dentro del batallón.
El argumento ganador con el cual el subconsciente perdió fue si no se preocupa por él, porque debe ponernos en jaque siempre, porque siempre debo perder, si nunca decía nada de frente y todo bajo divulgaciones.
Ahí comprendí que este apellido no trajo muchas alegrías sino una capacidad para debatir y no dejarse pisotear.
Para cuando decidí las cosas, el enemigo ya había conseguido aliados, para mala suerte ahora ya no éramos los héroes de estas historias divulgadas dichos aliados, ahora somos villanos con todo y defectos, para aquella batalla perdida antes de empezar planee seguir siendo yo, sin importar que haya perdido y tenga las heridas abiertas por dar el brazo a una mano desquiciada.
Para cuando me di cuenta, el enemigo se vio rodeado de aliados mentales que apoyaban su ideología y la guerra local empezó con golpes muy suaves como para calentar, y con apoyo lisuriento de su lado.
Pero no todas las guerras locales eran perdidas, el soldado A, pensó una táctica infalible una ocasión para poder reducir el ego del enemigo y poder dar una emboscada en su propio territorio. Para esta acción, se oculto y elimino su supuesta arma de pelea no verbal; el enemigo estaba muy bien armado de filos, pero al perder su favoritismo de dicha arma, perdió su valentía, por consecuencia de esto, perdió su ego en una pelea muy astuta.
Pero dicha acción también represento bajadas de moral en la preparación, esa semana aun a pesar de haber ganado, perdimos al dejar que el enemigo basurease a los soldados rasos en un intento de ganar la pelea.
Sobre la ciudad Lafortain, de aproximadamente 100 metros cuadrados de extensión, que más parece un territorio hostil y minado, a favor del enemigo, al cual se le apodo "El Don".
Dicho personaje que duerme de día y cuida como mascota de vigilancia la puerta de entrada a Lafortain, podemos decir que ataca sin parar a quien se acerca a la puerta principal.
Recientemente en la ciudad, sucedió un evento aleatorio único en el cual tanto yo como mi subconsciente
