Epílogo

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¡Victoria! ¡Vamos es tarde! -grito la rubia a mi lado-

Debes calmarte, florista -dije sonriente-

Silencio, princesa -dijo amenazante mientras verificaba que todo estuviera listo- 

Mi sonrisa se amplio al escuchar ese mote, nunca ha dejado de decirme así... Ni cuando era reina ni cuando deje de serlo, ella siguió diciéndome princesa por los siguientes años y la verdad es que he amado ese mote desde que lo escuché por primera vez de sus labios. Hoy se cumplen exactamente veinte años desde que deje el palacio de Citabella, renuncie a mi título y a mi familia para embacarme en una aventura con Becca Leonardi, la que ahora tengo el honor de llamar mi esposa y con quién he vivido la mejor de las vidas... No mentiré que estos años han sido duros, al inicio fue difícil escondernos de las autoridades que hicieron una búsqueda intensa por todos lados para dar con nosotras, al final jamás nos encontraron y la búsqueda ceso luego de seis meses; también tuve que ver en las noticias los anuncios sobre la muerte de mi madre dos años después de mi escapé y no pude siquiera acercarme a mi lugar de origen pues Citabella aún estaba controlada de alguna manera por Finn, también murió la madre de Becca y eso lo supimos por qué Natasha nos lo dijo, también me enteré de la boda de mi hermanita Elena con su novio Renatto luego de cinco años de relación y de el nacimiento de Nathalie, su primera hija quien nació un año después de la boda de sus padres y que ahora tiene quince años; En cuanto a Jordan y Milán, ellos tuvieron dos hijas gemelas a las que llamaron Marie y Orianna, ellas ahora mismo tienen la edad de dieciocho años y junto a su hermano de veinte años, forman parte de las posibilidades para ser monarca de Citabella o Italova... Ellos han tenido vidas perfectas, me alegro que estén viviendo tan felices como yo lo he hecho.

¡Mamá! ¡No tienes que gritarme! -grito la rubia con gesto molesto-

No le hables así a tu mamá, Victoria -regañe- todos estamos nerviosos por esto

Perdón -suspiro- ¿Dónde estan los demás?

En el auto, ve con ellos mientras terminamos de alistar todo y por favor, no quiero peleas -ella asintió y se fue-

Cariño, estoy segura que Hilary no lo hizo, así que ¿Puedes subir por la maleta? -pregunto mi esposa a lo que solo asentí-

Me dirigí hacia el piso de arriba de la casa a buscar lo que pidió. Hemos vivido aquí desde que salimos de Pringville unos días después de mi fuga, este lugar vio nacer a Victoria, nuestra hija mayor que ahora mismo tiene diecisiete años y llegó a nuestras vidas por medio de una inseminación artificial en mi esposa; más tarde adoptamos a Damien, quién tiene dieciocho años pues aunque lo adoptamos dos años después de que tuvimos a Vicky, el ya tenía tres años cuando llegó a nuestras vidas y finalmente está la más pequeña de la familia, nuestra hija Hilary, ella llegó a nuestras vidas al igual que Damien, pero llegó muchos años después cuando sus hermanos ya tenían diez y once años, ella tiene trece años y llegó cuando tenía solo seis años de edad... Es curioso pensar que forme la familia que deseaba, he tenido una vida normal y maravillosa alejada de la realeza, me case con la mujer de mis sueños y tengo un hogar lleno de amor... Logré todo lo que quería y apesar de que tuve que hacer muchos sacrificios, sin duda todos valieron la pena por completo.

Baje una vez tuve la maleta de mi hija, junto a mi esposa y nuestros hijos subimos todas las cosas a la camioneta, tomamos nuestros asientos y empezamos nuestro camino.

Mamá, repiteme a dónde vamos -pidio Hilary, mi linda hija rubia-

A Citabella, hija -respondi con la mirada fija en el caminó-

¿Por qué tenemos que ir a ese lugar? Las redes sociales dicen que es un lugar muy pequeño donde aún hay una monarquía -afirmo Victoria- parece aburrido...

Van a conocer a nuestras familias -afirmo mi esposa- a sus tíos y sus primos

¿Por qué los vamos a conocer hasta ahora? -pregunto Damien-

Antes no podíamos entrar a ese lugar -afirme-

¿Por qué? -preguntaron al unísono-

Les contaré una historia... Creo que ya están en edad de saberla -afirmo Becca-

Justo ahora vamos a Citabella por qué Finn murió apenas hace un mes, las razones no las sé, solo sé que así es y que en cuanto eso paso de inmediato sentí que debía regresar... No para regresar a la monarquía, simplemente para ver a mi familia, conocer a mis sobrinos y presentarles a mis hijos, creo que ya es momento de reaparecer en el mapa y admito que estoy muy nerviosa por eso, pero sé que todo estará perfecto.

El recorrido fue bastante entretenido, después de escuchar atentamente la historia que su madre les contó, mis hijos se volvieron locos, cada uno a su manera diferente pues Hilary me pregunto todos los por menores de mi educación, la forma de manejar un reino y cosas muy técnicas, Damien se interesó aún más por nuestra historia de amor preguntándole a Becca como pudo enamorar tanto a una reina y finalmente Victoria no podía creer que en sus venas estuviera corriendo sangre real; fue genial poder decirles la verdad, hablarles sobre esa época de mi vida y lo difícil que fue para nosotras lograr tener la vida que les hemos dado. Al final entramos en Citabella y todos los recuerdo llegaron a nosotras, pasamos por el local que fue la florería de la familia de Becca y que ahora es una botique de prestigio, la presión que la rubia ejerció sobre mi mano me hizo saber que fue un golpe duro para ella y debo admitir que para mí también pues es lugar vio nacer nuestra historia; finalmente nos detuvimos en las puertas de el palacio, el guardia nos dejó entrar rápidamente cuando cayó en cuenta de quién soy, ni siquiera habíamos terminado de estacionar cuando Milán salió por la puerta principal corriendo sobre sus tacones con Jordan detrás de ella, salí de el auto y corrí hacia ellos

¡¡Orianna!! -la castaña me abrazo con fuerza- ¡Oh, dios! -la apreté más contra mi y llore como no lo hacía desde hace mucho-

No puedo creer que estés aquí -sollozo Jordan mientras se unia al abrazo-

Yo tampoco lo puedo creer admiti -sonrei-

Me alejé de ellos en cuanto vi a Elena y su esposo, ambos me saludaron igual de efusivamente y luego mi atención se centro en los cuatro chicos que aparecieron.

Nath, ven aquí, nena -dijo Elena, la joven se acercó cautelosamente- ella es tu tía Orianna...

Hola -sonrei-

Hola... -susurro-

Mira, hermanita, el es Jason... -dijo Jordan-

El castaño se acercó a mi y me tendió su mano con una seriedad impresionante.

Wow, eres todo un caballero -sonrei-

Ellas son Orianna y Marie -dijo Milán presentándome a sus hijas-

Un gusto conocerla -dijeron al unísono-

Son maravillosas -sonrei-

¿Vas a presentarnos? -dijo Milán con emoción mientras observa a mi familia que espera a un lado de el auto-

Si, vamos -afirme-

Caminamos hacia mi familia y luego de presentarlos me sentí aliviada... Por fin regrese a mi hogar, por fin puedo ser libre aquo y debo decir que estoy más que feliz por eso.

Amor RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora